Los BRICS y una arquitectura financiera alternativa


 

En la misma declaración de los participantes se indica que los objetivos que surgieron de ella fueron dos: trabajar por la realización de un nuevo “orden mundial democrático” (mas bien “democratizado”, léase ajustarlo a las nuevas relaciones de fuerzas reales) y alejarse de la “dolarización” del sistema internacional. Pero “Sigue habiendo, sin embargo, profundas diferencias entre los 36 Estados reunidos en Kazán sobre cómo interpretar estos objetivos”. Quizás por ello las definiciones son siempre matizadas, y algunos comentaristas (los de más expectativas) las consideran insuficientes.

En estos mismos puntos y dudas vemos que, como mínimo, la idea de abrir canales diversos para el comercio, las finanzas, la logística, etc. es un objetivo material, no solo declarativo. De por si es bastante, ya que eliminaría, o más bien, colocaría en competitividad al dólar, y a todo el sistema organizado en torno a él. Aunque este lejos de “revolucionar el sistema”. Pero lo cierto es que la resistencia del occidente geopolítico a estos intentos puede llevar (y de hecho están llevando) a una agudización, aceleración y hasta una posible radicalización de las reformas. De la reforma a la ruptura. Solo como hipótesis.

Aunque no está de más recordar al inicio de esta nota, que los países reunidos y los posibles incorporados no constituyen sociedad, o sistemas socioeconómicos distintos en forma radical a los occidentales en el sentido marxista. Sino “modos de acumulación” o de “regulación” alternativos; y que expresan también una discusión del orden mundial, en el mismo sentido que lo expresaron las guerras mundiales, las napoleónicas o la guerra de los 30 años.

El grupo BRICS fue fundado en 2006 y celebró su primera cumbre en 2009. A la formación BRICS del 2010, Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, se unieron en enero de este año Irán, Egipto, Etiopía y Emiratos Árabes Unidos (Argentina rechazó/deshizo en forma ruidosa esa posibilidad cuando había sido admitida, y Arabia Saudí aún está en veremos); y se han sumado en esta cumbre un importante grupo de nuevos Estados que no son miembros de pleno derecho sino sólo “socios oficiales”: Argelia, Bielorrusia, Bolivia, Cuba, Indonesia, Kazajistán, Malasia, Nigeria, Tailandia, Turquía, Uganda, Uzbekistán y Vietnam. Venezuela fue rechazada por las dudas sobre su sistema político. Entre los criterios para ingresar en BRICS se exigen relaciones amistosas con los actuales miembros, no apoyar sanciones económicas aplicadas sin autorización de la ONU y defender la reforma del Consejo de Seguridad.

Estuvo presente el secretario general de la ONU el portugués Antonio Guterres, quien está siendo muy atacado por varios temas; especialmente por Israel, porque Guterres niega apoyar los crímenes de los judíos; y ahora por reunirse en esta cumbre con Vladimir Putin. Sin embargo, que el secretario general de la ONU preste atención a un foro que representa la mayoría de la población mundial y (según como se mida) más de la mitad (o cerca) del PBI mundial, parece lógico, siendo Putin el anfitrión y quien lo presidía.

Según los datos publicados por la plataforma Statista[1], en términos de PIB mundial en “paridad de poder adquisitivo” (capacidad de compra interna) desde 2018, los BRICS han superado a los países del G7 en al menos 5 puntos porcentuales, lo que confirma una tendencia creciente. Aunque es de destacar que, en PBI nominal en dólares al tipo de cambio internacional, el PBI sigue siendo un poco menor. Los 10 países del BRICS ampliado representan el 35,6% del PIB mundial en términos de paridad de poder adquisitivo (más que el 30,3% del G-7) y el 45% de la población mundial (el G-7 representa menos del 10%), segun Foreign Affairs[2].

La tendencia al decrecimiento relativo del occidente geopolítico es evidente: en 1982, el G7 (EEUU, Canadá, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y Japón) representaba 50% del PIB global por PPA (contra 10% del BRICS ampliado) y 70% del PIB nominal. Cuatro décadas después, los BRICS superaron al G7 en PBI- PPA. En una década desde el cambio de milenio la cuota del grupo en la producción mundial pasó del 8% al 19%. Según Embajada Abierta, para el 2023 China seguía siendo el miembro más poderoso de los BRICS, con un PIB de 16,3 billones de dólares (70% del total del bloque), seguida de Rusia con 1,4 billones, India con 2,9 billones, Brasil con 1,9 billones y Sudáfrica con 360 mil millones. Es de tener en cuenta que los niveles de renta per cápita entre miembros varían significativamente. India (2.389 dólares) es menos de una quinta parte del de China (12.720 dólares) y una sexta parte del de Rusia (15.345 dólares). Y la geopolítica también los diferencia: India integra el QUAD, con Estados Unidos, Japón y Australia, mientras China (gran rival estratégico y sistémico de EEUU) mantiene una firme alianza con Rusia[3].

Los BRICS representan una fuerza económica global en ascenso. Controlan más del 20% de las reservas mundiales de oro, liderados por Rusia y China (en los últimos años han venido acumulando oro en cantidad, lo que puede indicar una estrategia respecto al desprendimiento del dólar), y producen más del 50% del gas y más del 40% del petróleo a nivel global. En las últimas décadas, el grupo ha contribuido con más del 40% del crecimiento económico mundial, y se proyecta que su tasa de crecimiento promedio para fines de 2024 será del 4%, superando a los países del G7 (1,7%) y la tasa global (3,2%), según el FMI.

