El gobernador Axel Kicillof y Cristina Kirchner se reunirán esta tarde en medio de un clima de máxima tensión dentro del peronismo. La interna está al rojo vivo, y el futuro político de Kicillof podría definirse en este encuentro clave.
Cristina Kirchner ha acelerado su avance para tomar el control total del Partido Justicialista, sin dejar espacio para dudas. Luego de aceptar conducir el PJ a nivel nacional, ha comenzado a desplazar a aquellos dirigentes que buscaban darle una estructura más organizada y funcional al partido. La Cámpora, su brazo político, ha redoblado la presión para que todos los sectores alineen sin reservas, incluido el propio Kicillof.
Kicillof bajo presión
Axel Kicillof ha adoptado una postura de distanciamiento en esta disputa interna. Aceptó la invitación de los intendentes de la Región Capital para encabezar el acto del 17 de Octubre, sin sumarse explícitamente al clamor por la candidatura de Cristina. Sin embargo, La Cámpora y la exmandataria no consideran suficiente esta actitud neutral y buscan una definición contundente de Kicillof, presionándolo para que abandone su protagonismo en ese evento clave.
El dilema de Kicillof: seguir o ceder
Para Kicillof, acceder a la demanda de bajarse del acto del 17 de Octubre significaría un golpe devastador para su futuro político. Entre sus allegados, crece la preocupación de que ceder a las exigencias de Cristina podría costarle el apoyo de aquellos que lo han defendido frente a los embates de La Cámpora. En medio de esta encrucijada, el gobernador ha mantenido su discurso de que las internas son perjudiciales en un momento de extrema dificultad para la gestión pública.
La reunión de esta tarde será decisiva, y aunque el resultado es incierto, lo que está en juego es el equilibrio de poder dentro del peronismo.
