Crisis en el agro argentino: el modelo Milei enfrenta su mayor desafío


A un año de la llegada de Javier Milei a la Casa Rosada, sectores claves de la economía que inicialmente respaldaron su modelo libertario comienzan a expresar dudas y descontento. Entre ellos, el campo enfrenta una tormenta económica que amenaza la viabilidad de numerosos productores.


Un modelo en jaque: los desafíos del campo

El campo argentino, históricamente un motor de la economía nacional, atraviesa un escenario crítico marcado por la caída de los precios internacionales, el incremento de costos, impuestos persistentes y la falta de políticas favorables. Juan José Bahillo, exsecretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, advirtió recientemente: “Si el gobierno no avanza con algún plan, muchos productores quedarán en el camino”.

Bahillo, dirigente del Frente Renovador y oriundo de Entre Ríos, subrayó que la situación del sector se ha deteriorado drásticamente en los últimos meses. “Aumentaron los insumos, continúan las retenciones y subieron los impuestos”, explicó, al tiempo que criticó la falta de medidas concretas para aliviar esta situación.

El impacto de la devaluación

Uno de los factores más determinantes de la crisis actual del agro ha sido la mega devaluación implementada en diciembre de 2023 por el ministro de Economía, Luis Caputo. Esta medida, que llevó el dólar de 300 a 800 pesos, disparó los costos de los insumos dolarizados y afectó directamente la rentabilidad de los productores.

“En noviembre de 2023, con mil kilos de maíz podías comprar 350 litros de gasoil; hoy, con ese mismo volumen, compras menos de la mitad”, ilustró Bahillo. Este aumento del 340% en el precio del gasoil representa un golpe devastador para la actividad agropecuaria, dado que es uno de sus insumos esenciales.

Economías regionales en alerta

Un informe reciente de CONINAGRO, denominado «semáforo de economías regionales», refleja el complejo panorama que atraviesa el sector. En octubre de 2024, últimos datos disponibles, la producción de yerba mate y mandioca se encontraban en situación crítica, mientras que otros cuatro sectores (maní, miel, bovinos y cítricos dulces) mostraban signos de crisis y diez más estaban en alerta.

La entidad, parte de la Mesa de Enlace, señaló que los productores enfrentan «baja demanda, precios sensiblemente por debajo de la inflación y volúmenes de producción y comercio volátiles». Este contexto, sumado a los costos crecientes, complica seriamente las perspectivas de recuperación.

Un modelo que pierde respaldo

El malestar en el campo también se traduce en tensiones políticas. A pesar de haber sido uno de los sectores que respaldaron la candidatura de Milei por su promesa de reducir impuestos y eliminar retenciones, las expectativas no se han cumplido. El desencanto se profundiza con cada medida económica que incrementa las dificultades para los productores.

Recientemente, una declaración de Luis Caputo desató indignación entre los productores bonaerenses, quienes cuestionaron la falta de sensibilidad y conocimiento del gobierno sobre las necesidades del sector. Esta fractura entre el gobierno y el campo amenaza con generar mayores conflictos en los próximos meses.

El futuro del agro en un contexto incierto

El panorama para el agro argentino es sombrío. Mientras los costos continúan escalando y las soluciones políticas parecen lejanas, miles de productores enfrentan la posibilidad de abandonar la actividad. El modelo Milei, que prometía liberar al sector de cargas fiscales y trabas burocráticas, está siendo cuestionado por sus propios aliados iniciales.

La necesidad de un plan de acción urgente es evidente. Sin medidas que estabilicen los costos y fomenten la competitividad, el campo podría sufrir una pérdida significativa de productores, con consecuencias económicas y sociales que impactarán a todo el país.