Podríamos desde nuestra perspectiva dividir el documento final en tres partes. Una hasta el ítem 56, en que se declaran una serie de intenciones relacionadas con el sistema mundial. Una segunda relacionada con la arquitectura económica, comercial y financiera, que es la que nos parece la más destacada y que más implicancias puede tener para provocar cambios en el orden actual; y una tercera donde se platean cuestiones de cooperación en relación con temas de educación, cultura, deportes, ecología, etc.

El primer punto del documento final señala que la reunión de Kazán tiene como objetivo el “Fortalecimiento del Multilateralismo para un Desarrollo y una Seguridad Globales Justos”. Como vemos no dice nada novedoso ni rupturista, todas las declaraciones de foros de cualquier tipo globales incluyen sentencias similares. El ítem tres señala: “nos comprometemos aún más a fortalecer la cooperación en el BRICS ampliado bajo los tres pilares de la cooperación política y de seguridad, económica y financiera, cultural y entre los pueblos, y a mejorar nuestra asociación estratégica en beneficio de nuestros pueblos a través de la promoción de la paz, un orden internacional más representativo y justo, un sistema multilateral revigorizado y reformado, el desarrollo sostenible y el crecimiento inclusivo”.

Es clave como muestra del espíritu y política concreta de la cumbre respecto a los organismos financieros globales existentes el ítem 11; que señala: “Reafirmamos nuestro compromiso de mantener una Red de Seguridad Financiera Mundial fuerte y eficaz, cuyo centro sea un FMI basado en cuotas y dotado de recursos suficientes. Hacemos un llamamiento a la reforma de las instituciones de Bretton Woods, que incluya una mayor representación de los EMDC en los puestos de liderazgo para reflejar la contribución de los EMDC a la economía mundial”. Según el mismo FMI,[4] el 59,1% del poder de voto en el FMI está en manos de países que representan el 13,7% de la población mundial, mientras que la participación conjunta de India y China representa solo el 9%, por lo tanto, según el informe del mismo fondo se sugiere que el organismo debería reformar su composición. En el mismo sentido es de atender el ítem 83 donde se señala tajantemente que “nos oponemos a las medidas proteccionistas unilaterales, que perturban deliberadamente las cadenas mundiales de suministro y producción y distorsionan la competencia”. En esto no pareciera haber mucha distancia con la ortodoxia conceptual liberal de los organismos multilaterales.

Básicamente la declaración refleja un reclamo que viene hace tiempo, recordemos declaraciones en la ONU de Hugo Chávez, o de la misma Cristina Fernández, y en la pasada reunión de la asamblea discursos como los de Georgia Meloni o Recep Tayyip Erdoğan. En este sentido, la mayoría de los países del mundo están dando cuenta de que el orden de posguerra tanto en lo político como en lo económico, está agotado; sin dudas los balances de poder de posguerra lo están. Y el sistema internacional debe ser reformado para dar lugar a los nuevos equilibrios de poder, e inclusive a la cambiante dinámica de los mismos. Los BRICS representan esto. No niegan las instituciones internacionales, ni la existencia de normas, o el multilateralismo: piden su reforma. De hecho, la ONU, el FMI, la OMC, la misma “agenda 2030”, el G20, etc. son señalados como organismos validos pero necesario de reformar y “democratizar”; dando cuenta de las cuotas de poder actuales y una mayor presencia al “Sur global”.

Esencialmente los puntos en que se desarrollan las cuestiones financieras están en la siguiente parte del documento. Allí es donde se plantean organismos propios. Pero más bien que propios, podríamos decir la creación de un sistema más plural. Porque los BRICS señalan (y esto es un consenso) “Estamos profundamente preocupados por el efecto perturbador de las medidas coercitivas unilaterales ilegales, incluidas las sanciones ilegales, en la economía mundial, el comercio internacional y el logro de los objetivos de desarrollo sostenible”, se refieren a sanciones unilaterales, a la intención de expropiar los activos rusos en el exterior y usarlos a discreción, a perturbar los mercados por intereses geopolíticos nacionales, etc. Los BRICS así promueven reformar el sistema existente y crear uno acorde a sus prioridades nacionales (de grandes, medianas o pequeñas, con las nuevas incorporaciones, económicas en crecimiento, frente a la defensa del statu quo que hace occidente) y de conformidad con la legislación nacional (alertan reiteradamente del intervencionismo, directo e indirecto). Señalan que “las medidas coercitivas unilaterales, en forma de sanciones económicas (…) y sanciones secundarias que son contrarias al derecho internacional, tienen implicaciones de gran alcance para los derechos humanos, incluido el derecho al desarrollo”, o sea el desarrollo económico es parte de los derechos humanos.

Y en el mismo sentido abordan la agenda 2030. Temas del cambio climático, el agua y la protección de la naturaleza, que son tratados en los ítems 15 al 20. Con una extensión notoria, pero sin diferencias con occidente salvo en lo que hace a ser usados como herramienta intervencionista por sobre las soberanías nacionales. En este sentido abordan los derechos humanos, que deben ser aplicados “de manera no selectiva, no politizada y constructiva y sin dobles raseros. Pedimos que se respeten la democracia y los derechos humanos. A este respecto, subrayamos que deben aplicarse tanto en el plano de la gobernanza mundial como en el nacional”. Es evidente que tiene una visión más plural respecto a la democracia. O que los BRICS hablan de sistemas distintos cuando mencionan a la democracia. Unos, los occidentales, referencian a la democracia occidental liberal de mercado con una serie de valores y nuevas tendencias, más universales y homogéneas. Los BRICS sin dudas, hablan de sistemas donde la participación popular se exprese de formas diversas y construyan sociedades de valores específicos, salvo en caso extremos, cada uno organiza su país como se devenga de su proceso histórico particular.

