«El dólar: un retorno a la convertibilidad y los desafíos económicos que enfrenta Milei»


Marina Dal Poggetto alerta sobre el riesgo de atraso cambiario mientras las reservas negativas y una brecha creciente ponen a prueba la sostenibilidad del esquema económico actual.


 

En medio de una inflación desacelerada y un tipo de cambio oficial que parece estable, la economista Marina Dal Poggetto, directora de la consultora Eco Go, advirtió sobre los riesgos inminentes de un atraso cambiario en la Argentina. Según la especialista, el tipo de cambio real está alcanzando niveles peligrosamente similares a los de la convertibilidad, lo que podría comprometer la estabilidad económica del gobierno de Javier Milei en un futuro cercano.

Un dólar “barato” y una brecha insostenible

El mercado cambiario argentino se encuentra segmentado en dos grandes vertientes: un dólar oficial que cotiza a $1.030 y los dólares financieros como el MEP y el contado con liquidación (CCL), que rondan los $1.200. Este desdoblamiento, producto de los controles de capital impuestos en los últimos años, no solo refleja una disparidad significativa, sino que también dificulta la acumulación de reservas por parte del Banco Central.

“Las reservas netas siguen siendo negativas, lo que genera un escenario frágil”, afirmó Dal Poggetto, quien señaló que los esfuerzos por volcar dólares al mercado no han logrado revertir esta situación. La fragilidad estructural del esquema actual pone en cuestión la capacidad del gobierno para sostener el equilibrio cambiario sin una corrección significativa.

El regreso a valores de la convertibilidad

Dal Poggetto fue categórica al describir el actual escenario del tipo de cambio real: «Estamos acercándonos a los valores de la convertibilidad». Este fenómeno, advirtió, es consecuencia de la combinación entre el impacto de la inflación en el ajuste del dólar y la fortaleza de la divisa estadounidense frente a otras monedas.

Aunque el gobierno de Milei evita referirse a este fenómeno como un atraso cambiario, los datos muestran una creciente desconexión entre el dólar oficial y los precios internos. Si bien una inflación en descenso parece un avance significativo, la especialista remarcó que las políticas actuales podrían derivar en un escenario insostenible si no se acumulan reservas internacionales de manera urgente.

La reducción del crawling peg: ¿un arma de doble filo?

Javier Milei confirmó recientemente su intención de disminuir el ritmo de devaluación del dólar (crawling peg) del 2% al 1% mensual, en línea con una inflación que actualmente se sitúa en torno al 2,5% mensual. La meta del gobierno es alcanzar una inflación del 1,5% en el mediano plazo, una cifra ambiciosa en el contexto actual.

Sin embargo, Dal Poggetto advirtió que esta estrategia, aunque atractiva en el corto plazo, podría generar mayores tensiones en el mercado cambiario. Al reducir el crawling peg sin una base sólida de reservas, el gobierno corre el riesgo de agudizar la dependencia de las divisas internacionales y, eventualmente, enfrentar una crisis cambiaria.

La mirada hacia el futuro

En un escenario económico marcado por avances y tensiones, la advertencia de Marina Dal Poggetto resalta la necesidad de abordar los desequilibrios estructurales que enfrenta Argentina. La brecha cambiaria, las reservas negativas y el posible atraso del tipo de cambio real son factores que requieren una estrategia integral y coordinada.

Para el gobierno de Javier Milei, el desafío será equilibrar sus políticas antiinflacionarias con medidas que fortalezcan las reservas y reduzcan las tensiones cambiarias. De no hacerlo, el país podría enfrentarse nuevamente a una crisis económica que amenace con desestabilizar el esquema actual.

 

El riesgo de un atraso cambiario y la fragilidad del sistema de reservas plantean interrogantes sobre la sostenibilidad de las políticas económicas del gobierno argentino. En palabras de Dal Poggetto, el retorno a valores de la convertibilidad no es solo una advertencia, sino una llamada a la acción para evitar un desenlace que la economía argentina ya conoce demasiado bien.