El default de Los Grobo se extiende a los bancos

Crisis financiera en el agronegocio.

El Grupo Los Grobo y su subsidiaria Agrofina han oficializado su incapacidad de cumplir con compromisos financieros, incluyendo deudas por u$s 22,1 millones y $ 9.485 millones, entre capital e intereses, según informaron a la Comisión Nacional de Valores (CNV).

A eso se suma el incumplimiento de pagos relacionados con un préstamo de u$s 50 millones, otorgado en 2019 por la firma holandesa Promontoria Holding.

Este default, calificado por analistas como «la punta del iceberg», refleja una crisis de iliquidez que amenaza al sector agroindustrial en su conjunto, evocando los problemas financieros que enfrentaron varias empresas del sector en 2018.

Bancos acreedores y acciones legales

Entre las entidades bancarias afectadas se encuentran Banco Galicia, Santander, HSBC, Hipotecario, Macro y Banco Provincia. Banco Galicia, como agente de garantía, notificó a la CNV que está facultado para ejecutar las garantías asociadas a los financiamientos en representación de los bancos con jurisdicción en Argentina.

Por su parte, Fix, la calificadora de riesgo, degradó la calificación crediticia de Agrofina a la categoría más baja debido al incumplimiento de pagos. Además, otras empresas del sector, como ALZ Semillas, Metalfor, Fuhrmann y Atanor, han visto sus calificaciones reducidas y enfrentan un panorama incierto debido a deudas significativas a corto plazo y a un contexto económico recesivo.

Temor al vaciamiento

El default también genera tensiones entre Los Grobo y los productores, quienes, como acreedores más vulnerables, realizaron un bloqueo de 72 horas en la sede de la empresa en San Miguel del Monte. Exigen el pago de las deudas y temen un posible vaciamiento, ya que, tras la declaración de default, camiones cargados han continuado saliendo de la planta.

Los transportistas, otro grupo afectado, también reclaman el pago de deudas millonarias. Aunque se logró establecer un precario principio de diálogo con el grupo empresario, la falta de un plan concreto sigue alimentando la incertidumbre.

Falta de apoyo de los accionistas

Hasta el momento, los accionistas principales, Victoria Capital Partners y la familia Grobocopatel, no han mostrado disposición para aportar el capital necesario que permita superar la crisis. Esto ha llevado a especular sobre la posibilidad de un recurso preventivo de acreedores, profundizando aún más la incertidumbre en torno al futuro del grupo.

Efecto dominó en el sector

La crisis de Los Grobo ya impacta en otras empresas. Campo Avanzada, en Entre Ríos, declaró su propio default y anunció que no pagará la última cuota de Obligaciones Negociables PyME por $ 6,25 millones. Asimismo, Surcos, que en diciembre defaulteó compromisos por u$s 3,5 millones y $ 9,36 millones, tampoco cumplió con el séptimo pago de sus Obligaciones Negociables, por u$s 69.000.

Agrotensiones políticas

El default comercial y financiero de Los Grobo se ha convertido en un arma política para ciertos actores del sector agroindustrial, que exigen una reducción de las retenciones y una devaluación inmediata de la moneda.

Una disminución en las retenciones podría costarle al gobierno hasta u$s 6.000 millones de los u$s 9.000 millones que obtiene por derechos de exportación, lo que agudizaría el ajuste fiscal y la crisis económica.

El efecto cascada en las empresas del sector no solo evidencia las contradicciones en la política económica oficial, sino que también expone tensiones dentro del bloque capitalista que respalda al gobierno. Esta crisis podría tener repercusiones duraderas en la agroindustria y en la economía argentina en su conjunto.