La crisis del siglo XXI, la manipulación mediática y el surgimiento de los BRICS

 
Los acontecimientos del siglo XXI dan testimonio de la aproximación de un cambio de época, Enrique Dussel lo llamo tras modernidad, frente a quienes lo denominan como la posverdad, el metaverso, la posmodernidad, etc.

Este periodo es acompañando de oscuros pronósticos por una serie de intelectuales dejando un mensaje de resignación frente a lo inevitable. Estos sombríos vaticinios generalmente provienen de la vieja Europa que desencantada de sus expectativas revolucionarias tratan de explicar su naufragio, preocupación que quedo registrada tanto en el arte como en libros.  Para tomar un ejemplo, la novela de ficción «el extranjero» de A. Camus llevada al cine y el existencialismo sartreano huyendo de la realidad, dan testimonio del hombre que trata de explicarse a si mismo frente al fracaso de su entorno.

 

Luego del naufragio de la revolución rusa (con el ascenso del estalinismo), la derrota de Rosa Luxemburgo, el surgimiento del nazismo y la hecatombe de la segunda guerra mundial las expectativas de un proceso revolucionario desaparecen.  Entonces comienza una «revalorización» de la modernidad con un relanzamiento del sistema capitalista a través del plan marshal.

El objetivo explicito era competir con el bloque oriental, principalmente la URSS estalinista. Esto fue un nuevo impulso al desarrollo de una modernidad, hasta llegar a la década de los setenta cuando el dólar deja de tener el respaldo del oro y el sistema comienza a ser totalmente financiero imprimiendo una velocidad mayor a la autodestrucción.

Estas fueron y aun son las verdaderas razones para estar desencantados y huir de la realidad, así se puede entender los razonamientos de Ana Frank (tan difundido en nuestros medios intelectuales) con su conocida frase «la banalidad del mal» refiriéndose a Ehichmann juzgado en Israel. No es casual la trascendencia de ese comentario para ocultar la verdadera razón de la catástrofe de Europa. Esa irracionalidad tiene su origen en la época colonial, se aplicaba de manera sistemática en sus colonias del hemisferio sur eliminando aquellos que se consideraban inferiores o no humanos.  Conocida en la discusión entre Sepúlveda y Bartolomé de Las Casas sobre si los indios de América tenían o no alma, si merecían ser considerados o no humanos. En África y en oriente se practicó la esclavización y eliminación de aquellos que no eran productivos (igual que Alemania con sus campos de concentración). Así es como con la frase «la banalidad del mal» se oculta el verdadero rostro de las metrópolis colonialistas. Del grupo de Frankfurt, al cual también estuvo vinculada Ana Frank, el único que planteo una mirada más perspicaz fue Walter Benjamín.

Lo que han tratado de ocultar y suprimir a vuelto a resurgir. La manera de organización de los pueblos y sus hábitos de vida han sobrevivido al saqueo colonial material y al epistemistemicidio, término acuñado por Bonaventura de Souza que se refiere a la eliminación de todo el saber de pueblos originarios.

Es  así como vemos esta nueva impronta que resiste y se enfrenta  a  esta crisis mundial sin precedentes en donde las fábricas han desaparecido y su lugar  lo ocupan entidades financieras que ni siquiera tienen lugar físico, están en el espacio virtual generando un poder supranacional que no tiene bandera, o mejor dicho toma la bandera que defienda sus intereses con los «fierros» en este caso serían los  estados unidos de norte América, situación que no beneficia al pueblo norteamericano sino solo a una pequeña minoría llamada deep-state (estado profundo) que junto al uno por ciento de la población mundial posee más del noventa y nueve por ciento de las riquezas del planeta.

En la segunda mitad del siglo XX las experiencias militares en América Latina, en especial las del cono sur, llamadas «plan cóndor» destituyeron gobiernos populares para instaurar una administración a fin a los intereses económicos del norte. hay un testimonio olvidado y ocultado  de la respuesta de  Kissinger, canciller de  EE.UU. en ese  entonces, a un periodista sobre que pronosticaba respecto del golpe de  estado recientemente ejecutado en la  Argentina en el año  1976 a lo que  respondió: «si los militares hacen lo que tienen que hacer van a  tener éxito » Es  así como en ese periodo propiciaron los golpes militares para resguardar y proseguir con una política económica que beneficie al país del norte, una  vez  realizada la tarea ya no eran necesarios y consecuentemente propiciaron la continuidad de la administración  por  otros medios, es decir, a  través de gobiernos democráticos pero que  no avanzaran sobre los intereses de las empresas  extranjeras. Esto deja claro que lo que importa en el capital, conocida es la frase de la mafia «no es nada personal son cuestiones de negocios».

 

Relacionado con lo anterior sufrimos la manipulación de la población que se realiza desde siempre, ya lo decía Simón Bolívar «nos dominan más por el engaño que por la fuerza», sucede que ahora es mas extensiva en razón del avance de la técnica, incisiva y masiva por la proliferación de los móviles. Noticias falsas y campañas de desinformación.  La reacción ante esto ha llevado a que casi la mitad de la población mundial que tiene acceso a esos medios utiliza otras plataformas que tienen una mayor independencia de occidente, tal es el caso de los países del este, China, Rusia, Irán, Corea del Norte y otros, y los que se han sumado recientemente Venezuela y Brasil que censuraron a la red X por no cumplir las normas internas de cada país.

Esto es acompañado por un rápido declive del dólar que obedece principalmente a la nueva hegemonía de los BRICS. Esto se acelera pues las mismas compañías que pertenecían al mudo occidental se pasan al bloque asiático, tal es el caso de muchas automotrices europeas y también americanas pues lo único que les interesa es la rentabilidad de sus ganancias.

Una nueva alternativa está naciendo hay que ver de qué modo se implementa.