«Argentina ante la tormenta perfecta: riesgos de sobrevaluación y el impacto del real brasileño»


Robin Brooks, economista jefe del Instituto de Finanzas Internacionales (IIEF) y exjefe de estrategia del banco Goldman Sachs, volvió a manifestarse sobre la política cambiaria implementada por el presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo.


“Argentina y Brasil están uno al lado del otro y son grandes socios comerciales. Por lo tanto, no tiene sentido que Argentina sea la moneda de mercado emergente más cara en términos reales (teniendo en cuenta la alta inflación), mientras que Brasil es la más barata. Esto solo termina de una manera: una devaluación explosiva de Argentina…”, expresó Brooks en su cuenta en la red social X.

Ante el comentario de un usuario que afirmaba que “la inflación ha colapsado”, Brooks respondió: “Stocks versus flujos. La inflación ha bajado un poco, pero la inflación acumulada ha hecho subir el nivel de precios (el stock). Por eso el peso argentino está ahora muy sobrevaluado…”.

Entre diciembre de 2023 y octubre de 2024, el peso argentino se revalorizó un 40% en términos reales, muy por encima de otras monedas emergentes como la lira turca (+16,5%) y el ringgit malasio (+8,5%), según un informe de GMA Capital basado en estimaciones del Bank for International Settlements (BIS).

Días atrás, Brooks había lanzado una advertencia similar sobre la apreciación del peso argentino, vinculándola a la política comercial que se espera implemente Donald Trump al asumir la presidencia de los Estados Unidos en enero próximo. “Si la administración entrante de Estados Unidos impone fuertes aranceles a China, se desatará una ola de devaluaciones en todos los mercados emergentes”, señaló Brooks.

“Lamentablemente, no hay dinero del FMI que pueda proteger a la Argentina de una devaluación si esto sucede. El peso está muy sobrevaluado de todos modos y necesita caer…”, agregó.

El impacto de la devaluación del real brasileño

En las últimas semanas, el real brasileño se devaluó un 29%, fortaleciendo la competitividad del principal socio comercial de Argentina. Este shock externo podría debilitar las exportaciones argentinas, a menos que el gobierno de Milei adopte medidas urgentes.

La depreciación del real encarece las exportaciones argentinas y abarata las importaciones desde Brasil, agravando el déficit comercial entre ambos países. “En términos de reservas internacionales, un saldo comercial negativo con Brasil podría obligar al BCRA a usar más divisas, debilitando su posición externa. A nivel industrial, la pérdida de competitividad amenaza la producción y el empleo”, explicó el director del CEPEC, Leo Anzalone.

En este contexto, Argentina enfrenta el desafío de gestionar la presión cambiaria y mitigar los efectos de la volatilidad brasileña, un reto que pondrá a prueba la capacidad de la nueva administración para estabilizar la economía.