Feletti, antes de su renuncia, logró poner en marcha el fideicomiso triguero. Molinos Cañuelas, que en 2021 entró en concurso de acreedores, cobró $ 1.100 millones, el 80% de lo distribuido.
Dicha norma, que tiene como propósito subsidiar la harina de trigo destinada a la elaboración de productos panificados artesanales e industriales, incluye severas sanciones y multas ante la falta de cumplimiento y ausencia de la identificación «subsidiada por el Estado Nacional».
Lo concreto es que, según supo LPO, los molinos comenzaron a cumplimentar la resolución a pesar de que la mayor parte de las empresas del sector rechazó públicamente el fideicomiso creado por Roberto Feletti para intentar bajar los precios de los productos panificados.
El funcionario está convencido que, mediante el fideicomiso, logrará que la tonelada de trigo vuelva a niveles pre-bélicos. El viernes en la zona de Rosario (Up River) el trigo se pagó $ 44.895 por tonelada. En febrero pasado valía alrededor de $ 27.000.
Esa diferencia de casi $ 18.000 por tonelada se financiaría con el subsidio. El tema es que los molinos descreen de ese mecanismo en función de los antecedentes que hubo con la ex ONCCA (entre 2007 y 2011) cuando quedaron millonarias deudas que nunca se pagaron.
En el Mercado de Chicago (CBOT) el viernes pasado el trigo disponible se negoció en baja a 430 dólaras por tonelada. Hace exactamente un año atrás se vendía a 250 dólares. El récord histórico se registró a principios de marzo cuando tocó los 473 dólares.
Feletti planea destinar alrededor de 800.000 toneladas de trigo a precios subsidiados. Dicho volumen representa cerca del 11% del total del consumo interno que ronda las 6 millones de toneladas por año. El fideicomiso pretende recaudar unos $ 7.000 millones anuales.
En este contexto, el viernes pasado se concretó el primer pago del fideicomiso de Feletti. Molinos Cañuelas cobró unos $ 1.100 millones, el 80% de los $ 1394 millones que distribuyó la Secretaría de Comercio Interior (antes de que Feletti pase a depender de Martín Guzmán).
Los otros dos molinos que recibieron subsidios son los que adhirieron al fideicomiso (lo aceptaron 3 empresas de alrededor de 160). Éstos son Molinos Florencia y Molisud, con sede la localidad pampeana de Jacinto Arauz, según un artículo publicado en Bichos de Campo. Molinos Cañuelas, controlada por la familia Navilli, no es una empresa más. En septiembre de 2021 se declaró en concurso de acreedores con un pasivo que, en ese entonces, superaba los $ 1300 millones (la mayor parte de los acreedores son bancos provinciales).
La compañía molinera, que nació en el año 1931 en Laboulaye, cuenta actualmente con 15 plantas industrias en la Argentina (distribuidas en seis provincias). También tiene unidades de negocios en Brasil y Uruguay y exporta a los cinco continentes.
