Vivimos una etapa histórica donde la derecha, en su amplio espectro, esta cada vez mas cercana al poder en muchos países centrales, cuando no lo han alcanzado ya, como es el caso de Argentina.
Los partidos populares están en retroceso, muchos de ellos en una crisis de difícil salida. La pregunta militante es que hacer en este escenario de derrota.
Es complejo, porque no hay respuestas claras. Estamos a la intemperie.
Debemos construir una salida a este estropicio global que esta condenando a la humanidad. Porque es necesario entender que mas allá de matices esta crisis es una crisis global que nos afecta a todos. Pero entender esto no significa que no nos demos una estrategia desde lo local para afrontar las tormentas.
La historia puede mostrarnos algunos caminos o senderos que nos lleven, primero a resistir y luego poder avanzar en una nueva ofensiva.
La historia no esta escrita, la escriben los hombres y mujeres en un accionar político cotidiano.
En el caso argentino y tal vez el latinoamericano el pensamiento y la acción de Perón con respecto a la constitución de un gran movimiento nacional de liberación y su organización y conducción nos dan algunas ideas para afrontar la etapa actual de retroceso de los sectores populares y de los estados nacionales ante el avance de derechas globalizadoras totalizantes:
- La defensa de la democracia.
En ese marco una de las luchas defensivas más importantes es la defensa de la democracia.
La democracia liberal que nos toca vivir, es de baja intensidad, se limita al voto ciudadano en periodos de tiempo legalmente establecidos. El resto del tiempo, entre elección y elección, es un despotismo económico , ejercido por el poder económico concentrado, que a su vez se extiende hacia lo social y cultural
Para los partidos populares, hoy jaqueados y en retroceso, la democracia liberal debe ser un punto de partida, pero el punto de llegada debe ser la profundización de la democracia. Avanzar hacia una democracia social, participativa y deliberativa.
Es importante defender la democracia liberal representativa para neutralizar a avances de las derecha sobre las instituciones y no retroceder en los derechos políticos y sociales de los sectores populares, pero desde allí poder profundizar la democratización de la sociedad y la política. Solo un movimiento político y social muy fuerte y organizado puede librar esta lucha.
- El concepto de «movimiento–partido»
El concepto de «movimiento- partido» en el pensamiento de Juan Domingo Perón es fundamental para entender su enfoque político y su visión del peronismo como un movimiento social y político dinámico. Perón entendía al peronismo como algo más que un simple partido político; lo concebía como un movimiento que abarcaba a amplios sectores de la sociedad argentina.
Para Perón, el peronismo era un movimiento en constante evolución y adaptación a las necesidades y demandas del pueblo argentino. No se limitaba a estructuras rígidas y burocráticas, sino que estaba en constante contacto con las bases populares y las clases trabajadoras. En este sentido, el peronismo era tanto un partido político como un movimiento social, con una fuerte conexión con las demandas y aspiraciones del pueblo.
- Reconectar conlas bases populares y hablar el lenguaje de las periferias olvidadas.
El peronismo reconoce la importancia de los partidos políticos en la democracia, pero también reconoce que estos deben ser verdaderamente democráticos en su funcionamiento interno. La participación ciudadana en la toma de decisiones partidarias es fundamental para garantizar una representación genuina de los intereses populares.
Cuando algunos sectores no se sienten representados por las formas y estructuras convencionales de participación política, como los partidos tradicionales o los movimientos sociales organizados, no siempre expresan una despolitización o apatía de la sociedad, sino mas bien una desconexión de las estructuras políticas existentes con los sectores populares.
La permanencia histórica el peronismo se basa en su potencial capacidad de conexión con las bases populares y su capacidad para representar a los mas amplios sectores de la sociedad. El peronismo debe reconectar con estas raíces y hablar el lenguaje de las periferias olvidadas.
- Construir una democracia social, abierta y participativa.
El peronismo no puede limitarse a la democracia representativa, sino buscar la democratización todos los aspectos de la vida social y política. Esto implica la participación activa del pueblo en la toma de decisiones en todos los niveles de gobierno y en todas las esferas de la sociedad.