Lo mismo para la cuestión de la ecología y el cambio climático que es tajantemente señalado en el Ítem 83 ”las medidas proteccionistas unilaterales, punitivas y discriminatorias, que no están en consonancia con el derecho internacional, bajo el pretexto de preocupaciones ambientales, tales como los mecanismos unilaterales y discriminatorios de ajuste fronterizo del carbono (CBAM), los requisitos de diligencia debida, los impuestos y otras medidas, y reconfirmamos nuestro pleno apoyo al llamamiento de la COP28 relacionado con la evitación de medidas comerciales unilaterales basadas en el clima o el medio ambiente”. Lo sorprendente es que lo hacen bajo argumentos anti proteccionistas, aunque en realidad se refieren a las disputas en la OCDE, y/o los intentos de EEUU y ahora de Europa occidental de poner trabas al despliegue económico mundial chino.

Es interesante como desarrolla desde los ítems 25 a 29, habla de la solución pacífica de los conflictos. En los puntos 30 y 35 aborda a la actual guerra de Medio oriente. En un sentido de llamado a la paz, pero señalando lo imposible de ocultar (salvo para el occidente geopolítico) que Israel usa una fuerza desproporcionada y hace alarde doctrinal del castigo colectivo, lo que está fuera de las normas vigentes. Y califica, en el punto 32, de ataques terroristas a las acciones de Israel contra los dispositivos de intercomunicación de Hizbollah. “Expresamos nuestra preocupación por los crecientes incidentes de ataques terroristas relacionados con las capacidades de las TIC. A este respecto, condenamos el acto terrorista premeditado de detonar dispositivos de comunicación portátiles en Beirut el 17 de septiembre de 2024, que causó la pérdida de vidas y heridas a docenas de civiles. Reiteramos que estos ataques constituyen una grave violación del Derecho Internacional”. Sin embargo, también condenan sin nombrarlos a los Hutíes por intentar bloquear el comercio (o hacerlo de hecho) en el estrecho de Bab el Mandeb, y lo hacen en consonancia con la lógica del conjunto del documento que tiende a criticar a quienes ponen trabas al comercio mundial y se alejan de las “normas” de la OMC. Es evidente que China busca que los puntos clave del mundo (estrechos, canales, pasos entre mares o interoceánicos) sea seguros y libres a su comercio.

Inclusive la condena a Israel es clara, pero no contundente, y sin implicancia para el conjunto de los miembros. Podemos pensar a que los BRICS son una alternativa geopolítica, pero no una estructura tipo OTAN o las demás alianzas occidentales, más homogéneas y con una cabeza visible. Los BRICS son diversos y dejan gran margen de acción; y, de hecho, así como Sudáfrica promueve la condena por genocidio a Israel, India es un socio simpatizante del estado judío. Por ello es que la incorporación de nuevos miembros ha sido moderada con una categoría previa, ya que, al ser un organismo diverso de pares, en que las resoluciones se toman por consenso, un número muy grande de estados con intereses variados podrían paralizar al organismo. Recordemos por ejemplo que Turquía es de la OTAN. Arabia Saudí, Egipto y sobre todo Emiratos, son países aliados de EEUU, o inclusive la débil Cuba discutir, votar y vetar en pie de igualdad con China. Ilógico desde el punto de vista geopolítico.

Es de destacar como la declaración final hace una mención muy liviana respecto de la principal guerra que involucra a uno de los actores fundamentales de los BRICS: Rusia. “Recordamos las posiciones nacionales relativas a la situación en Ucrania y sus alrededores, expresadas en los foros apropiados, incluidos el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y la Asamblea General de las Naciones Unidas. Destacamos que todos los Estados deben actuar de forma coherente con los Propósitos y Principios de la Carta de las Naciones Unidas en su totalidad e interrelación. Tomamos nota con aprecio de las propuestas pertinentes de mediación y buenos oficios, encaminadas a una resolución pacífica del conflicto mediante el diálogo y la diplomacia”. Lo que no deja de llamar la atención, y mostrar cierta dificultad para abordar el tema. O quizás esa será una característica del BRICS, una autonomía en aspectos que hace a las causas geopolíticas nacionales, Ya que también podemos indicar que, si bien en la ONU muchos de los países condenaron la invasión rusa a Ucrania, en la práctica en términos concretos no se adhirieron a ninguna sanción y buscan eludir todos los artilugios occidentales para bloquear a Rusia.

El tema del terrorismo y la delincuencia transnacional aparece con el mismo lenguaje y conceptos que en los foros internacionales de defensa y seguridad occidentales. Sosteniendo que, como en todos los demás ítems, “no se debe politizar”. Es una señal suave en el marco de un foro muy amplio como los BRICS respecto a la calificación de “terroristas” que realiza EEUU con una discreción arbitraria solo encuadrada en sus propios intereses. Debemos tener en cuenta, por ejemplo, que la mayoría de los BRICS consideran a Hamas una organización legítima, representante de los Palestinos, mientras que en occidente es el apotegma del terror.

