Mientras los medios occidentales enfocan su atención en guerras, sanciones y disputas culturales, una transformación estructural avanza en silencio desde los márgenes del sistema internacional. África, Asia, América Latina y los sectores populares de Europa están reconfigurando el tablero geopolítico con una agenda propia, desafiando el orden neoliberal y construyendo nuevas formas de soberanía.
Un mundo que se reordena desde abajo
La narrativa dominante insiste en un mundo bipolar: democracia liberal contra autoritarismo. Pero desde el Sur Global emerge otro relato, más complejo y menos difundido, que no se ajusta a los esquemas tradicionales. Esta narrativa no se cuenta desde los centros de poder, sino desde las grietas del sistema. Desde allí, países, pueblos y movimientos sociales están construyendo una alternativa al orden neoliberal, cuestionando tanto la arquitectura financiera impuesta por Occidente como las jerarquías geopolíticas heredadas de la Guerra Fría.
Eurasia: cuando las sanciones unen
La guerra en Ucrania, lejos de aislar a Rusia como pretendía la OTAN, catalizó una reconfiguración del espacio euroasiático. Moscú profundizó su alianza energética, financiera y militar con China, Irán e India. Los BRICS, que en 2023 ampliaron su membresía a Irán, Egipto y Etiopía, se consolidan como un bloque de poder real, capaz de desafiar al FMI y al dólar. A través del Nuevo Banco de Desarrollo y acuerdos en monedas locales, este bloque promueve un nuevo multilateralismo centrado en el Sur.
África: el renacer del panafricanismo
Los levantamientos en Burkina Faso, Malí y Níger, así como la elección de líderes soberanistas como Bassirou Diomaye Faye en Senegal, revelan una ruptura con el neocolonialismo europeo. Desde la nacionalización de recursos hasta la expulsión de tropas extranjeras, África vive un proceso de emancipación política y económica. La Unión Africana debate hoy iniciativas impensadas hace una década: moneda común, ejército continental y reformas institucionales que limiten la injerencia extranjera. Es necesario estudiar con mas profundidad las inversiones chinas en infraestructura y comercio que también están contribuyendo al cambio en África.
Palestina: conciencia global desde la ocupación
La causa palestina se ha transformado en símbolo moral del Sur Global. La ofensiva israelí sobre Gaza y el respaldo incondicional de Washington, Berlín y París han generado una ola de solidaridad activa desde Argelia hasta Sudáfrica. Gobiernos y pueblos exigen sanciones reales y el fin de la impunidad israelí, mientras crece la presión sobre la Corte Penal Internacional para que investigue crímenes de guerra. La bandera palestina es hoy la de la dignidad global frente al cinismo de las potencias.
América Latina: ¿soberanía o dependencia?
La región oscila entre la reafirmación soberana y la subordinación neocolonial. Mientras México y Bolivia nacionalizan recursos estratégicos como el litio o el gas, otros países como Argentina retroceden bajo la presión del FMI y la financiarización de sus economías. La disputa de fondo es la de siempre: ¿puede el Sur avanzar hacia la industrialización y la integración regional sin romper con los centros de poder económico mundial?
Europa: resistencias internas al orden neoliberal
Paradójicamente, el Sur también se manifiesta en el Norte. En barrios obreros de Marsella, Berlín o Bilbao crece la conciencia de que la OTAN, la UE y Wall Street representan una misma lógica extractiva. Líderes como Sahra Wagenknecht en Alemania, Robert Fico en Eslovaquia o George Galloway en el Reino Unido articulan discursos soberanistas que vinculan la lucha de clases con la geopolítica. El caso español, con una izquierda dividida, muestra los límites de un progresismo sin proyecto nacional.
El neoliberalismo se quiebra
Las crisis financieras, climáticas y sociales deslegitiman al modelo neoliberal global. Desde Líbano hasta Sri Lanka, pasando por Argentina, los pueblos resisten las recetas de ajuste del FMI. En paralelo, China ofrece alternativas de financiamiento sin condicionalidades, mientras países como India y Vietnam experimentan modelos mixtos que combinan proteccionismo y apertura. La pregunta central es si esta transición dará lugar a un nuevo neocolonialismo o a una verdadera autodeterminación.
Hacia una Internacional del Sur
El Sur Global busca más que alianzas circunstanciales: aspira a instituciones propias. Un sistema de pagos autónomo, medios de comunicación independientes, redes diplomáticas sólidas y una arquitectura financiera alternativa ya están en construcción. Pero el desafío es inmenso: superar divisiones históricas, resistir la corrupción y consolidar una identidad común que articule soberanía, justicia social y unidad global.
El Sur como horizonte, no solo como lugar
Como escribió Frantz Fanon, “el Sur no es solo un lugar, es una condición”. En un mundo en crisis, esa condición adquiere un nuevo significado: es el espacio donde se lucha por la dignidad, la soberanía y la justicia. Y hoy, esa lucha ya no es periférica: es el centro del nuevo orden mundial en gestación.
