El contado con liquidación retrocede 4,3% por la pérdida de su poder de compra, la necesidad de pesos para gastos de fin de año y la liquidación de exportaciones tras la devaluación. El MEP baja a $939 y el blue se mantiene en $995. Se espera calma cambiaria hasta fines de enero.
“Hay fuerza vendedora (de dólares), demasiada apreciación del peso, porque con la inflación que hubo el dólar (paralelo) terminó perdiendo mucho poder de compra”, explica Pablo Bachur, de la sociedad bursátil Tomar Inversiones. Es decir, al duplicar su valor la divisa en el mercado oficial, la inflación de alimentos y bebidas, por citar un sector clave, subió 27% en las tres primeras semanas de diciembre, según la consultora LCG, y ahora los dólares paralelos sirven para adquirir menos bienes que antes. En otra de las principales firmas del mercado coinciden: “El dólar ya no vale nada. Ahora todos necesitamos pesos para pagar aguinaldos, regalos, gastos, vacaciones. Veremos a fines de enero cómo sigue. Puede ser que haya alguna apuesta a hacer tasa (de interés, en referencia al plazo fijo, tanto el UVA a 90 días ajustado por inflación como el tradicional a 30 días que ahora paga sólo 110%, frente a un índice de precios al consumidor, IPC, que puede finalizar 2023 en más del 200%). Pero a $900 ya no me animaría a hacer tasa porque corrés riesgo de que el dólar suba más rápido nuevamente”.
Por algo, el Gobierno no se animó a eliminar directamente el cepo y unificar el mercado cambiario. Porque hay muchos pesos todavía a la de deriva, sin destino, en manos de bancos, aseguradoras, fondos comunes de inversión o empresas exportadoras o importadoras que tienen vedado el acceso al MEP o el CCL si quieren seguir recurriendo al mercado oficial.
Por eso, el analista Christian Reos, de Allaria Ledesma, recomienda invertir en bonos en dólares porque, además de cotizar en esta moneda, ofrecen renta, aunque con riesgo de los vaivenes de su cotización. En tanto, Fermín Ezequiel López, de Cocos Capital, sugiere, ante la caída de la tasa y de los dólares financieros: “Una alternativa de cobertura para este contexto inflacionario son los plazos fijos UVA, que rinden inflación más 1%. Asimismo, es esperable que una parte de los pesos vaya hacia las nuevas letras de descuento (LEDES) y letras ajustadas por inflación (LECER) que licita el Gobierno. En el contexto actual, por más de que un porcentaje de los pesos vaya a los dólares, el tipo de cambio se podría mantener relativamente estable por dos factores principales. La primera es la estacionalidad de la demanda de pesos, diciembre y enero suelen ser meses de necesidad de liquidez de pesos. Por otro lado, también hay que considerar que con la devaluación el tipo de cambio oficial resulta muy atractivo para que los exportadores puedan liquidar divisas, por lo que la demanda de dólares se encuentra asimismo con una fuerte oferta”.
Sucede que los exportadores se lanzaron a liquidar porque el 80% de los dólares los deben vender en un mercado oficial donde la divisa duplicó su valor y el 20%, en el CCL o el MEP, lo que explica en parte la baja de ambas cotizaciones.
“La caída del precio de los últimos días se puede explicar desde las dos contrapartes del mercado”, explica López, de Cocos. “Mayores vendedores por un tipo de cambio real (ajustado por inflación) alto para exportadores que incentiva a la liquidación de los exportadores, siendo que los mismos liquidan 80% en el mercado oficial y 20% al CCL, generando así mucha oferta en los dólares paralelos. Tan sólo en las últimas cinco ruedas el Banco Central acumuló la abultada cifra de US$1.140 millones de reservas producto de exportaciones. Y menores compradores: la demanda del peso suele tener una estacionalidad marcada en el verano, sube, producto de que las personas destinan su ingreso en fiestas y vacaciones, por lo que es menos la demanda del dólar”.