“Es la economía estúpido”. Esta frase que quedó enclavada en los anales de la historia parece no terminar de captarla el gobierno nacional. La estrepitosa caída de las ventas provocada por el abrupto deterioro del salario real, que en algunos sectores llega al 40%, hace que la producción caiga en esos mismos valores provocando una serie de despidos y suspensiones que no hacen otra cosa que afectar aún más a un mercado interno profundamente debilitado.
Nos convertimos, de la noche a la mañana, en uno de los países más caros en dólares, de los menos competitivos a nivel industrial e hicimos trizas el mercado interno, a la par que la exportación. Se sigue primarizando la economía ya que solo se le da envergadura a los productos del campo, la minería y los energéticos. A ese modelo de país le sobran no menos de 25 millones de habitantes. El genocidio que se está llevando a cabo con los jubilados, enfermos oncológicos, las cientos de familias que vagan por las calles porque se quedaron sin techo producto de la alocada suba de los precios de los alquileres y los desocupados que buscan en los tachos un poco de comida ¿es para que le cierre el modelo?
Es inútil seguir llorando en los rincones. Esto lo debemos arreglar nosotros, entre todos, en unidad de criterio y acción. En el macrismo salimos con el slogan “NI UNA PYME MENOS”. Hoy es el momento de luchar por esa consigna. Demasiado rápido se destruye una empresa (en la práctica están cerrando dos a tres diariamente) pero es muy difícil volver a abrirla. Porque es difícil que el empresario vuelva a tener confianza, ganas, voluntad y fuerza. Por eso construyamos una red de contención entre todos y con la ayuda de los gobiernos municipales y provinciales que estén aun en condiciones, ya sea aportando compras o financiando con monedas locales. Al fin, de ese mismo modo resistimos crisis anteriores ¿O ya nos olvidamos del “club del trueque”, o que el país llego a tener 12 cuasi monedas y salimos adelante?
Preparémonos a librar una de las batallas más duras que nuestra sociedad soporto en los últimos 50 años y hagámoslo con el optimismo de saber que “juntos somos fuertes, pero organizados somos invencibles”.
Empresario PyME y Secretario de la Central de Entidades Empresarias Nacionales