Con más de medio millón de personas movilizadas y el respaldo de gobernadores, intendentes, legisladores y organizaciones sociales, el peronismo se unificó en un masivo acto en Plaza de Mayo para denunciar la proscripción judicial contra Cristina Kirchner y reivindicar su liderazgo. “Vamos a volver”, afirmó la ex presidenta desde su prisión domiciliaria. Redacción Data Política y Económica
En una jornada marcada por la potencia simbólica y política de la Plaza de Mayo colmada, el peronismo exhibió su músculo territorial y su cohesión interna con un acto multitudinario en respaldo a Cristina Fernández de Kirchner. El encuentro, que los organizadores estimaron en más de 500 mil personas —algunas cifras incluso hablaron de un millón—, fue una respuesta directa a la condena judicial contra la ex mandataria, quien cumple prisión domiciliaria tras el fallo del Tribunal Oral Federal N.º 2 en la causa Vialidad.
Desde su domicilio en el barrio de Constitución, Cristina reapareció con un doble mensaje: uno grabado previamente y otro en vivo, donde reafirmó su compromiso político, denunció su proscripción y revitalizó la consigna “Vamos a volver”. “Este modelo económico es insostenible, por eso me proscriben. Pero pueden encerrarme a mí, no al pueblo argentino”, sentenció en diálogo telefónico con la multitud.
La movilización incluyó columnas de las principales agrupaciones del campo nacional y popular, con fuerte presencia de sindicatos, organizaciones de derechos humanos, referentes sociales y miles de ciudadanos auto convocados. La consigna central, “Argentina con Cristina”, condensó tanto el repudio a lo que consideran un accionar judicial orientado políticamente, como la esperanza de un regreso con unidad y programa.
Unidad en la acción: Kicillof, Massa, Máximo
El acto fue también un gesto de unidad del heterogéneo universo peronista. Axel Kicillof llegó acompañado de la vicegobernadora Verónica Magario, intendentes como Fernando Espinoza (La Matanza), Mario Secco (Ensenada) y Fabián Cagliardi (Berisso), así como dirigentes del Movimiento Derecho al Futuro (MDF). El gobernador bonaerense calificó la condena como “un golpe de autoritarismo” y llamó a consolidar una lista unificada de todos los sectores de cara a las elecciones legislativas de septiembre.
Sergio Massa también estuvo presente, flanqueado por Malena Galmarini, el diputado Rubén Eslaiman y el intendente Juan Andreotti. “Donde hay que estar”, escribió el líder del Frente Renovador en redes sociales, con imágenes de la columna que representó a su espacio.
Desde La Cámpora, Máximo Kirchner encabezó su columna y posteó: “Gracias en nombre de Néstor”. Lo acompañaron figuras como la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, quien destacó la “presencia del pueblo” como respuesta a la proscripción.
También participaron legisladores nacionales como Carlos Heller, Cecilia Moreau, Eduardo “Wado” de Pedro, José Mayans y Eduardo Valdés, entre otros.
Cristina desde la trinchera
Desde su casa, donde cumple prisión domiciliaria, Cristina agradeció el acompañamiento con un tono combativo y emotivo. “Ese país no fue una utopía. Lo vivimos durante 12 años y medio. Dejamos una Argentina desendeudada, con trabajo, con derechos”, recordó. En tono irónico, denunció que ni siquiera le permiten salir al balcón: “Menos mal que no tengo plantas, porque ni regarlas puedo”.
La ex presidenta subrayó que el proyecto que representa no es personal sino colectivo. “Vamos a volver con más sabiduría, unidad y fuerza. Porque tenemos algo que ellos no tienen ni pueden comprar: pueblo, memoria, historia y patria”, afirmó.
En su segundo mensaje, ya en vivo, evocó la histórica Plaza del 9 de diciembre de 2015 —cuando dejó el gobierno— y llamó a los militantes a “juntar fuerza con fuerza y brazo con brazo, porque tenemos razón: la razón de los pueblos que se niegan a ser arrasados”.
Réplicas en todo el país
Aunque el epicentro fue Plaza de Mayo, las réplicas de la protesta se multiplicaron en Rosario, Mar del Plata, y especialmente en La Rioja, donde el gobernador Ricardo Quintela reunió a miles de personas en el Parque de las Juventudes. También hubo manifestaciones frente al domicilio de Cristina, en el barrio Constitución, convertido en una suerte de trinchera simbólica desde donde ella habló de “defender la democracia sin violencia pero con coraje”.
Justicia y política: el centro del conflicto
La movilización ocurre a solo un día de que el TOF N.º 2 oficializara la prisión domiciliaria para Cristina Kirchner tras la condena a seis años e inhabilitación perpetua para cargos públicos. La ex presidenta no será candidata en las elecciones legislativas de este año, dada la persecución judicial en su contra. Su denuncia apunta a lo que desde el peronismo denominan “el partido judicial”, un entramado de jueces, medios y poder económico que actúan coordinadamente para condicionar la democracia.
En un contexto de crisis económica, ajuste fiscal y pérdida de poder adquisitivo, la reaparición de Cristina condensa una serie de malestares sociales, pero también una expectativa política. “No me dejaron competir porque saben que pierden”, lanzó. Y añadió: “Desde la trinchera que sea, voy a seguir haciendo todo lo que esté a mi alcance para estar ahí con ustedes”.
Una plaza que habla
El “Cristinazo”, como ya algunos lo denominan, marcara un antes y un después en el mapa político argentino post-Milei. Mostró que el peronismo, pese a sus tensiones internas, puede reagruparse en torno a figuras con liderazgo, memoria y conexión con las mayorías. También puso en evidencia que, frente al retroceso de derechos y el avance de poderes fácticos, las calles siguen siendo el escenario donde se juega la legitimidad.