Tras la polémica «Cometierra» se convirtió en un best seller

La novela de Dolores Reyes, catalogada de «degradante» por la vicepresidenta Villarruel, se convirtió en un símbolo de resistencia cultural y alcanza ya cifras récord de ventas: más de 70 mil ejemplares.

 

Este fenómeno no solo refleja la resistencia cultural frente a la censura, sino también el poder de la literatura para provocar discusiones profundas sobre temas de clase, género y lenguaje.

Desde su publicación en 2019 por el sello Sigilo, *Cometierra* ha capturado la atención de lectores y críticos por su narrativa audaz y su exploración de realidades complejas. La obra, que narra la historia de una joven con habilidades especiales en un contexto marcado por la violencia y la injusticia, se ha convertido en un símbolo de resistencia.

En respuesta a los intentos de proscripción, las ventas del libro han escalado a niveles inesperados; actualmente ocupa el primer puesto en la cadena Cúspide, superando incluso a *La clase de griego* de Han Kang, reciente ganadora del Premio Nobel de Literatura 2024.

El fenómeno conocido como “efecto Streissand”, donde un intento de censura resulta en una mayor visibilidad del objeto censurado, se ha manifestado claramente en esta situación. Desde su lanzamiento, *Cometierra* ha vendido más de 70.000 ejemplares y ahora se encuentra en su decimoséptima edición, con una tirada adicional de 3.500 ejemplares para satisfacer la creciente demanda. El precio del libro es de $19.500.

Este resurgimiento no solo ha sido impulsado por las controversias actuales, sino que también ha generado un espacio para que escritores y lectores se unan en defensa de la libertad de expresión. Este sábado, más de ochenta escritores, editores y periodistas se reunirán en el Teatro Picadero para leer fragmentos de *Cometierra* y otras obras cuestionadas, como las de Inés Garland y Gabriela Cabezón Cámara.

Estas autoras han enfrentado amenazas y ataques en redes sociales, lo que subraya la urgencia del debate sobre la moralidad en la literatura y el derecho a acceder a diversas voces narrativas.

Fuente: Librerías Cúspide, Diario La Nación,