El intendente de Lujan inauguró el nuevo periodo de sesiones ordinarias del Concejo Deliberante. Destacó los avances de su gestión en materia financiera y valoró la importancia de la obra pública. Habló de la complejidad social en materia de seguridad e invitó a la oposición a participar en el Consejo de Seguridad.
Ante la presencia de los 20 ediles que conforman el cuerpo deliberativo, el intendente Leonardo Boto se presentó en el primer piso del edificio municipal para brindar su discurso en el marco de la apertura de sesiones ordinarias del Honorable Concejo Deliberante.
Se trató del sexto discurso del primer mandatario local en el recinto deliberativo desde que asumió el Ejecutivo. Tal como es una tradición, allí destacó los logros de su gestión y planteó los objetivos programáticos para el 2025.
Entre los presentes estuvieron funcionarios, representantes de entidades sociales; la ex intendenta Graciela Rosso; el director del Hospital Interzonal Nuestra Señora de Luján; el director del Registro Provincial; representantes de la Iglesia; veteranos de Malvinas, entre otros.
El intendente transitó durante más de una hora los aspectos más significativos de su gestión con un tono moderado, en algunos pasajes reflexivo y alejado de la euforia. Hubo algunas críticas para la oposición, a quienes les recordó que “no hay soluciones mágicas” para ninguno de los problemas y los convocó a participar del Consejo de Seguridad Ciudadana, donde “tienen disponible un lugar para discutir y proponer actualizaciones en el plan de seguridad.
En materia financiera, el intendente valoró el “70 por ciento de cobrabilidad alcanzado” de las tasas municipales y recordó que cuando su gobierno asumió el Poder Ejecutivo local, en 2019, ese número llegaba a apenas un 30 por ciento. “Esto nos permitió en el marco paritario cerrar en un 155 por ciento de aumento para los trabajadores municipales,” dijo, y agregó que “la inflación fue del 120 por ciento”.
Apelando a los conceptos de “salud y saneamiento financiero”, Boto sostuvo que “en el 2019, el 76 por ciento de los fondos municipales se destinaban a pagar sueldos; en cambio, en la actualidad, es el 49. “Esto es porque trabajamos para tener mayor independencia económica”, destacó.
En ese sentido, explicó que el 53 por ciento de los recursos que ingresan a las arcas municipales son propios y el 47 corresponden a la coparticipación (CUD). Son 87 mil millones que están plasmados en el Presupuesto y “eso se explica por la alta tasa de cobrabilidad.”
Los párrafos más extensos del discurso del intendente estuvieron destinados a una larga lista de obras de infraestructura e intervenciones en los espacios públicos. Entre ellos se mencionó el Polideportivo, las plazas, la luminaria LED y el programa de asfaltado.
Un lugar destacado ocupó la transformación del río Luján, a la que calificó como “la obra del siglo”. Habló de grandes ejes: la demolición y construcción de los puentes; la obra civil en el casco histórico basilical, con la canalización, ensanchamiento y los muros de contención.
Además, en este sentido, alertó sobre la duplicación de precipitaciones y destacó la buena respuesta y escurrimiento que mostró el río Luján debido, principalmente, a las obras encaradas en toda la cuenca a partir del financiamiento del gobierno provincial. “¿Esto significa que no vamos a tener más inundaciones?”, se preguntó el intendente: “No. Una bomba meteorológica como la de Bahía Blanca”, puede ocasionar un desastre, “pero estamos en mejores condiciones para las crecida recurrentes y extraordinarias.”
Quizá el momento más caliente de la exposición de Boto estuvo cuando se refirió a la seguridad, aspecto sobre el cual las críticas de la oposición se centran con más fuerza de cara a las próximas elecciones legislativas del 2025.
La seguridad “es nuestra principal preocupación”, dijo el intendente, y alertó sobre el contexto social que atraviesa nuestro país: “Luján no es un plato volador, no tiene un muro que nos separa. Hay un contexto territorial, no somos la última ciudad del Conurbano sino la primera del Interior”, y aseguró que el área metropolitana, con toda su complejidad, “se nos viene”.
En ese sentido, en referencia al distrito vecino de Rodríguez, que comparte la región judicial con Moreno, Leonardo Boto mencionó que “a muy poquito tenemos la tasas de homicidios más alta del país y una de las primeras de Latinoamérica.”
A la hora de describir ese panorama social que le preocupa, el intendente hizo hincapié en la “decadencia moral y social” que observa en nuestra sociedad. “Hay una depresión social, no lo digo yo, lo dicen los psicólogos sociales”, agregó, y se mostró alarmado por la cantidad de pibes “perdidos en las esquinas, rotos por el alcohol” y la presencia del consumo problemático de drogas junto al narcomenudeo que avanza y “rompe familias” en los barrios.
Al referirse a la complejidad en materia de seguridad, el intendente aprovechó para chicanear a los ediles de la oposición cuando les recordó que en el Consejo de Seguridad “tienen lugares y nunca fueron. Cada 15 días se reúnen y allí se discute la actualización del plan de seguridad.”
Por último, entre los anuncios más resonantes, Leonardo Boto enunció la licitación de las obras Terminal de Ómnibus, consistente en una inversión cercana a los 3.000 millones de pesos; el proyecto del primer sistema de Bicisenda de la ciudad; la “nueva avenida Muñiz”, con un boulevard desde la escuela Normal hasta el puente; y la puesta en valor de toda la calle San Martín, duplicando el espacio de las veredas, soterrando los cables aéreos y promoviendo una “paleta cromática para todos los comercios” desde avenida Humberto hasta la Basílica.
Al cierre, Boto expresó que “en una Argentina donde nos domina el brutalismo, el estado alterado, las pulsiones más bajas (…) podemos, desde Luján, contribuir al diálogo, al consenso, a recuperar el optimismo. Y no me refiero a un gobierno o a un partido (…) estamos mal. Tenemos que recuperar la esperanza.”
Por Ezequiel Gigante
El Civismo