Los votantes de Schiaretti se alejan de Milei y descolocan a Llaryora. El núcleo duro le reclama al gobernador que confronte con el Presidente.
El núcleo duro del cordobesismo está enojado con Javier Milei: rechaza su gestión, considera que la Nación destrata a Córdoba y quiere que Martín Llaryora tenga una actitud beligerante con el Presidente al momento de defender los intereses de la provincia, al tiempo que considera que sería positivo que Juan Schiaretti vuelva a participar activamente en política, pensando esto último en clave electoral.
Estas son algunas de las conclusiones que derivan de la encuesta a través de la cual la consultora Zeta, que conduce el politólogo Juan Cruz Gómez, se presentó en sociedad con un estudio de 850 casos efectivos en toda la provincia de Córdoba.
De los números surge que el 58% de quienes hace un año votaron a Schiaretti rechaza hoy al Gobierno de Milei y considera que la gestión libertaria prioriza a los grandes empresarios, ricos y políticos, mientras que destrata a jubilados, pobres, clase media y docentes.
Además de las tradicionales preguntas de cómo votaría y de si aprueba o rechaza las gestiones, el estudio se mete con distintas narrativas discursivas, de cuyo análisis se desprende el rechazo que crece entre los votantes de Schiaretti hacia el gobierno de Milei.
Por ejemplo: ante la afirmación «Milei está haciendo un buen gobierno dado el país que heredó de los gobiernos anteriores», el 57% de los cordobeses la convalida, pero entre los votantes del cordobesismo sólo el 34% acepta la excusa: la mayoría de los votantes de Schiaretti está en desacuerdo.
A la afirmación «el Gobierno de Milei destrata a Córdoba» la rechaza el 44% de los encuestados, pero entre quienes votaron por Schiaretti la percepción es totalmente opuesta: 56% está de acuerdo y convalida la discriminación.
En ese sentido, cuando se expone que «el gobernador Llaryora debe discutir y pelear contra Javier Milei y el Gobierno Nacional para defender los intereses de Córdoba», el 59% del electorado lo acepta, pero entre los schiarettistas ese porcentaje trepa al 70%.
Finalmente, Schiaretti logró una aceptación positiva respecto de una candidatura. 47% se pronunció a favor ante la afirmación «sería bueno para Córdoba que Juan Schiaretti vuelva a participar en política», pero ese porcentaje se eleva a 65% en el núcleo de votantes del peronismo cordobés.
En el capítulo de imágenes, Schiaretti lidera con amplia comodidad, en un resultado que coinciden todas las encuestas disponibles. En el caso de Zeta, le asigna 61% de positiva. Milei y Llaryora tienen 54% y 53% respectivamente, aunque el gobernador cordobés tiene un rechazo un poco menor al del presidente.
Luis Juez aparece como el opositor mejor plantado, con 45% de positiva aunque con un 40% de rechazo que también le impone un techo; mientras que De Loredo tiene un 37% de aceptación, un 34% de rechazo y un amplio desconocimiento de casi 30 puntos.
Cristina Kirchner y Sergio Massa son los dirigentes con mayor rechazo (69% de negativa), seguidos por Mauricio Macri, reprobado por el 47% (aunque con una positiva de 44%).
Un último dato para destacar, que explica el equilibrio que intenta Llaryora respecto de Milei, y que también anticipa un problema para Luis Juez y Rodrigo de Loredo: el gobernador cordobés es aprobado por los votantes de Milei (no por los de Bullrich), lo que representa una ecuación compleja de resolver para los dos opositores que especulan con conformar una alianza con los libertarios.
De acuerdo con Zeta, Llaryora cosecha una aprobación de 51%. Al desglosar ese porcentaje surge que el gobernador cordobés conserva el apoyo del cordobesismo (70% de aprobación de la gestión) y de la mayoría de los liberarios: 48% califica de positiva su gestión, sobre 38% que la rechazan. Entre los votantes de la extinta Juntos por el Cambio, Llaryora es valorado positivamente por apenas el 30% de sus votantes.