«El mago del Kremlin» de Giuliano da Empoli

El mago del Kremlin de Giuliano da Empoli es una novela que explora las intrincadas dinámicas de poder en la Rusia contemporánea a través de la figura de Vadim Baranov, un personaje ficticio inspirado en individuos reales que han estado detrás del trono de poder de Vladimir Putin. La obra entrelaza política, psicología y una profunda mirada al régimen autoritario ruso, revelando las sombras detrás del Kremlin y su forma de gobierno en el siglo XXI.


El poder detrás del poder: Vadim Baranov

El personaje principal, Vadim Baranov, es una figura enigmática que actúa como el «mago» que orquesta, desde las sombras, los movimientos estratégicos de Vladimir Putin y su gobierno. Baranov es un hombre que pasa de ser un productor de televisión a convertirse en el asesor político más influyente del Kremlin. En este sentido, el libro resalta la evolución de los tecnócratas, comunicadores y asesores como piezas clave del poder político moderno.

El autor dibuja a Baranov como el arquitecto de la imagen pública de Putin, encargado de manejar la percepción y las emociones del pueblo ruso. Aquí, se presenta la idea de que el poder no solo se ejerce a través de la violencia o la fuerza, sino también mediante la construcción de narrativas y símbolos que fortalezcan el control sobre la población.

El uso de la narrativa y los símbolos

Una de las ideas más importantes de El mago del Kremlin es el papel central que tienen las narrativas y los símbolos en el mantenimiento del poder autoritario. Baranov, como estratega detrás de Putin, es consciente de la importancia de construir una mitología en torno al líder y al Estado ruso. El autor refleja cómo, en la Rusia de Putin, se ha utilizado el nacionalismo, el orgullo histórico y la reactivación de la memoria imperial para legitimar el régimen.

Da Empoli describe cómo el régimen de Putin combina referencias al pasado soviético con elementos de la historia zarista, proyectando una imagen de Rusia como una fortaleza sitiada por enemigos externos (Occidente), que necesita un líder fuerte y decidido para defenderla. La narrativa de la grandeza nacional se entrelaza con la represión interna y la demonización de los opositores, que son presentados como agentes del caos o traidores al país.

El control de los medios y la manipulación de la percepción

Como en Los ingenieros del caos, en El mago del Kremlin se examina cómo el control de los medios de comunicación es una herramienta esencial para los regímenes autoritarios. Baranov, exproductor televisivo, aplica su conocimiento de la manipulación mediática para crear una imagen coherente y poderosa de Putin ante la opinión pública. Se muestra cómo la televisión estatal y otras plataformas mediáticas son utilizadas no solo para informar, sino también para moldear la realidad de los ciudadanos rusos.

Da Empoli subraya que el Kremlin ha aprendido a usar la tecnología moderna para desinformar y fragmentar, no solo dentro de Rusia, sino también en el escenario global, a través de campañas de desinformación dirigidas a Occidente. El régimen de Putin ha demostrado un dominio extraordinario en el uso de medios para sembrar la duda, tanto en sus enemigos internos como en sus críticos externos.

El poder como juego de sombras

El libro presenta el poder en el Kremlin como un constante juego de sombras, donde lo que se ve en la superficie rara vez refleja las verdaderas dinámicas que operan detrás de escena. Putin, según el relato, es tanto una figura pública como un símbolo cuidadosamente construido para representar estabilidad y autoridad, pero el verdadero poder fluye a través de una red de actores invisibles, como Baranov, que trabajan detrás del escenario.

El autor sugiere que el poder en Rusia no es monolítico, sino que depende de una serie de equilibrios entre diferentes facciones y grupos de interés, todos bajo el manto protector de Putin. Estos actores no solo buscan preservar el régimen, sino también proteger sus propios intereses dentro del sistema corrupto y clientelar del Kremlin.

La soledad del poder

Un tema recurrente en El mago del Kremlin es la soledad que acompaña al poder absoluto. Baranov, a pesar de su influencia y su proximidad al centro del poder, termina aislado, consciente de que en el mundo del Kremlin la confianza es un recurso escaso y efímero. El libro presenta a Putin y su círculo íntimo como figuras atrapadas en una jaula de desconfianza, donde el poder se convierte en una carga y en una fuente de paranoia constante.

Este aislamiento no solo afecta a los líderes, sino también a la sociedad rusa en general, que se ve inmersa en una cultura de control, vigilancia y represión que destruye el tejido social y político. Da Empoli muestra cómo, en última instancia, el poder totalitario destruye tanto a quienes lo ejercen como a quienes lo padecen.

Conclusión

El mago del Kremlin es una obra que ofrece una mirada fascinante y oscura sobre los mecanismos del poder autoritario en Rusia. A través de la figura de Vadim Baranov, Giuliano da Empoli desentraña las complejas interacciones entre la manipulación mediática, las narrativas nacionalistas y el control emocional como pilares fundamentales de un regimen autoritario. Al explorar los engranajes del poder desde adentro, el libro nos invita a reflexionar sobre los peligros del autoritarismo moderno y la fragilidad de las democracias ante la manipulación de la percepción y la verdad.