La encuesta también revela un fuerte deterioro en los indicadores económicos y un aumento en el endeudamiento familiar para cubrir gastos básicos.
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, es percibido como el principal referente opositor a nivel nacional, con una puntuación de 34,6, según un estudio reciente. En un segundo lugar aparece el diputado Leandro Santoro, con 15,7 puntos, seguido por el ex candidato a presidente Sergio Massa, con 15,4, quien mantiene su relevancia desde la última campaña presidencial.
Este mismo relevamiento destaca que solo uno de cada cuatro argentinos está de acuerdo con el veto presidencial a la nueva fórmula jubilatoria. Además, la preocupación por la estabilidad emocional del presidente creció, afectando ya al 50,8% de los encuestados, mientras que un 49% considera que Javier Milei no es creíble.
Los datos provienen del “Monitor de Opinión del mes de septiembre”, elaborado por la consultora Proyección, dirigida por los sociólogos Santiago Giorgetta y Manuel Zunino, ambos graduados de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM). La encuesta fue realizada entre el 8 y el 14 de septiembre a través de método CAWI (entrevistas asistidas por computadora), sobre una muestra de 1490 casos, respetando parámetros de sexo, edad, regiones y nivel educativo. El margen de error es de 2,54 puntos porcentuales.
Proyección es también la consultora que comenzó a realizar grupos focales y entrevistas en profundidad a votantes de Javier Milei residentes en el conurbano bonaerense, siendo la primera en detectar señales de arrepentimiento. «Algunos de los entrevistados, en esa circunstancia, rompieron en llanto», menciona el informe, resaltando la carga emocional presente en estos testimonios.
El informe también refleja un deterioro en los indicadores económicos comparado con el mes de agosto. La cantidad de personas que afirman no llegar a fin de mes, pese a haber reducido gastos, aumentó al 31,7%, frente al 28% del mes anterior. Por otro lado, aquellos que aseguran que “nos alcanza para lo que necesitamos” disminuyeron del 29,1% al 24,4%.
Respecto al rumbo económico del país, solo un 31% considera que es el correcto, mientras que un 43,3% opina lo contrario. Además, el 25,7% de los encuestados no sabe qué pensar al respecto. «La incertidumbre suele ser el estadio intermedio de quienes abandonan el optimismo oficialista», agrega el análisis, señalando que el tránsito directo hacia la oposición es mínimo.
Uno de los aspectos más preocupantes de la situación económica es el nivel de endeudamiento familiar. Solo el 38% de los encuestados afirmó no haber pedido dinero prestado recientemente, mientras que el 62% restante tuvo que recurrir a diversas fuentes de financiamiento, como amigos o familiares (31%), tarjetas de crédito (13,1%), préstamos bancarios (8,1%), entidades financieras (5,8%) y aplicaciones digitales (3,2%). La mayoría de estos préstamos se destinaron a gastos básicos como alimentos (24,2%), servicios públicos (15,8%) y alquileres (6,9%).
La conclusión es clara: el endeudamiento se está utilizando para cubrir gastos corrientes, lo que plantea una gran interrogante sobre cómo enfrentarán esos mismos gastos en el futuro con recursos cada vez más limitados debido a la necesidad de devolver los préstamos.
En la misma línea, el último estudio de la consultora Zuban & Córdoba confirmó una tendencia similar en la pérdida de credibilidad del oficialismo. Un 64% de los encuestados dijo estar utilizando sus ahorros para llegar a fin de mes, y un 77% considera que la pobreza en Argentina está en aumento. Además, el 71,7% cree que es falso que las jubilaciones superen a la inflación, y el 68,9% opina que no es cierto que el empleo esté mejorando.
El informe también resalta que las instituciones con mayor credibilidad son las universidades públicas y el sistema de salud pública, superando el 70%. En contraste, las redes sociales, a las que el presidente otorga gran importancia, solo son vistas como creíbles por un 22% de los encuestados.
«Argentina se enfrenta nuevamente a uno de sus problemas crónicos: el desgaste de sus oficialismos ante la falta de resultados concretos. Este desgaste empieza a manifestarse en la desaprobación de cuestiones puntuales, para luego extenderse a otras áreas y afectar la imagen de la gestión en general», concluye el informe.