El sector, entre el parate y el temor por el Mercosur. Un nombre que enciende motores. La amenaza asiática. Devaluación, el caso SMATA y el modelo Toyota.
Un hombre enciende los motores
En junio pasado, el ex vicepresidente de General Motors Federico Ovejero tomó el retiro voluntario de la empresa automotriz y se puso a trabajar para Milei. Es abogado de la Universidad Católica Argentina (UCA); hizo el bachillerato en el Colegio Cardenal Newman, al que también fue Mauricio Macri; trabajó en Unilever y durante ocho años fue parte de GM. Su nombre suena para la Secretaría de Industria; pero su esposa le pide que no asuma. Fuentes de La Libertad Avanza sostienen que de no ser él, será alguien de su equipo. De hecho, Ovejero ya se reunió con José De Mendiguren, a cargo del área hasta el 10 de diciembre.
Ovejero era también directivo de ADEFA, la cámara que agrupa a filiales nacionales de las automotrices globales. Ahora ADEFA está presidida por Martín Zuppi, de Fiat Chrysler Automobile (FCA); la sociedad que agrupa a Fiat, Jeep, Chrysler, Dodge y Ram y que, al fusionarse con Peugeot–Citroën (PSA) dieron nacimiento al gigante Stellantis.
Zuppi es el sucesor del representante histórico de Fiat, Cristiano Rattazzi, accionista de Stellantis. Rattazzi es uno de los primeros empresarios industriales que puso fichas en la carrera de Milei hacia la Casa Rosada, mientras sus colegas apostaban por Patricia Bullrich y el plan archivado de Carlos Melconian.
La amenaza asiática y el modelo Toyota
Milei desestima cualquier esfuerzo estatal para “generar” una inversión en cualquier sector y deja todo librado a la fuerza del mercado. Las compañías asiáticas con proyectos de vehículos eléctricos ya están en Brasil. Históricamente las automotrices globales consideran a Brasil como el lugar ideal para radicar inversiones, por escala de producción y de mercado.
Argentina es un socio minoritario; y Ovejero lo sabe. GM Argentina perdió su presidente local en 2015 y desde allí siempre dependió de GM Sudamérica con sede en Brasil. Ovejero tiene una relación aceitada con el embajador Daniel Scioli, al que llama el “gran componedor”, y repite que el sector automotriz argentino está atado indisolublemente a su par brasileño.
Otro economista consultor del sector y con diálogo directo con Ovejero le aseguró a Letra P que “la apertura comercial que se piensa, es que el Gobierno deje de administrar el comercio a través del SIRA, que se abandone esa discrecionalidad”; y agregó: “El sector automotriz necesita apertura de mercados para crecer; el gobierno tiene que generar negociaciones país por país, para vender pick ups desde México para abajo”.
Argentina es líder en la fabricación de camionetas medianas; mientras que Brasil y México son fabricantes de pequeñas y grandes. La emblemática Toyota Hilux es el modelo a seguir. Luego está Ford con la nueva Ranger. Nissan y Renault -en Córdoba- tienen proyectos de más baja escala. La Amarok II de VW se fabrica en Sudáfrica, la primera versión se sigue haciendo en Argentina.
Devaluación y el caso SMATA
La Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC) teme la rotura del Mercosur. Quienes representan al sector se consideran el eslabón más débil en la cadena; por lo que ya se reunieron con Ovejero para llevarle sus inquietudes. Hay preocupación por el proceso de transición tecnológica hacia la electromovilidad y aseguran que hay que atraer inversiones; pero temen quedarse afuera de la transición tecnológica. Incluso no hay oferta nacional airbags, cinturones de seguridad y sistemas de frenos.
Analistas del sector consultados por Letra P coincidieron en que los precios del mercado nacional está “todos distorsionados” y advirtieron que uno de los problemas es el impuesto a los autos de lujo, al que pidieron eliminar. “Eso va a ayudar a las automotrices a completar la oferta”, pronosticaron.
La industria automotriz nacional tiene un nivel de integración de piezas y componentes nacionales del 40%; el resto son dólares que hasta ahora los conseguían al precio oficial. Aún así, los autos argentinos son los más caros de la región. Según estimaciones del sector, la devaluación en marcha bajará el costo de la mano de obra, haciendo más competitiva a la industria nacional. También piden que se renueve la quita a las retenciones a las exportaciones incrementales que hizo Massa.
La reforma laboral que propone Milei también ilusiona a las automotrices y destacan el modelo que se adoptó en la década del 90 con anuencia del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA); y que prevé trabajar con fragmentación de vacaciones, turnos rotativos, la polivalencia funcional y el banco de horas que permite extender la jornada laboral si la producción lo requiere.
Por Daniela Cosentino