Por ende la organización del partido-movimiento peronista se construye a partir de procesos participativos y deliberativos, donde la voz de las bases populares sea fundamental en la definición de políticas y acciones. La democracia interna del partido debe reflejar los valores de ampliación de la participación y la representatividad hacia el resto de la sociedad.
En ese marco el peronismo debe promover la pluralidad y el reconocimiento de las diferentes voces y demandas dentro del movimiento popular. Debe buscar articular las demandas generales con las específicas de cada sector social.
- Revalorizar al militante político – social
Debemos retomar el concepto del dirigente como servidor publico, por ende sujetos a mandatos colectivos y a una rotación regular para evitar la burocratización y mantener la transparencia y la rendición de cuentas.
- Es necesario recuperar la vision ética de la política, el militante peronista debe ser ejemplo de compromiso y lucha. Como lo graficaba Perón el dirigente debe ser como el médico de pueblo, estar las 24 hs al servicio de sus vecinos y conciudadanos.
- Construir la unidad con vocación revolucionaria
El peronismo debe superar los fundamentalismos que dividen a la sociedad, sin traicionar ni olvidar la agenda de transformación social que la da sustento histórico. Sin esta vocación revolucionaria el peronismo carece de sentido histórico.
El peronismo debe tener una estrategia que combine la acción institucional con la acción directa y la movilización popular. La historia muestra que en ciertos contextos, las formas legales son utilizadas en contra de los intereses populares, por lo que la lucha puede requerir tácticas fuera de los marcos legales establecidos, por ejemplo la ocupación de la via publica, la toma de fabricas o el corte de rutas.
El peronismo debe enfrentar el desafío de superar la inercia y la burocratización y mantenerse en constante movimiento hacia la transformación social.
- La formación y capacitación permanente
La educación política popular es fundamental en el peronismo para mantener vivo el compromiso del pueblo con el movimiento. Se deben promover espacios de diálogo y reflexión que fomenten la participación activa y la conciencia política.
Reconocer la importancia de mantener una perspectiva a largo plazo mientras aborda las urgencias del presente.
El peronismo debe adaptarse a los desafíos y los cambios del uso de las redes sociales, así como en los cambios tecnológicos que han influido en el trabajo cotidiano y por ende en los comportamientos políticos y sociales de amplios sectores, pero sin olvidar la importancia de la interacción presencial y el diálogo directo en la construcción de la democracia participativa.
- Organizar y empoderar a los sectores populares.
Y por ultimo recordar siempre que la tarea militante permanente pasa por la construcción de poder popular. ¿Qué significa esto? Construir “comunidad”. Construir la comunidad organizada tal como la concibió Perón en su doctrina, la organización popular a través de las organizaciones libres del pueblo. Organizar y empoderar a los sectores populares.
Lamentablemente una vez mas vamos a sufrir los desastres que dejan las experiencias neo liberales, anti populares y anti nacionales en sus políticas de destrucción.
La tormenta pasara, los grandes vientos amainaran mas temprano que tarde. Pero como después de un gran tornado solo quedaran escombros, dolor y muerte.
La tarea primera es resistir y minimizar el daño, y después organizar la reconstrucción. Para esta ultima tarea tampoco hay recetas seguras.
Muchas de las recetas históricas hoy parecen carecer de valides. Por lo cual es necesario ir planificando un programa de gobierno de reconstrucción. No es tarea para técnicos y burócratas que tanto daño han hecho al país y a su gente, sino es una tarea del pueblo, de abajo hacia arriba, articulando las necesidades de nuestra gente, empezando por los mas golpeados por la crisis, sin olvidar a los sectores medios empobrecidos por las políticas del neo liberalismo.
Poner el país en marcha significa sacar a los millones de argentinos de la pobreza extrema, garantizar trabajo, alimentación y viviendas para todos los ciudadanos, defender nuestros recursos y ponerlos al servicio de toda la sociedad. Hay que tener claro, a pesar de tanta mentira economicista que Argentina no es un país pobre, es un país saqueado.
Antonio Muñiz
