El impacto no se limita solo a la pérdida de empleos. Costa destacó que en el mismo período, cerca de 10 mil empresas, en su mayoría pymes, han cerrado o han dejado de pagar sus obligaciones laborales, lo que representa un fuerte golpe al tejido productivo nacional. «El cierre de empresas es especialmente problemático porque destruye el entramado productivo, algo que lleva mucho tiempo recuperar», afirmó el economista.
La comparación con el período de gobierno de Mauricio Macri es inevitable. Mientras que durante los cuatro años de la administración anterior cerraron 25 mil empresas, en apenas siete meses de 2024 ya se han perdido 10 mil, lo que subraya la gravedad de la actual recesión.
A esto se suma la aceleración en la tasa de desocupación, que se refleja en los últimos datos oficiales del primer trimestre de 2024. «Hasta hace poco, Argentina tenía muchos problemas, pero el desempleo no era uno de ellos», comentó Costa. Ahora, sin embargo, el escenario ha cambiado drásticamente, con un aumento en la desocupación y una caída en la calidad del empleo disponible.
Costa también cuestionó las políticas económicas actuales, que si bien han logrado una reducción de la inflación, lo han hecho a costa de un brutal ajuste económico y una transferencia de recursos desde los trabajadores hacia otros sectores. Según el economista, esta estrategia no ha sido virtuosa, sino desesperante, ya que la baja en la inflación no ha sido suficiente para mejorar la situación de los ingresos reales de los trabajadores, que siguen deteriorándose.

por: Alejandro Costanzo
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