El hospital pediátrico más importante del país enfrenta una situación crítica por salarios de pobreza, vaciamiento institucional y pérdida masiva de personal. Este jueves, los trabajadores marchan al Ministerio de Salud en busca de respuestas concretas del Gobierno.
El Hospital Garrahan, símbolo de la salud pública pediátrica de alta complejidad en Argentina y referencia en toda América Latina, atraviesa una de las peores crisis de su historia. Este jueves, médicos, residentes, técnicos y administrativos realizarán un paro total de actividades y marcharán hacia el Ministerio de Salud, en protesta por el vaciamiento institucional, la asfixia salarial y el deterioro de las condiciones de trabajo. La medida fue votada por unanimidad en una asamblea masiva realizada en el Aula Magna del hospital.
“Llegamos a una situación límite”, denunciaron desde la Junta Interna de ATE-Garrahan. El conflicto, que ya lleva varios meses con más de diez medidas de fuerza, incluye una huelga por tiempo indeterminado de los residentes, cuyos salarios no superan la línea de pobreza. La situación ha encendido las alarmas no solo dentro del hospital, sino también en organismos de derechos humanos y salud pública.
La Defensoría de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes emitió un comunicado urgente, alertando que el deterioro salarial y edilicio “pone en riesgo la atención de más de 1.700 chicos y chicas”. Según el organismo, se perdieron ya 200 médicos por la falta de condiciones salariales adecuadas y se estima que una persona renuncia por día, lo que representa un ritmo de deserción inédito incluso en los momentos más duros de crisis económica.
La situación tiene consecuencias directas en la atención médica: menos profesionales, mayor sobrecarga laboral, demoras en turnos y tratamientos, y precarización creciente. A ello se suma la denuncia de que el personal debe reutilizar insumos descartables, con los riesgos sanitarios que ello implica, y que se encuentra paralizado el jardín maternal “Quiero Mimos”, afectando a las trabajadoras madres del hospital.
El Consejo de Administración del hospital respondió judicializando el conflicto. Presentó una acción preventiva ante el Juzgado Civil y Comercial Federal N.º 6, solicitando una cautelar para obligar a los residentes a retomar sus tareas. Alegan que el paro pone en riesgo áreas críticas y de urgencias, aunque sin ofrecer soluciones al reclamo central: salarios dignos y condiciones mínimas para sostener la atención.
En medio del conflicto, el Ministerio de Salud difundió un documento conjunto con el secretario de Salud de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., en el que se sostiene que el gobierno argentino “heredó un sistema de salud devastado y está logrando avances rápidos en su reconstrucción”. Pero los trabajadores y pacientes del Garrahan ven lo contrario: un sistema que se desangra día a día y que amenaza con colapsar si no hay medidas urgentes.
El Garrahan fue fundado en 1987 como un emblema de la medicina pública de excelencia. Hoy, ese prestigio se ve amenazado por la indiferencia oficial, los recortes presupuestarios y la desprotección a quienes garantizan la salud de los más vulnerables.
Este jueves, con la movilización frente al Ministerio de Salud, los trabajadores del Garrahan no solo estarán defendiendo sus derechos laborales, sino también el derecho de miles de niños a recibir una atención médica digna. “Nos están empujando a abandonar una vocación que no da más. Si no hay salud pública, no hay futuro”, advirtieron.