China contraataca: impone aranceles del 84% a productos de EE.UU.


En respuesta a los nuevos aranceles del 104% aplicados por Washington, Pekín anuncia una contraofensiva arancelaria y advierte que defenderá con firmeza sus intereses. El conflicto golpea a los mercados europeos y profundiza la escalada comercial entre las dos mayores economías del mundo.


China endurece su postura frente a la ofensiva arancelaria de Estados Unidos, liderada por Donald Trump, y anuncia la imposición de aranceles del 84% a productos norteamericanos. La medida se implementará desde este jueves y marca un nuevo capítulo en la creciente tensión comercial entre ambas potencias.

La respuesta china llega apenas horas después de que la Casa Blanca confirmara la entrada en vigencia de una nueva ronda de aranceles que eleva al 104% la carga tributaria sobre productos chinos. La portavoz presidencial, Karoline Leavitt, confirmó que la orden ejecutiva ya fue firmada y que las medidas comenzarán a regir desde la medianoche del martes.

En un tono firme, el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Lin Jian, advirtió que China adoptará “medidas enérgicas y firmes” para “salvaguardar sus derechos e intereses legítimos”. “No se debe privar al pueblo chino de su derecho legítimo al desarrollo”, sostuvo, y enfatizó que el gigante asiático no permitirá que se violen sus intereses de seguridad y desarrollo.

Pekín subrayó que “no quiere una guerra comercial”, pero advirtió que no permanecerá pasivo ante lo que considera una agresión económica. “Si Estados Unidos insiste en incrementar sus restricciones económicas y comerciales, China tiene la firme voluntad y abundantes medios para responder firmemente y luchar hasta el final”, replicó la agencia estatal Xinhua.

La escalada también generó ondas de choque en Europa. La imposición de aranceles recíprocos por parte de Trump, que alcanzan el 20% para productos del viejo continente, provocó fuertes caídas en los principales índices bursátiles: el DAX de Fráncfort retrocedió un 3,57%, el CAC 40 de París un 3,16%, el FTSE 100 de Londres un 3,10% y el FTSE MIB de Milán un 3,3%.

Como parte de su estrategia comunicacional, China publicó un “libro blanco” sobre sus relaciones económicas con EE.UU., en el que critica el unilateralismo y el proteccionismo, y defiende la cooperación como base para el desarrollo global. “La historia ha demostrado que la cooperación entre China y Estados Unidos es beneficiosa para ambas partes, mientras que la confrontación daña a ambas”, sostiene el documento.

El texto también propone que ambas naciones trabajen en la creación de un mercado global “abierto, justo, transparente y basado en normas”. Según Pekín, sin la cooperación sino-estadounidense, ese objetivo resulta prácticamente inalcanzable. “El éxito de China y Estados Unidos es una oportunidad para cada uno de ellos, más que una amenaza”, apunta el informe.

Finalmente, el gobierno chino reiteró su disposición al diálogo bajo condiciones de “respeto mutuo, coexistencia pacífica y cooperación mutuamente beneficiosa”, con el fin de resolver las diferencias y preservar la estabilidad del comercio global.

La nueva guerra de aranceles amenaza con desestabilizar aún más el escenario económico internacional, reabriendo un frente de tensión que ya había mostrado sus consecuencias durante la primera presidencia de Donald Trump. Con los mercados reaccionando con inquietud y la diplomacia comercial en alerta máxima, el conflicto promete escalar si no se produce un giro hacia la negociación.