«No se si los sectores conservadores o liberales tienen en claro qué sería de la argentina sin el peronismo, pero lo que desean es eso», señaló Larroque, y agregó: «está claro que no hacen un análisis muy profundo. Simplemente atienden a sus objetivos a corto plazo, que en su imaginación son gobernar sin un contrapeso que genere distribución o mayores márgenes recursos para los sectores populares”.

–¿La movilización popular hubiera cambiado las cosas?

–La movilización por sí sola no alcanza, el otro día se decidió no hacerlo porque venimos de un proceso de mucha movilización y a eso hay que darle un cauce y un sentido. A la movilización popular hay que agregarle un componente importante de política y estrategia. Vamos a movilizar muchas veces más, pero para acompañar acciones políticas concretas. La gran complicación que tenemos es que quien debería estar al frente o coordinando cómo combatir esta crisis institucional sin precedentes es el Presidente y la ausencia de ese factor genera una dificultad mayor. Hoy disputamos con el poder, en teoría el ejecutivo está de nuestro lado, pero eso en la realidad es difícil verificarlo.

 Las declaraciones de Larroque se producen luego de que Cristina Kirchner anunciara el martes por la tarde, luego de la condena por el juicio de Vialidad, que no será candidata.

Pese a lo que trascendió en el momento del encuentro de Ensenada, quienes participaron del mismo advierten que la reunión no fue convocada ad hoc. “Ya es la octava reunión que tenemos en el año. Nos venimos juntando con la intención de tener iniciativa y dinamizar las acciones. En ese sentido trabajamos todo lo que giró en torno al 17 de octubre, al acto del 17 de noviembre, lo que fueron las movilizaciones alrededor de la calle Juncal, y un montón de otras acciones”, explica Larroque. La novedad, esta vez, fue la presencia de la vicepresidenta.

 

Según lo que este medio pudo reconstruir, no hay especulación electoral detrás de las palabras de la ex mandataria. Cristina Kirchner sostuvo allí que la discusión pasó a otro plano. En su mirada, los acuerdos democráticos de 1983 que empezaron a romperse con el intento de magnicidio, profundizaron su quiebre con la sentencia del martes. En ese aspecto, consideró que la Argentina pasó a otra etapa histórica y señaló que la dirigencia debe estar a la altura de esa circunstancia.

Gastón Garriga
Por Gastón Garriga
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