Informe UCA: La pobreza afecta a la mitad de la población y se agrava el recorte en medicamentos


El Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la Universidad Católica Argentina (UCA) presentó un nuevo informe que arroja cifras alarmantes sobre la pobreza y sus efectos en la vida cotidiana de los argentinos. 


Según el estudio, correspondiente al tercer trimestre de 2024, el 49,9% de la población –unos 23 millones de personas– vive por debajo de la línea de pobreza, lo que si bien implica una leve mejora frente a principios de año, continúa marcando un deterioro interanual.

Impacto del ajuste económico

El informe destaca que el ajuste fiscal, la devaluación y la reconfiguración de precios implementados por el gobierno de Javier Milei a comienzos de 2024 generaron un fuerte impacto en los indicadores sociales. Al asumir la presidencia, la pobreza superaba el 55%, una cifra que, aunque comenzó a revertirse en el segundo trimestre, sigue reflejando las profundas desigualdades estructurales del país.

Agustín Salvia, director del ODSA, calificó el momento actual como un “proceso de transición”, señalando que el modelo político-económico de las últimas décadas alcanzó su límite. “El consumo financiado por déficit y endeudamiento llevó al agotamiento del sistema”, afirmó, subrayando que, aunque las medidas de ajuste tuvieron efectos severos, estos no fueron tan drásticos como podrían haber sido.

Infancia en crisis

El panorama es particularmente crítico para los niños y adolescentes: el 65,5% de los menores de 17 años vive en pobreza y el 19,2% en indigencia. Según el estudio, dos de cada diez niños están en condiciones de pobreza extrema, niveles comparables a los peores momentos de la crisis de 2022.

El análisis también advierte que la pobreza infantil no solo se concentra en los sectores más vulnerables, sino que avanza sobre los estratos medios, reflejando un deterioro generalizado en la estructura social.

Privación alimentaria y recortes esenciales

Otro dato que evidencia la magnitud de la crisis es el aumento de la privación alimentaria, que afecta al 24,3% de los hogares, un nivel comparable al de 2004-2005. Además, la asistencia social ha sido clave para contener un mayor deterioro: sin la AUH y otros programas, la pobreza habría alcanzado el 55,4%.

El informe subraya el deterioro de la capacidad de ahorro y el ajuste en gastos esenciales. Solo el 9,1% de los hogares puede ahorrar mensualmente, mientras que un tercio de las familias debió recortar en medicamentos (29,4%), atención médica (31%) y servicios públicos como luz, gas y agua (27,1%).

Precariedad laboral en aumento

El mercado laboral sigue mostrando signos de fragmentación: apenas cuatro de cada diez trabajadores cuentan con empleo pleno, mientras que la mayoría se enfrenta a empleos precarios o informales. En este contexto, casi el 45% de los trabajadores del sector informal reside en hogares pobres, un contraste marcado con el 23,2% en el sector formal.

Un futuro incierto

El informe concluye que la Argentina atraviesa una etapa crítica donde el agotamiento del modelo económico se refleja en cifras que, más allá de los matices, evidencian una profunda crisis social. Los desafíos de la gestión económica y social seguirán siendo determinantes en los próximos meses, especialmente para los sectores más vulnerables.

La realidad que muestran los números no es abstracta: se refleja día a día en los barrios, en los hogares y en las decisiones que millones de familias deben tomar para subsistir.