Según se filtró, se estableció en las últimas horas un canal de comunicación entre Cristina Kirchner y Axel Kicillof para negociar los términos de un posible acuerdo, que aún no se ha cerrado. Este canal de diálogo es facilitado por un emisario no identificado que actúa como intermediario entre el Instituto Patria y La Plata, manteniendo la comunicación exclusiva entre Cristina y Kicillof, sin la participación de sus entornos más cercanos.
A medida que se acercan las elecciones internas del Partido Justicialista (PJ), todo parece indicar que Cristina Fernández de Kirchner deberá enfrentar una disputa que no desea. Sin embargo, tras bambalinas, se están llevando a cabo negociaciones para evitar un enfrentamiento directo, donde Axel Kicillof juega un papel crucial. Ambos líderes están trabajando contrarreloj en un posible acuerdo de unidad que abarque tanto al peronismo nacional como al bonaerense, identificando a Javier Milei como el verdadero adversario electoral.
Recientemente, se ha establecido un “ducto” de comunicación entre Cristina y Kicillof, facilitado por un emisario no identificado que actúa como intermediario. Este canal de diálogo es exclusivo para ellos dos, dejando fuera a sus entornos más cercanos. Aunque los detalles de la negociación aún no están cerrados, se ha filtrado un esquema preliminar: la jefatura del PJ nacional podría estar vinculada a la del PJ bonaerense. Esto implicaría que el kirchnerismo mantenga el control a nivel nacional mientras Kicillof asumiría la conducción provincial.
Este arreglo tendría un costo significativo para Cristina, ya que implicaría sacrificar la posición de su hijo, Máximo Kirchner. Por su parte, Kicillof podría utilizar esta nueva jefatura para consolidar su liderazgo en la provincia y distanciarse del temor de convertirse en un nuevo Daniel Scioli. Ambos se encuentran en una situación política inédita; mientras Cristina esperaba una aclamación automática por su figura, Kicillof comienza a mostrar señales de resistencia interna.
La situación es delicada y llena de tensiones, especialmente con el desafío que representa Ricardo Quintela en la carrera por la presidencia del PJ. A medida que se desarrollan estos acontecimientos, el futuro del peronismo y la estrategia electoral contra Milei penden de un hilo.