Lo mismo en el tema de la “delincuencia transnacional” y de los intentos de usar estas doctrinas de seguridad global para actuar sobre la soberanía de los países. “Consideramos que la lucha contra la delincuencia organizada transnacional es una de las áreas clave para la cooperación internacional en materia de aplicación de la ley. Observamos asimismo que esta cooperación no debe politizarse” a avanza en los siguientes puntos 53 54 y 55 en los temas de corrupción, lavado de activos, ciberdelincuencia. Y la necesidad de fomentar la intervención común y la generación de un marco normativos para la utilización de las TICs” (en este sentido es la condena a Israel por los ataques a los intercomunicadores de uso público). Como vemos en el foro aparece la intención de “no partir el mundo en dos bloques”, de hecho, las incorporaciones indicarían que esto no es posible sin altos costos para occidente. Pero los ámbitos de confrontación son claros. Hamas no es terrorista ni Irán “patrocinador del terrorismo”, para los BRICS, eso es una “utilización política” por parte de occidente de valores que deberían ser comunes.

Bajo el título “Fomento de la cooperación económica y financiera para un desarrollo mundial justo” la declaración de los BRICS presenta una serie de instituciones financieras que tienden a romper la hegemonía del dólar, y a pluralizar los mecanismos que actualmente occidente geopolítico monopoliza.

Señalan que “Subrayamos la necesidad de reformar la actual arquitectura financiera internacional para hacer frente a los desafíos financieros mundiales, incluida la gobernanza económica mundial para que la arquitectura financiera internacional sea más inclusiva y justa”.

Son varias iniciativas en desarrollo y/o creación: el Nuevo Banco de Desarrollo (NDB); el Mecanismo de Cooperación Interbancaria (MCI) de los BRICS; la Iniciativa de Pagos Transfronterizos de los BRICS (BCBPI); Una infraestructura transfronteriza independiente de liquidación y depósito, BRICS Clear; el Acuerdo de Reservas Contingentes (ACC) de los BRICS; y el Canal Rápido de Seguridad de la Información de los BRICS (BRISC). Presentados del ítem 62 al 70.

Esto es complementado con dos ítems previos que indican una línea alternativa de funcionamiento de las economías capitalistas nacionales. Primero, en el ítem 61, señalan la necesidad de reducir la deuda de los países más afectados mediante un acuerdo multilateral del G20 y los grupos acreedores privados, llamando a repartir la carga, ya que esta es un ancla para el desarrollo. Como vemos la solución a la deuda externa es una estrategia de negociación moderada.

Y aparece una cuestión clave: “Reconocemos que el uso de la financiación mixta es una forma eficaz de movilizar capital privado para financiar proyectos de infraestructuras. Observamos el importante papel que desempeñan los bancos multilaterales de desarrollo y las instituciones financieras de desarrollo, en particular los bancos nacionales de desarrollo, en la ampliación institucional del uso de la financiación combinada”. Este punto es uno de los disparadores de la arquitectura financiera BRICS, el sostén de la economía mixta con un impulso estatal en el marco de la multilateralidad y el financiamiento donde el mercado juegue un papel como socio. En realidades una estrategia plenamente capitalista, pero que se asocia más a ideas regulacionistas; o en su extremo, tal como decía Deng hacer del capital “un pájaro que hay que dejar volar dentro de una jaula”. Aunque para la amplitud y diversidad de países que integran el organismo, es una definición diferencial al esquema mas liberal y desregulado.

No podemos negar que la solución del problema de la deuda, tal como se desarrollan las cosas desde los 90 nos parece mas bien una declaración de intenciones. Aunque la segunda idea de la economía “mixta” si se emparienta con una arquitectura económico financiera mundial reformada y con las nuevas instituciones de los BRICS. Podemos inducir que los BRICS apoyan una libre circulación a nivel mundial, pero la orientación política interna de la inversión. Aunque no podemos dejar de interrogarnos de la posible contradicción de intereses entre potencias exportadoras de productos manufacturados y países en desarrollo que deseen industrializarse.

Nuevo Banco de Desarrollo (NDB)

El NDB fue creado oficialmente el 15 de julio de 2014 con ocasión de la sexta cumbre de los BRICS en Fortaleza, Brasil. Concedió sus primeros créditos a partir de fines de 2016. Los cinco países fundadores tienen, cada uno, una parte igual del capital del banco y ningún derecho de veto. El NDB, cuenta con miembros como Bangladesh, Emiratos Árabes Unidos y Egipto. Uruguay está por hacer efectiva su participación. Hasta ahora su rol ha sido mas bien moderado. Según Lula, la causa de cierto poco interés demostrado en las personas que los países miembros designan al frente del mismo. Lo que indica falta de voluntad política (suponemos que no se refiere a Dilma)

Ahora eso podría cambiar. La declaración señala que “la financiación en moneda local y el fortalecimiento de la innovación en las herramientas de inversión y financiación” se priorice. “Alentamos al Banco a seguir los principios impulsados por los miembros e impulsados por la demanda, el empleo de mecanismos de financiación innovadores para movilizar la financiación de fuentes diversificadas, y en este sentido, reconocemos la iniciativa de crear una nueva plataforma de inversión para aprovechar la infraestructura institucional existente del NDB para impulsar el flujo de inversión en los países de los BRICS y los mecanismos del Sur Global”.

