Axel Kicillof define su estrategia territorial para 2025.

 El gobernador bonaerense rompe con la tradición centralista de La Cámpora y CFK, otorgando mayor autonomía a los intendentes  y a los dirigentes locales para organizarse en el territorio. Un plenario en Mar del Plata marca el inicio del año electoral.


Con el inicio de un año clave para el futuro político del peronismo, Axel Kicillof, gobernador de la provincia de Buenos Aires, ha decidido romper con el verticalismo característico del kirchnerismo. En una estrategia novedosa, Kicillof apuesta por dar autonomía a los intendentes que lo acompañan y a la dirigencia local y seccional para la construcción de un armado electoral tanto para 2025 como 2027, respetando las necesidades de cada región.

El primer gran acto bajo esta dinámica se realizará el 8 de febrero en Mar del Plata, reuniendo a más de 3.000 militantes. Este evento marca el puntapié inicial de una  campaña descentralizada, con miras a consolidar su liderazgo de cara a las elecciones de 2025.

La autonomía como eje estratégico

En una clara ruptura con las lógicas de La Cámpora, Kicillof ha decidido delegar en los dirigentes locales la responsabilidad de delinear sus propias estrategias territoriales. Según un miembro de su mesa política, “les dimos cierta autonomía a los compañeros de las secciones para que decidan las acciones que quieren llevar adelante en los territorios”.

Este enfoque implica que actividades como reuniones, plenarios y volanteadas surjan desde las bases, mientras la conducción central se limita a un rol de acompañamiento y supervisión. “No bajamos la línea desde La Plata; cada grupo define su estrategia según las particularidades locales”, explicó la misma fuente.

La estrategia representa un cambio profundo frente al centralismo que caracterizó al kirchnerismo, especialmente en la etapa liderada por Cristina Fernández de Kirchner y Máximo Kirchner. Este modelo, reconocido por su rigidez, contrastaba con la apertura que ahora impulsa el gobernador bonaerense.

Mar del Plata como punto de partida

El evento en Mar del Plata será el primero de una serie de hitos en la estrategia territorial del kicillofismo. Surgido de reuniones entre dirigentes de la Segunda, Cuarta y Quinta secciones, el acto tendrá lugar en la universidad local y contará con debates en comisiones, seguido por un cierre liderado por Kicillof.

Según uno de los organizadores, “fue tomando forma a partir de encuentros regionales, con el aval de la mesa política, pero con protagonismo local”. Este modelo descentralizado ya se había ensayado en el Plenario de la Militancia en Florencio Varela, aunque ahora busca mayor integración regional.

La agenda continuará con actos en San Nicolás y Junín, consolidando una red de apoyo territorial que refuerce la presencia del gobernador en los distritos clave de la provincia.

Un panorama electoral incierto

La incertidumbre también abarca el calendario electoral. Kicillof deberá decidir si las elecciones provinciales se realizarán en simultáneo con las nacionales, como propone CFK, o si se desdoblarán, una medida que podría beneficiar al gobernador al desvincular su campaña de las disputas nacionales.

Por otro lado, el armado opositor en Buenos Aires podría complicar el panorama. Una posible alianza entre La Libertad Avanza y el PRO aumentaría la presión sobre el oficialismo, obligando a Kicillof a consolidar su base territorial.

Por otro lado tampoco descuida el armado nacional, además de las charlas con gobernadores que lleva adelante en forma personal, uno de sus principales operadores  Andrés “Cuervo“ Larroque, dedica varios días a la semana a recorrer el interior para reunirse con la dirigencia y la militancia de las distintas provincias.

La decisión de Axel Kicillof de descentralizar su estrategia política y dar mayor protagonismo a los dirigentes locales representa un cambio significativo en el peronismo bonaerense. Esta apuesta por la autonomía podría fortalecer su liderazgo y ampliar su base de apoyo, aunque también plantea interrogantes sobre su relación futura con el kirchnerismo tradicional.

Con un calendario electoral lleno de incertidumbres, desde la definición de las PASO hasta el posible fortalecimiento de la oposición, Kicillof enfrenta el desafío de consolidarse como líder en la provincia más importante del país. Su estrategia descentralizada podría ser clave para navegar estas complejidades y construir una campaña que lo posicione con fuerza de cara a 2025/27.