Se profundiza la crisis del agro: Los Grobo, Agrofina y SanCor piden el concurso de acreedores

El colapso financiero de empresas clave del sector refleja el impacto de la caída de ventas y altos costos en dólares

La crisis en el sector agroindustrial argentino se agrava con la apertura de concursos preventivos de acreedores de tres empresas de peso: Los Grobo Agropecuaria, Agrofina y SanCor. La delicada situación financiera de estas compañías se suma a un contexto económico desafiante, marcado por la caída en las ventas, la disminución de los precios internacionales y el aumento de costos dolarizados.

La firma Los Grobo, fundada por la familia Grobocopatel y actualmente controlada por el grupo Victoria Capital Partners (VCP), había entrado en default en diciembre pasado por una deuda de apenas 100 mil dólares. Sin embargo, la crisis se intensificó con el default de otros 30 millones de dólares a mediados de enero, elevando la deuda total a aproximadamente 200 millones de dólares. En un comunicado a la Comisión Nacional de Valores (CNV), la compañía señaló que la apertura del concurso preventivo tiene como objetivo «posibilitar la continuación del negocio y el mantenimiento de la fuente de trabajo».

La caída de Los Grobo arrastró a su controlada Agrofina, empresa dedicada a la producción de agroquímicos, que también debió recurrir al concurso preventivo debido a las mismas dificultades económicas. Este fenómeno no es aislado: el viernes pasado, la compañía Surcos, otro actor importante del sector, anunció el default de una deuda de 300 millones de pesos, lo que refleja un panorama crítico en el mercado agroindustrial.

Impacto de la crisis y el temor a un efecto dominó

El deterioro financiero de estas empresas se produce en un contexto en el que el gobierno de Javier Milei ha impulsado medidas como la reducción de retenciones al agro y la presión para que el sector liquide unos 3 mil millones de dólares. No obstante, especialistas del sector afirman que la baja de retenciones no ha logrado mejorar sustancialmente el precio de venta de los productos agrícolas, lo que lleva a los productores a especular con una posible devaluación antes de liquidar sus exportaciones.

«El campo está en una situación de extrema fragilidad. La baja de retenciones no compensa el fuerte incremento de costos que han sufrido las empresas del sector en los últimos años», explicó un economista consultado por La Política Online.

La crisis no se limita al sector agrícola, sino que también alcanza a la industria láctea. La cooperativa SanCor, una de las principales productoras de lácteos del país, se presentó en concurso de acreedores en un juzgado de Rafaela. Según estimaciones, la firma acumula una deuda cercana a los 400 millones de dólares.

SanCor y la crisis del sector lácteo

SanCor ha atravesado una reestructuración desde 2017, que incluyó la venta de activos y la reducción de operaciones. Sin embargo, la falta de financiamiento y un conflicto laboral que paralizó la producción durante meses a fines de 2023 terminaron por agravar la crisis. La semana pasada, la empresa anunció el despido de 300 trabajadores en sus plantas de Córdoba y Santa Fe, lo que representa una reducción significativa de su plantilla de casi 1400 empleados.

«SanCor continuó dialogando con nuevos interlocutores interesados en participar del negocio, logrando progresos significativos en dichas gestiones. Sin embargo, antes de avanzar con cualquier iniciativa concreta, la cooperativa debe resolver los problemas derivados de sus deudas y otras circunstancias que podrían frustrar futuras negociaciones. En este contexto, y con el objetivo de ofrecer una solución a todos los interesados, SanCor decidió dar este paso judicial», explicó la empresa en un comunicado oficial.

Un panorama incierto para el agro

El sector agroindustrial es uno de los motores fundamentales de la economía argentina, y la profundización de su crisis podría tener efectos significativos en el conjunto del país. Las dificultades que enfrentan empresas como Los Grobo, Agrofina y SanCor ponen de manifiesto la vulnerabilidad del agro frente a los vaivenes macroeconómicos y la necesidad de políticas que fomenten la estabilidad y el crecimiento del sector.

Mientras tanto, el mercado sigue atento a la evolución de la situación financiera de estas y otras compañías. La incertidumbre en torno a las decisiones del gobierno, la volatilidad del dólar y las fluctuaciones en los precios internacionales seguirán marcando el rumbo del agro en los próximos meses.