Además, impulsan que este banco sea un nuevo Banco Mundial el siglo XXI. Esto es sin dudas una apuesta audaz frente a la arquitectura occidental y necesitará importantes fuentes de financiamiento en monedas alternativas al dólar, para capitalizar el banco. “Estamos pendientes de la reforma del FMI porque la representatividad actual no garantiza que estén representadas las economías emergentes con su poder económico real”. Sin embargo, precisó Rousseff, la creación del Banco de Desarrollo “no es una respuesta a eso, es una respuesta a nuestras necesidades” y demuestra que vivimos en “un mundo multilateral”.

El Nuevo Banco de Desarrollo, cuya sede se ubica en la ciudad china de Shanghái, contó con un capital inicial suscrito y desembolsado de 50.000 millones de dólares, de los que cada socio aportará una quinta parte, aunque ya se ha autorizado una ampliación hasta los 100.000 millones de dólares. Esta forma “El banco representará una alternativa para las necesidades de financiación de los países en desarrollo” “compensará las deficiencias de crédito” que existen actualmente en las instituciones financieras multinacionales, según Rousseff. Ha desembolsado en la última década sólo un tercio de los fondos que el Banco Mundial comprometió a nivel mundial solo en 2021, lo que muestra el nivel modesto de su capacidad actual; como la supresión de financiamiento a Rusia desde el 2022, lo que también indica que aún no es un organismo que disponga de las herramientas necesarias para eludir las trabas occidentales.

El Acuerdo de Reservas Contingentes (ACC) de los BRICS.

Es una iniciativa que existe desde el mismo momento del Banco de desarrollo, pero es un fondo débil para los fines planteados. Sin embargo, se espera potenciarlo elevándolo de 50000 a 100000 millones de U$S en poco tiempo. Esta muy relacionado con el Nuevo banco de Desarrollo, que preside Rousseff. Es un mecanismo importante para prevenir las presiones a corto plazo sobre la balanza de pagos, reforzar aún más la estabilidad financiera y “ayudará a que los países eviten problemas de presión (por la falta) de liquidez a corto plazo”.  El documento final también señala la intención en que ese fondo se dirija a poder funcionar con monedas alternativas al dólar.

Sin embargo, esta interesante iniciativa que podría ser una alternativa el FMI, aun parece muy débil para ser pensada como tal. De hecho, parece ser el principal interés de los miembros al menos en la declaración final, el hecho de democratizar y reflejar el balance de poder real actual en las instituciones existentes, entre ellas el FMI. Pero parece que la tendencia, en medio de una confrontación declarada de occidente contra China y Rusia será el fortalecimiento de las instituciones alternativas. Por ello se va creando una infraestructura necesaria. La CRA, mientras tanto, es esencialmente un acuerdo de autoseguro para abordar las posibles presiones de la balanza de pagos a corto plazo: Los accionistas aportan capital a la CRA y a cambio pueden asegurar recursos modestos cuando se enfrentan a crisis de liquidez.

El Mecanismo de Cooperación Interbancaria (MCI) de los BRICS

Desde nuestro punto de vista, una de las claves que muestra la intención de una arquitectura financiera alternativa está en el siguiente punto. Se instruye al mecanismo de cooperación interbancaria (MCI) de los BRICS a “estudiar la viabilidad de establecer una infraestructura independiente de liquidación y depósito transfronterizos, BRICS Clear”. Este mecanismo tiene a rivalizar con SWIFT. La Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication (literalmente, ‘Sociedad para las Comunicaciones Interbancarias y Financieras Mundiales’ SWIFT). La función del sistema básicamente es Transferencia de crédito al cliente, Transferencia de las instituciones financieras, Consulta y Respuesta, Estado de cuentas, Información Servicio de Valor añadido.

¿Qué es en SWIFT?

Es una sociedad internacional, propiedad de unos 3500 miembros (todas instituciones financieras) como socios accionistas, que tiene a cargo una red internacional de comunicaciones financieras entre bancos y otras entidades financieras. En diciembre de 2018, la SWIFT tenía enlazadas más de 11 000 entidades financieras en 204 países. No obstante, la supervisión de SWIFT recae sobre un consejo formado por los bancos centrales del Grupo de los Diez (Alemania, Bélgica, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Países Bajos, Reino Unido, Suecia y Suiza) y el Banco Central Europeo. Como vemos este mecanismo es una herramienta determinante en el sistema de transacciones financieras mundiales controlado por el occidente geopolítico.

