El ex viceministro de Economía Emmanuel Álvarez Agis consideró que la estabilización de la macroeconomía requerirá de una política de desindexación centralizada y señaló que hasta ahora ningún espacio político la abordó.
Emmanuel Álvarez Agis, ex viceministro de Economía y director de la consultora PxQ, ahondó este jueves en zoom de la gestora de Fondos Comunes de Inversión MegaQM cuáles son los posibles lineamientos macroeconómicos que se vendrán el año próximo para conseguir la estabilización macroeconómica.
Remarcó que no son tres los programas económicos, porque por un lado hay espacios que tienen más de un programa y a la vez hay programas que en partes coinciden pese a provenir de distinto signo político. En este sentido advirtió que “no es incompatible con el peronismo” un desdoblamiento cambiario con el que propone desde JxC y la Fundación Mediterránea el economista Carlos Melconian.
En un primer punto, el economista se centró en la inconveniencia de una dolarización por el hecho de que los ciclos económicos de Estados Unidos muestran una muy baja correlación. Por lo que, la política monetaria de la Reserva Federal de los Estados Unidos en líneas generales no acompañaría las necesidades de la economía argentina. Y aclaró que la correlación más alta, en todo caso, es con el ciclo económico de China. Cabe aclarar que el yuan, por la desaceleración de la actividad tras el derrumbe de su gigante inmobiliario, está en el mínimo de los últimos 16 años.
Así y todo, enfatizó que la dolarización es técnicamente «imposible» en estos momentos por la falta de divisas –algo que el mismo Javier Milei reconoció- y apuntó que las propuestas alternativas para conseguir divisas de Emilio Ocampo “son inconsistentes” en la medida en que postulan que la emisión de nueva deuda pueda mejorar los precios de los bonos soberanos en lugar de derrumbarlos. Y puntualizó el contrasentido de comenzar un programa de estabilización y desendeudamiento emitiendo deuda por unos USD40.000 millones adicionales a una tasa de interés del 38%.
El otro punto de la imposibilidad, en su opinión, pasa por la tolerancia social de pasar a un régimen rígido, sin los amortiguadores que ofrece la política monetaria y cambiaria soberana con la actual inercia inflacionaria y el bajísimo nivel de salarios, lo que equivaldría empezar en una situación social similar a la del fin de la convertibilidad. “Si dolarizamos nos metemos en un corset que nos va a llevar a un inflación de dos dígitos y a una tasa desempleo muy alta. Mi miedo es que la dolarización puede arrancar de manera traumática”, sintetizó Álvarez Agis.
Respecto de la alternativa de ir hacia una “competencia de monedas”, el economista explicó que “es quitar el cepo, básicamente”. “Eso fue lo que hubo con Sturzenegger”, dijo, en la medida en que los exportadores podían elegir si liquidar sus dólares contra pesos, reales, yuanes o quedárselos en moneda estadounidense. Y recordó que, de levantarse el cepo de un día para el otro sin reservas, la moneda más fuerte ganaría “por paliza” contra la más débil, es decir, el peso y se iría directo a una hiperinflación.
Por todo esto, descartó la viabilidad en el corto plazo de las propuestas de La Libertad Avanza y pasó a la de “convivencia de monedas” de Juntos por el Cambio y Carlos Melconian que, de acuerdo a las declaraciones televisivas del ex presidente del Banco Nación, consistiría en la coexistencia de dos mercados de cambios legales, uno para las transacciones financieras, y algunos bienes y servicios; y otro para el de algunos bienes directamente relacionados con el precio doméstico de los alimentos que tendría una cotización controlada por el Banco Central. Al respecto, Álvarez Agis recordó que el que introdujo esta posibilidad en el debate de JxC entre “halcones” y “palomas” fue el mismo Domingo Cavallo como una diagonal que permitía avanzar con el gradualismo de las palomas para evitar mayor inflación en la canasta básica sin esperar plazos excesivamente largos para la implementación de la desregulación cambiaria por la que pugnaban los más duros. Y además, permitía en todo caso, el desarme de las Leliqs al tipo de cambio del mercado financiero, en lugar de al tipo de cambio oficial.
El director de PxQ, además recordó que las dos experiencias anteriores en la Argentina de desdoblamiento cambiario terminaron mal: la de Illia y la del Plan Primavera. “¿Eso quiere decir que tenga que terminar mal esta vez? No, quiere decir que requiere de una calibración compleja (del programa de estabilización)”, aseguró.
“En este caso la apuesta es que la gente por cambio de expectativas traiga más dólares por el financiero, se aprecie el tipo de cambio financiero, que lo acerque al comercial y cuando estén juntos se unifica”, explicó y remarcó que en un programa de estabilización además de la pata monetaria, cambiaria y fiscal, hace falta una política de desindexación centralizada y que ninguno de los candidatos tiene una propuesta al respecto.
Respecto de Sergio Massa, el ex viceministro consideró que no tiene explicitado un programa porque posiblemente no lo tenga, pero que eso no es lo que le está impidiendo comenzar la estabilización en este momento, sino la misma incertidumbre respecto de quién va a gobernar a partir del 10 de diciembre. De hecho, ante la consulta del público, Álvarez Agis no descartó que Massa termine inclinándose por un desdoblamiento cambiario y sostuvo que este esquema “no es incompatible con el peronismo”.
Por lo pronto, cuando Massa se refirió a la unificación cambiaria frente a empresarios reunidos por el Consejo de las Américas, reconoció estar incómodo con la pluralidad de tipos de cambio, pero pidió 3 años para recuperar las exportaciones antes de intentar reducir el cepo y cerrar la brecha.
Por último, Álvarez Agis consideró que, a su juicio, la mejor alternativa para encarar la actual situación es una devaluación con una suba de retenciones para evitar un fuerte salto en el precio de los alimentos de primera necesidad. Casualmente esto fue lo que Domingo Cavallo desrecomendó enfáticamente en su último escrito titulado: “Para conseguir el éxito, el Plan de Estabilización no debe comenzar con un fuerte salto cambiario”.
