El DNU reforma el Código Aduanero dejando a la intemperie a industrias que dependen de la administración del comercio. Versión full del modelo macrista.
Prohibido no importar
El decretazo modificó el Código Aduanero y le quitó el poder para regular exportaciones o importaciones. Antes del DNU, la Aduana tenía la potestad de aprobar o no tanto las exportaciones como las importaciones, para -subrayaba- “asegurar un ingreso adecuado para el trabajo nacional o combatir la desocupación”. El decretazo establece que solo se puede restringir el comercio exterior, paradójicamente, “sólo mediante una Ley”.
“El Presidente había dicho que no se podía abrir la economía sin antes darle competitividad a las empresas, sacándolas del sinfín burocrático y de la falta de competitividad sistémica del país; y ahora hace todo lo contrario y libera el comercio exterior”, se quejó Luciano Galfione, presidente de la Fundación Pro Tejer y titular de dos emprendimientos textiles en el interior del país.
En diálogo con Letra P, Galfione cuestionó el decretazo: “Más allá del impacto en el sector textil, veo muchas cosas que no tienen necesidad, ni urgencia, como los clubes de fútbol; y no nos cambia la tasa de interés de los bancos, ni saca el impuesto al cheque, ni baja el IVA”, planteó.
“El DNU deroga una ley de promoción industrial que no tiene costo estatal y se olvida de la Ley de Tierra del Fuego, donde el Estado podría ahorrarse millones de dólares”, diferenció.
Compre nacional
Fuentes de la Unión Industrial de Provincia de Buenos Aires (UIPBA) consultadas por Letra P reconocen que no terminaron de analizar el decretazo, pero señalan: “Lo negativo es la derogación del Compre nacional, en contra de lo que hacen todos los países del mundo que priorizan su industria; y lo positivo son los cambios en la normativa laboral, para generar más trabajo y el tema de los bloqueos a empresas que cada vez son más violentos”.
La ley de Compre nacional, le da una ventaja -márgenes de preferencia de hasta el 15% del presupuesto- en las licitaciones públicas; pero también es importante el programa de Desarrollo de Proveedores donde el Estado apalanca la competitividad de sectores clave, por ejemplo, proveedores para Vaca Muerta.
La derogación de la Ley de Góndolas también es un golpe para las pymes que estaban vendiendo sus productos a las cadenas grandes de supermercados; una medida que busca un resquicio entre las empresas que monopolizan el mercado de los alimentos.
«La Ley de Góndolas permitía entrar a las pymes a los supermercados; ahora se fortalece el monopolio” dijo Osvaldo Riopedre, abogado de la Asociación de Defensa de los Consumidores y Usuarios de la Argentina (Adecua). La ley 27.545 se sancionó en 2020 y la aprovecharon menos de 400 empresas, aunque estaba en crecimiento, justamente con apoyo estatal.
El titular de la Confederación Federal Pyme Argentina, Mauro González afirmó a Letra P que el “DNU es un ataque brutal a las pymes y a la industria nacional” y puntualizó: “La derogación del Compre nacional, la ley de Góndolas y la liberación de importaciones; todo sumado a una devaluación exagerada, paralización de obra pública y quita de subsidios, generan un daño tremendo”.
Por su parte, Leonardo Bilanski, presidente de la Asociación de Empresarios para el Desarrollo Argentino, planteó: “Vamos a contar por cientos a las pymes que se pueden llegar a fundir en un marco total de apertura del mercado”. “Cómo van a competir las empresas locales con las multinacionales que vengan a comerse el mercado”, advirtió en declaraciones a radio Aire Libre.