China ya ha creado una inicial alternativa: El sistema de pagos interbancario internacional (CIPS) Sistema de Pago Interbancario y Transfronterizo (CIPS, del inglés Cross-Border Interbank Payment System). Lanzado en 2015, el CIPS tenía unos 2.000 participantes en julio, en comparación con los 11.000 usuarios del SWIFT. A partir de julio de 2024, CIPS cuenta con 150 Participantes Directos y 1401 Participantes Indirectos. Entre los participantes indirectos, 1047 participantes son de Asia (entre ellos 565 de China continental), 239 de Europa, 52 de África, 24 de América del Norte, 22 de Oceanía y 17 de Sudamérica. Las empresas cubren más de 4.700 instituciones bancarias en 184 países y regiones de todo el mundo. Ya es más o menos 1/3 de la capacidad del sistema occidental. Como señala la declaración final en el ítem 66: “Reconocemos la importancia de explorar la viabilidad de conectar la infraestructura de los mercados financieros de los países BRICS. Acordamos discutir y estudiar la viabilidad del establecimiento de una infraestructura transfronteriza independiente de liquidación y depósito, BRICS Clear, una iniciativa para complementar la infraestructura del mercado financiero existente, así como la capacidad de reaseguro independiente de los BRICS”. Como indicamos más arriba este mecanismo no tan visible para la gente común, es una infraestructura digital clave que puede sacar bancos del sistema, o impedir transacciones, etc. La nueva estructura muestra la seriedad de las intenciones de los BRICS. Aunque es de destacar: es una estructura alternativa, no “distinta”, sino una estructura que busca romper la dominación geopolítica de un grupo de potencias sobre el sistema financiero. No cambiar el sistema. Pero sin dudas es un golpe el dominio total de occidente sobre el mismo.

En el Ítem 65 desarrollan la Iniciativa de Pagos Transfronterizos de los BRICS (BCBPI), intrínsecamente relacionado con las anteriores iniciativas, cuyo objeto es potencial el uso de las monedas nacionales en el comercio, y desarrollar una moneda digital a través del BRICS pay. “Alentamos el fortalecimiento de las redes bancarias corresponsales dentro de los BRICS y la habilitación de liquidaciones en monedas locales en línea que es voluntaria y no vinculante, y esperamos con interés nuevos debates en este ámbito, incluso en el Grupo de Trabajo de Pagos de los BRICS”. Es un sistema de pagos basado en tecnología blockchain [5], pilaren esta estrategia. Bajo este sistema financiero, cada nación del grupo puede mantener su propia red de pagos nacional, conectada a la plataforma BRICS Pay. De esta manera, la interconexión entre las redes de pago nacionales se realiza de forma descentralizada, permitiendo que los bancos participantes establezcan relaciones directas con bancos extranjeros u otras instituciones financieras. Y así evitar depender de otras instituciones financieras occidentales y evitar la dependencia del dólar, según explicó el ministro de Finanzas ruso, Antón Siluanov, en una entrevista con RT el 10 de octubre.

Con el BRICS Bridge, los pagos del comercio entre socios por transacciones públicas y privadas se harían en las monedas nacionales y el banco NBD actuaría como plataforma para la integración, conversión y compensación. También circulaba la idea de que Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica propusieran el “petroyuan” para el comercio de petróleo, aunque de esto no hay datos concretos en el documento final y creemos que dependerá de Arabia Saudita en gran parte. Este país petrolero ya comercia fuera del área dólar con China, y cuyo príncipe regente señaló hace un mes que se tomaban medidas para dejar en el pasado los compromisos del “petrodólar”.

Para cerrar este tema, pocos ítems más abajo, el documento señala que “los resultados de los primeros simulacros transfronterizos” del “Canal Rápido de Seguridad de la Información de los BRICS (BRISC)”, muestran que se avanza en la capacidad de adaptación del nuevo sistema financiero de los BRICS ante las perturbaciones del sistema internacional vigente dominado por occidente.

Moneda de los BRICS

El presidente chino, Xi Jinping, había señalado que una moneda BRICS representaría una oportunidad crucial para promover un mundo multipolar que reduzca la dependencia del dólar estadounidense. Sin embargo, nada aparece al respecto en la declaración final. Podemos ver la tendencia general, como el hecho que se esperaba apareciera una iniciativa clara en este sentido, pero aun no. El hecho es que los países BRICS han aumentado en cantidad sus reservas en oro. Lo que puede indicar que se va en ese camino de creación de una unidad monetaria respaldada por el oro. Lo que es razonable frente al dólar una unidad de cuenta solo respaldada por los EEUU y sus maquinitas de imprimir, y sus ejércitos (en realidad por la dependencia de todo el sistema de posguerra respecto de los EEUU, lo que le da esa libertad). Pero es de destacar que el dólar, sigue siendo la principal divisa de reserva (aunque cayó un 14% desde 2002, representando en el 2022 el 58%) y del comercio global con más de 40% de los pagos. El comercio en dólares intra BRICS representó en el 28,7 % en 2022. Pero, el dólar sigue y agudiza su caída desde el inicio de la guerra de Ucrania, aunque no es una cuestión de corto plazo.

Bolsa de cereales

Rusia propuso la creación de una bolsa de cereales de los BRICS,[6] ya que nuclean a importantes exportadores de cereales, entre ellos la misma Rusia que es el mayor exportador. Señaló Putin que “Los países BRICS son algunos de los mayores productores de cereales, legumbres y semillas oleaginosas del mundo. En este contexto, propusimos abrir una bolsa de cereales BRICS (…) ayudará a establecer indicadores de precios justos y predecibles para los productos y materias primas, considerando su rol crucial en la seguridad alimentaria (…) La implementación de esta iniciativa contribuirá a proteger los mercados locales de interferencias externas, la especulación y los intentos de crear escasez artificial de alimentos “. También indicó que se podría avanzar en el futuro a Bolsas de metales, gas, etc.

