El Hotel Alvear se vio colmado de empresarios este jueves por la mañana para escuchar de primera mano a los candidatos presidenciales que disertaron en la cumbre del Consejo de las Américas.
Los empresarios recibieron con un silencio inquietante a Javier Milei.
Patricia Bullrich cosechó algunos aplausos del público al término de sus enérgicas propuestas. En particular, el repudio al ingreso a los Brics y la prohibición legal a los cepos a los que se refirió como un “instrumento de tortura” para los que producen.
En cambio, Milei no recibió semejante devolución de la audiencia ni siquiera en los momentos en los que apeló a los empresarios e hizo silencios para darles lugar al aplauso .“No vinimos a buscar pleitesías, sino a detallar nuestras propuestas con mayor detalle”, dijo a este medio Victoria Villarruel.
Lo cierto es que la exposición de Milei fue la más extensa y transitó en silencio sepulcral de un auditorio con poca presencia femenina. Virginia Marinsalta, directora de la CAC y ejecutiva de la compañía de seguros Alba Caución lo interpretó como que había interés por conocer más la propuesta del candidato, al tiempo que dijo que “en un público que es averso a la incertidumbre y los grandes cambios, no me sorprendió”. Y explicó: “A diferencia de otros encuentros del Consejo de las Américas que se enfocan más en cuestiones técnicas del comercio exterior, este se vio envuelto por las definiciones políticas en un clima de mucha incertidumbre”.

Fotografía de Hernán Nersesian
Así, Milei solo se llevó una sonrisa cuando aludió sin nombrarla a Fátima Flores y el aplauso de cortesía al cierre de su alocución, que, vale la aclaración, fue más sentido que el cosechado por Agustín Rossi con una exposición estructurada en la que reconoció ante espectadores poco afines que el Gobierno no supo controlar la inflación.
En los pasillos, entre cafés y escasa viennoiserie, empresarios y ejecutivos compartían sus impresiones, sus expectativas y temores. Natalio Grinman, presidente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) y anfitrión del evento junto a la histórica Susan Segal, por ejemplo, se mostró optimista. «Por más incertidumbre que haya, tenemos la certeza de que no vamos rumbo al chavismo”, aseguró. “La semana pasada fue de pánico, psicosis y parálisis total, la incertidumbre está y los empresarios somos alérgicos a la incertidumbre, pero va a seguir hasta octubre, hay que aguantar”, sostuvo.
En el sector energético disfrutaban de una posición privilegiada en medio de tanta incertidumbre. Para todos los candidatos, Vaca Muerta y el desarrollo hidrocarburífero no convencional son cruciales para el incremento de las exportaciones nacionales y sus ingresos ya están en buena medida dolarizados. «Sí, hay matices, pero son matices», dijo el CEO de una de las petroleras con proyectos de shale gas en Neuquén.
“Yo a Massa lo veo competitivo todavía, pese al apoyo de Larreta a Patricia. A ella la vi incómoda, sobreactuada en busca del voto más extremista porque el votante más moderado de Horacio puede que se corra a Massa. Y aunque no lo hiciera, no le alcanza. Además la noté físicamente sobreexigida como para agarrar por cuatro años la silla eléctrica. Se nota cuando habla de Economía que está diciendo lo que le dijeron que tenía que decir. Hubo alto ausentismo y voto en blanco en las PASO de donde puede sumar. Aunque a decir verdad, también es posible que Massa encuentre un techo porque detrás de él viene todo el tren fantasma del kirchnerismo y el grueso de los que votaron lo hicieron en contra de la continuidad”, resumió un asesor legal dedicado a la adquisición y fusión de empresas que prefirió preservar su nombre.
¿Qué dicen los empresarios sobre la dolarización?
Las caras eran de preocupación, aunque cada tanto se colaba alguna sonrisa optimista como la del eterno Cristiano Ratazzi, quien se mostró entusiasmado por el retroceso del estatismo y el avance libertario. Al respecto, dijo a la prensa que después del error de “Alfonsín y Duhalde de tumbar la convertibilidad, ahora hace falta algo más fuerte».
«No importa si es el dólar, el euro u otra moneda, lo importante es cortar con la inflación. Son los más pobres los que prefieren tener diez dólares y no diez mil pesos en el bolsillo”, dijo. Consultado acerca de los temores e incertidumbre que generan las propuestas dolarizadoras de Milei, aseguró: “Como dice De Pablo, el que le tenga miedo a votar a Milei, que la vote a Patricia”.
Y aunque en general hubo más apoyo a la promesa de disciplina fiscal de Bullrich que a las variables de dolarización de Milei con sobreactuación del ajuste fiscal «para castigar a la casta», lo cierto es que también hubo empresarios que le pidieron una foto antes de retirarse del lugar y que respaldaron sus argumentos. Por caso, Grinman señaló: “Hay que sacar el peso como moneda de curso legal forzosa porque los argentinos pensamos y transaccionamos en dólares.

Por Marcia Dell´Oca

