Las tres grandes ramas que mide el organismo registraron valores negativos. La baja más notoria fue la industrial, que consumió  10,2% menos de energía eléctrica que en los primeros cinco meses del año pasado. Le siguieron petróleos y minerales   con -8,5% y  alimentación, comercios y servicios  con -0,3%.

Por otra parte analizando otras estadísticas específicas por rubros, tenemos a la industria de la construcción que engloba a elaboración de cemento y canteras que en el período (enero-mayo) del  año pasado con el actual, muestra un valor de -20, 9%. La industria textil con un saldo también negativo con -12,7%. Esto es el resultado del decreciente poder adquisitivo que tienen los consumidores y repercute en escala ascendente hasta los productores.

Un dato alentador  viene de la mano de los sectores que aumentaron su demanda  como cargas y puertos  porque está estrictamente vinculado a las exportaciones,  con una suba del 17,4% y la industria de la alimentación y artículos de consumo masivos un 0,5%.

En la sección de minerales, la extracción  creció un 3,4%, impulsada en gran medida por el auge de la industria del litio en el norte. En segunda instancia la extracción de petróleo, cuya demanda eléctrica sufrió una caída del 10,5%, pese al impulso de Vaca Muerta en Neuquén.

En contrapartida a los datos de la industria, CAMMESA  tiene como referencia que a raíz de las temperaturas tan bajas que se registraron a lo largo del país, el consumo residencial aumentó un 28% frente al mismo mes del año anterior mientras que los grandes consumidores bajaron -1.8%