«Cooperación Sur-Sur: El Ascenso del BRICS y la Lucha por un Orden Más Justo»


El rol de Xi Jinping en la consolidación del BRICS ha sido clave para posicionar a este grupo de economías emergentes como un mecanismo crucial para la cooperación internacional, especialmente en el contexto del Sur Global.


La agrupación de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, ampliada recientemente con la inclusión de nuevos miembros, refleja una tendencia hacia la multipolaridad y un reequilibrio de poder en un sistema internacional históricamente dominado por Occidente.

Uno de los elementos centrales en la estrategia de China es la creación de un frente unido entre los países en desarrollo frente a los desafíos globales. La ampliación del BRICS y su creciente influencia económica, representada por el aumento de su participación en el PIB mundial, son indicativos de una transformación geopolítica en curso. Esta agrupación no solo busca integrar sus economías, sino también consolidarse como un actor global con peso político, económico y cultural.

El Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) es un ejemplo clave de esta cooperación pragmática. Financia proyectos de infraestructura y desarrollo en los países miembros, desafiando así la hegemonía de las instituciones financieras tradicionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial. Esto refleja un cambio en el poder económico global, donde las economías emergentes buscan mayor autonomía y una distribución más equitativa de los recursos y el poder de decisión.

Más allá de su impacto económico, el BRICS también simboliza una innovación en la cooperación internacional. A diferencia de las alianzas políticas y militares lideradas por Occidente, este grupo promueve una integración más inclusiva, rechazando la lógica de «el ganador se lleva todo» y la mentalidad de la Guerra Fría. Este enfoque fomenta un espíritu de apertura y beneficio mutuo, que permite a los países en desarrollo cooperar en igualdad de condiciones y sin imposiciones ideológicas.

La expansión del BRICS responde a la creciente demanda de países que buscan alternativas a las estructuras de poder dominadas por Occidente. La creciente participación de países del Sur Global refleja una voluntad de construir un nuevo orden mundial basado en la cooperación, el respeto mutuo y la no intervención. En este sentido, el BRICS se posiciona no solo como un bloque económico, sino también como un actor diplomático clave en la resolución de conflictos y la promoción de la paz y seguridad global.

China, bajo el liderazgo de Xi Jinping, ha subrayado su compromiso con un desarrollo inclusivo y ha promovido la idea de un orden internacional más justo y equitativo. El país asiático ha dejado claro que su objetivo no es reemplazar el poder occidental, sino reformar el sistema global para corregir las desigualdades estructurales y permitir que los países en desarrollo jueguen un papel más activo en la gobernanza internacional. Este enfoque está alineado con la creciente cooperación sur-sur y con la idea de construir un futuro compartido basado en la prosperidad común.

La ampliación del BRICS y su creciente influencia en los foros internacionales podrían cambiar significativamente el equilibrio de poder global en los próximos años. La nueva arquitectura de la gobernanza internacional, impulsada por las economías emergentes, ofrece una alternativa viable a las instituciones occidentales tradicionales y abre la puerta a una mayor autonomía de los países del Sur Global en sus procesos de modernización y desarrollo sostenible.

En síntesis, la visión de China para el BRICS y el Sur Global está orientada a construir un futuro compartido, que trascienda las rivalidades hegemónicas y promueva un nuevo orden mundial más equitativo. Esto coloca a las economías emergentes en una posición clave para liderar una transformación global hacia una multipolaridad efectiva, desafiando las viejas estructuras de poder que han prevalecido desde la Segunda Guerra Mundial. La multipolaridad emergente, junto con la cooperación reforzada entre los países en desarrollo, promete remodelar el sistema internacional y ofrecer nuevas oportunidades para el progreso y la prosperidad de millones de personas.

AM