Axel Kicillof en el centro, el rol de CFK y una nueva canción, las esquirlas de la guerra interna de La Cámpora


Facciones y dirigentes fundadores de La Cámpora se alejan -y no sin críticas- de Máximo Kirchner. Nueva canción para Axel Kicillof con banca intendentista.


La guerra al interior de lo que fuera el comando de La Cámpora, una de las organizaciones peronistas más importantes de las últimas décadas no deja de abrir frentes de batalla en la provincia de Buenos Aires y tiene como protagonistas a actores de peso como el propio conductor de «la orga», Máximo Kirchner y uno de sus fundadores, Andrés «El Cuervo» Larroque.

A lo largo de la semana, distintas facciones camporistas emitieron fuertes comunicados con críticas feroces a la Kirchner y el resto de la dirigencia por no haber acudido ni brindado apoyo explícito al gobernador Axel Kicillof en el plenario militante que encabezó el sábado pasado en Florencio Varela.

En el medio La Cámpora “pura” salió a correrse de esas críticas. Fue la quilmeña Mayra Mendoza una de las portavoces: “Querer relacionar y responsabilizar a La Cámpora de algo contra Axel es una interpretación recontra forzada, malintencionada. Podemos tener discusiones y debates con todos y es sano para una fuerza, pero de ahí a que La Cámpora esté haciendo algo en contra del gobernador, no. Nosotros no”.

«La organización casi que prohibía militar a Axel cuando los militantes lo bancan y lo quieren. Axel va a un pueblo de 5 mil habitantes y la gente enloquece. Se empezó a dar esto de realidad vs rosca”, planteó a Infocielo un armador bonaerense que se alejó de Kirchner. “Esto va más allá de Axel, a muchos nos han perseguido, no le pasó al Cuervo nada más”, lanzó.

Desde La Cámpora disidente señalan que en el medio ganó “el miedo” de varios a “perder el carguito”, algo que comenzó a cambiar en las bases. “Adentro están todos enojados, sobre todo con los chicos estos que tiene Máximo de generales. Los detestan todos”, planteó un funcionario bonaerense con peso en el interior.

Los “generales” son los “tres ñatos que mandan mensajes de Whatsapp” a los que refirió Larroque tiempo atrás. Tienen nombre, apellido y bancas en la Legislatura: los diputados Facundo Tignanelli y Martín Rodríguez; y el senador Emmanuel González Santalla.

Los intendentes salen a jugar por Axel Kicillof

El acto en Florencio Varela tuvo una previa. El gobernador se reunió con una veintena de jefes y jefas comunales en el PJ local, un encuentro organizado por el anfitrión Andrés Watson, al que se sumaron funcionarios provinciales.

Unión por la Patria controla más de 80 intendencias, 20 de ellas en manos del Frente Renovador -que de momento saca la cuchara de la disputa de sus socios- y una decena de camporistas. Quienes conforman la mesa política del gobernador aseguran que “el 90% de los intendentes lo quiere a Axel” e incluso “los radicales también”.

Ahora, algunos mandatarios locales pidieron empezar a sostener reuniones de rosca, pero sin foto, para empezar a trazar el camino y después sí, salir a viva voz. Esas rondas ya empezaron. Como marcó este medio, la semana pasada Kicillof pasó una hora en un despacho municipal, aunque el contenido del encuentro aún es secreto y la foto inexistente.

“Hace un mes y pico decían que ‘son los marginales’, pero están Ferraresi, Watson, Mussi… la lista es mucho más grande”, argumentan los díscolos del hijo presidencial.

A la lista de fieles se suman otros que, aseguran “están con muchas ganas” de sumarse a la rosca pero “no los dejan”. Aquí se deslizó el nombre del mandamás de Morón, Lucas Ghi, quien forma parte de las filas de Nuevo Encuentro, de Martín Sabbatella.

Cristina conductora, pero ¿mejor que se corra?

Axel Kicillof y su mesa chica sigue sosteniendo a la dos veces expresidenta Cristina Kirchner como la máxima conductora del espacio. Más allá de la búsqueda de una “nueva canción”, el gobernador no reniega de la jefa.

Abajo, entre los integrantes de la mesa política hay enojos por el papel que tomó la exvicepresidenta y los movimientos que realiza desde el Instituto Patria.

“Ella genera alguna confusión, muchos pensaban que se iba a parar arriba de todo, que es lo que debería hacer”, planteó un dirigente que conoce “la orga” por dentro. “Está muy cabeza dura, pero por una cuestión de entorno: los 15 que tiene alrededor son los mismos que tiene Máximo”.

La fuente se esperanzó con que “quizás se pueda revertir” porque “hay compañeros que la aman, pero la están puteando, piden que no se meta. Eso antes no pasaba, ¿para qué genera Cristina eso? Es un montón”.

María Belén Robledo

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