El fallo judicial que confirmó la condena contra Cristina Kirchner podría convertirse en una nueva carta a favor de la ex presidenta, quien sigue siendo una figura central en la política bonaerense. En un escenario marcado por la inflación, el aumento de tarifas y el descontento generalizado con la situación económica, el recuerdo de los años kirchneristas cobra una relevancia inesperada.
Santiago Giorgetta, director de la consultora Proyección, presentó un análisis que revela la paradoja de la condena: lejos de debilitarla, la sentencia parece alimentar la figura de la líder peronista, especialmente en la provincia de Buenos Aires, donde gran parte de la población aún asocia su gestión con un período de mayor estabilidad económica.
Nostalgia en tiempos de crisis
El descontento económico no es solo una cuestión de números. La inflación, la inseguridad y los bajos salarios encabezan la lista de preocupaciones de los bonaerenses, según el último sondeo de Proyección. Pero hay un elemento que destaca especialmente en la memoria colectiva: el precio de los servicios públicos. Para muchos, la era kirchnerista fue sinónimo de subsidios que aliviaban las facturas de luz y gas, una carga que en el contexto actual, representa hasta el 25% de los ingresos familiares promedio.
«Hay un recuerdo muy presente de que durante la gestión de Cristina Kirchner, las tarifas no eran un problema. Es algo que reconocen incluso votantes de Milei y otros sectores opositores», señala Giorgetta. Este sentimiento de nostalgia podría traducirse en un aumento del apoyo a cualquier candidato que cuente con el respaldo de CFK, especialmente si la situación económica sigue deteriorándose en los próximos meses.
Un escenario electoral polarizado
De cara a las elecciones legislativas de 2025, la provincia de Buenos Aires emerge como el epicentro de una nueva batalla electoral. Según Giorgetta, si Cristina Kirchner y Axel Kicillof logran consensuar un candidato, ese candidato sería el favorito indiscutido en la provincia. «La fórmula más fuerte sería la que cuente con el apoyo conjunto de Cristina y Kicillof», afirma el analista.
Mientras tanto, otros actores políticos intentan redefinir sus estrategias. La Libertad Avanza, con Javier Milei a la cabeza, necesita fortalecer su alianza con el PRO de Mauricio Macri para tener opciones de competir seriamente. «Milei solo podría ser competitivo si se une al PRO», sostiene Giorgetta, indicando que el futuro del liberalismo dependerá en gran medida de la capacidad de la oposición para encontrar un discurso unificado.
Un dilema radical
El radicalismo, por su parte, se enfrenta a un dilema existencial: definir su rol en un panorama cada vez más polarizado. Según Giorgetta, el intento del partido centenario de mantenerse al margen tanto del kirchnerismo como del oficialismo liberal de Milei podría diluir su relevancia. «No tienen claro a quién representar ni cómo hacerlo en un contexto donde parece que todo gira en torno a Cristina y a Milei», concluye el analista.
Persecución o justicia: una narrativa que fortalece
Para una parte significativa de la sociedad, la condena a Cristina Kirchner se interpreta como un intento de proscripción política. Este relato de persecución ha logrado calar hondo en amplios sectores del electorado bonaerense que ven en la ex presidenta no solo a una líder política, sino a una figura que representa una época de estabilidad y resistencia ante el avance del neoliberalismo. En un país que enfrenta recurrentes crisis económicas, esa narrativa tiene un peso simbólico que no puede ser subestimado.