Este tema se relaciona con el ítem 73 de la declaración final donde los BRICS se comprometen a garantizar un mercado mundial de cereales que garantice la producción y comercio justo de los mismos y la libre circulación sin interferencias. Indicando especialmente el perjuicio a los países pobres importadores de alimentos. Lo mismo para los fertilizantes y demás insumos. Considerando que se violan las normas de la OMC cuando ciertos países establecen restricciones. Para esto la nueva bolsa de cereales, rompiendo el monopolio occidental, sería una herramienta para mejorar el comercio mundial. Es de destacar que el lenguaje esta más cercanos al liberalismo pleno que a una idea soberanista. Como también que esta iniciativa rusa es más que una declaración de intenciones, de hecho, han sondeado a productores y acopiadores locales de Argentina para sumarlos a la iniciativa.

En el ítem 74 ponderan las Zonas Económicas Especiales (ZEE) de los países BRICS “para la cooperación comercial e industrial y la facilitación de la fabricación, incluidos, entre otros, los sectores de alta tecnología de la economía, la tecnología de la información y los servicios habilitados para la tecnología de la información, el turismo, la infraestructura portuaria y de transporte, el desarrollo y la comercialización de tecnologías, así como para la producción de nuevos tipos de productos de valor añadido. También reconocemos que las Zonas Económicas Especiales ofrecen inmensas oportunidades para fomentar la inversión adicional en áreas prioritarias del desarrollo económico”. Estas son zonas francas, o zonas especialmente diseñadas para favorecer la inversión extranjera.

En este caso parecen zonas de competencia con las occidentales, o reservadas, ya que son para inversiones BRICS. No expresan una situación alternativa, sino una competencia, espacio de inversión garantizados para las grandes empresas de los BRICS. En este sentido vemos una alternativa; pero sin embargo habría que analizar las características de los contratos de inversión que se acuerdan. Pensamos que ante las exigencias extremas de liberalismo y concesión de las multinacionales occidentales la emergencia de otro polo quizás puede significar una apuesta al desarrollo, no solo al saqueo. Eso habrá que verlo, cosa que en Argentina no podremos hacer.

Sin embargo, las principales inversiones que hemos visto están radicadas en obras de infraestructura para dotar a los países de capacidades logísticas de insertarse en el comercio mundial (por ejemplo, en la ruta de la seda). Mas que para su industrialización, eso parece depender de las políticas internas. Aunque podríamos pensar que el modelo chino de inversión extranjera, consistía en aceptar empresas productivas de capital extranjeros, pero que debían asociarse y trabajar en conjunto con una empresa local. Y así en paralelo a la radicación extranjera surgían empresas con capacidades similares prendiendo (copiando) el desarrollo y saltando etapas. Claro, eso requiere control estatal sobre unos cuantos instrumentos e inversión local. Y nos remite al viejo debate sobre si producir lo que el extranjero nos proporciona, que dentro del sistema liberal nunca se resuelve sin una fuerte dirección política de la inversión.

En el ítem 70 destacan que “las cadenas de suministro seguras, resilientes, estables, eficaces y abiertas son cruciales para el desarrollo sostenible. Reconociendo el papel de los Miembros del BRICS como los mayores productores mundiales de recursos naturales, subrayamos la importancia de fortalecer la cooperación de los Miembros del BRICS en toda la cadena de valor y acordamos tomar medidas conjuntas con el objetivo de oponernos a las medidas proteccionistas unilaterales que son incompatibles con las disposiciones vigentes de la OMC”. Nos parece interesante este punto. No por su ruptura con el orden occidental, sino por lo contrario. En este sentido los BRICS parecen ser liberales mas genuinos. Libre comercio y circulación en el mundo que garantice la integración de las cadenas de valor a nivel mundial, y que impida que algún país o institución pueda hacer uso de su poder diferencial para interrumpirlas, aplicar sanciones o impedir el comercio de x con y. por el motivo que sea.

Está claro que la soberanía en la actualidad depende de que un país pueda garantizarse sus cadenas de valor, suministros etc. (en ese sentido es similar a la lógica mahaniana de controlar las líneas de comercio mundial, puntos de apoyo y aprovisionamiento claves). Pero esto puede significar cualquier cosa, porque para un país desarrollado esto es la libertad de comercio desde un centro de materia primas hasta sus fábricas, etc. Pero para un país pobre la cuestión es más difícil de ver de la misma forma.

Quedan una serie de puntos que la declaración final de los BRICS aborda. Sin dudas, algunos producto de los intereses parciales de sus miembros, o declaraciones respecto de temas específicos de importancia. Un punto es el de la promoción de las PYMEs a nivel colectivo. Con la declaración de generar espacios para que el desarrollo de los BRICS las incluya por ser consideradas como en general se hace, dadoras de empleo y, como contracara, son fundamentales para que los hogares tengan ingresos. Se señala que la “nueva revolución industrial” será abordada a través de la “Asociación para la Nueva Revolución Industrial (PartNIR)” que incluye la “Industria 4.0 entre los países BRICS y promover las asociaciones y el aumento de la productividad en la Nueva Revolución Industrial. Respaldamos la decisión del Grupo Consultivo PartNIR de crear siete grupos de trabajo, entre ellos sobre Industria Química; Minería y Metales; Transformación Digital de la Industria; PYME; Fabricación Inteligente y Robótica; Industria Fotovoltaica; Dispositivos Médicos y Farmacia”. Anuncia la promoción “sobre el tema de la IA, (…) a través del Grupo de Estudio sobre IA establecido por el Instituto BRICS de Redes Futuras (BIFN)”. Y del ítem 80 al 91 trata problemas de producción de minerales, energía cambio climático, con un énfasis en la cuestión de no perjudicar el desarrollo y a los países productores. Lo que se ajusta a las insistentes declaraciones de los BRICS de la utilización con fines políticos de las agendas de DDHH, genero, ecología etc. También señalan la intención de establecer “el diálogo interinstitucional para explorar más a fondo las posibilidades de cooperación en la exploración y utilización del espacio ultraterrestre con fines pacíficos y, a este respecto, acogemos con satisfacción la declaración de los jefes de las Agencias Espaciales de los BRICS”.

A modo de cierre

Cuando hace 16 años, en el 2008, en el inicio de la crisis económica mundial, George W. Bush convocó a la primera reunión mundial del G20, parecía que se iba a establecer un organismo que podía lograr un nivel de acuerdos para una especie de “gobierno mundial”, en la era de la globalización. Allí estaban las principales economías de las potencias y las “emergentes”, con dos tercios de la población mundial y más del 80 por ciento de su comercio y PIB.  Un nivel de representatividad que el G7 ampliado al G8 no tenía. Lo integraban Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Rusia, Reino Unido, Sudáfrica, Turquía, más la UE.  Mientras que el G8 lo integraban Francia, Estados Unidos, Reino Unido, Rusia, Alemania, Japón, Italia y Canadá (el G8 se forma a partir de la incorporación de Rusia al G7, como miembro pleno en el 2002).

Paralelamente a esto el 20 de septiembre de 2006, los ministros de relaciones exteriores de Brasil, Rusia, India y China se reunieron en Nueva York con motivo del debate de la Asamblea General de las Naciones Unidas. En el 2009 desarrolló su primera cumbre y en el 2010 cobro la forma de BRICS con la incorporación de Sudáfrica. Desde antes de su institucionalización la idea de los BRIC era un acrónimo mencionado en el 2001 por el economista Jim O’Neill (economista de Goldman Sachs). Quien acuñó el nombre para agrupar a los fines del análisis económico a Brasil, Rusia, India y China, países a los que consideraba los principales mercados emergentes, muy propicios para la inversión extranjera. Los BRIC (muy parecido fonéticamente a “ladrillo” en inglés) eran para Goldman los países muy poblados, con economías ascendentes, una clase media en proceso de expansión, un crecimiento superior a la media global y potenciales herederos del poderío económico limitado a los miembros del llamado G7, que ya eran viejas economías y poblaciones.

Sin embargo, la competencia geopolítica altero el orden económico y los mecanismos de gobernanza mundial. Occidente, especialmente los EEUU comenzó a visualizar que China era un adversario peligroso a nivel sistémico. Y Occidente globalista en general se enfrentó con Rusia por el dominio de Ucrania. Esto llevó a la expulsión de Rusia del G8 en el 2014. Y a la paralización del G20. Con la consecuente emergencia de los BRICS, cada vez más, como alternativa. Aunque como vimos a lo largo de este documento, la intención pública de sus integrantes respecto del G20, o el FMI, la OCDE etc. sean moderadas.

La expulsión de Rusia revivió la importancia estratégica del G7 y las reuniones de Davos como una coalición unida de democracias liberales de mercado avanzada y afines, comprometidas con los valores y las normas internacionales promovidos por occidente. Los documentos que emana de Davos en sintonía con los de OTAN son una “declaración de guerra” contra China y Rusia, y expresan a lo más agresivo de la elite globalista occidental. Algunos en Washington abogan por expandir el G7 para incluir otras dos “democracias” influyentes, Australia y Corea del Sur, así como la propia UE, para crear un grupo Democracias 10 o D10. Si vemos quienes formaban el G20 en el 2010 y quienes forman partes hoy de los BRICS o el G7 podemos notar una fractura.

Según analiza en influyente Think Tank “Fondo Carnegie para la Paz Internacional”.[7] De orientación neoliberal con “contenido social”, la cumbre de Kazán avanzó en instituciones alternativas, pero en forma moderada. En lugar de un asalto frontal al orden global existente, es avance de los BRICS es más medido e incremental. Como podemos verificar los BRICS están agrupando un conjunto diverso de potencias de gran nivel y medias, y construyendo un espacio para avanzar a pesar de sus diferencias. Así crean una plataforma para jugar con las reglas e instituciones del sistema multilateral, y paralelamente construyen mecanismos propios. Los Estados Unidos y sus socios del occidente geopolítico tendrán también en su terreno parte del devenir de los BRICS en tanto alternativa. Como en la guerra, la dirección de las operaciones depende de ambos contendientes.

La confrontación que los EEUU ha promocionado hasta hoy, apunta a una mayor posibilidad de que los BRICS avancen hacia un nuevo orden. Una estrategia de occidente moderada, de adaptación y de aceptación de un orden multipolar, puede también adaptar las estrategias BRICS. Veremos. Sin embargo, hasta hoy más que los BRICS lanzarse al asalto y demolición de las instituciones occidentales, estos piden reformas e inclusión. Mientras que los occidentales son los que se lanzan a la confrontación, los dados están en el aire, pero las políticas de occidente han quemado algunos puentes que ya no son reconstruibles. Lo cierto es que para los países de mediano desarrollo con estrategias nacionales claras es un tiempo de oportunidades con la emergencia de alternativas.

Guillermo Martín Caviasca*, Doctor en Historia UBA / Autor de libros de historia sobre el movimiento obrero, historia militar y geopolítica / Experto en Defensa. Miembro del equipo de PIA Global