Ricardo Pignanelli y Mario Paco Manrique de Smata, Jorge García de Taxistas y el intendente local Leo Boto encuadraron la elección entre dos modelos en pugna cuya definición podría estirarse hasta en noviembre con un eventual balotaje: el libre mercado o la industrialización.
El intendente Boto auspicio de anfitrión. Está en busca de una reelección casi asegurada tras imponerse en las primarias con el 54% de los votos y apuntó fuerte contra “un candidato sin historia, como dice Francisco, y dicen graciosamente que quieren transformarnos en la séptima economía del mundo. Sonará bien, pero eso significa ser casi una colonia de alguna potencia a la que le entregamos granos. Los peronistas creemos en la construcción del poder popular para sostener lo que viene, que no será fácil” auguró el jefe comunal.
Ya entrada la noche, Máximo Kirchner les pidió los laburantes recuperar la autoestima para iniciar un desafío de proporciones históricas que debe tener un norte claro: volver al fifty – fifty en la distribución de la riqueza entre el capital y el trabajo.
Amenazas como la estigmatización de los sectores más desfavorecidos y los laburantes formales fueron señalados en varios tramos del discurso de Kirchner. “A ustedes les vienen a contar que el problema son quienes cobran un plan. No caigan en eso. Si dividen a los trabajadores, nada bueno vendrá” les pidió Máximo a unos 500 laburantes de Smata que tiñeron el gran salón de la calle Pascual Simone con chalecos verdes.
Alusiones al proceso de transformación que inició el kirchnerismo desde el Estado, los enfrentamientos necesarios con el poder económico para favorecer a los laburantes y sin entrar en detalles el desempeño del actual gobierno, fueron armando el recorrido de Kirchner hasta llegar a la coyuntura electoral que atravesamos por estos días.
Una perlita local también sirvió de ejemplo para ilustrar lo que Kirchner pide como rumbo de una coalición popular. Se refirió al estado del basural a cielo abierto de Luján que pese a contar con financiamiento del BID para transformarlo en un Centro Ambiental, las obras están frenadas por una denuncia de empresarios macristas en el poder judicial.
“Imagínense qué difícil es la pelea que viene por delante que la casta judicial y económica es capaz de frenar la construcción de un centro ambiental. Imagínense cómo reaccionan cuando les pedimos que paguen impuestos para desendeudar al país” planteó Kirchner.
Mirando a los laburantes que están comprometidos con la campaña de Unión por la Patria, Kirchner pidió prudencia para convencer al electorado más reacio: “solo tenemos que pedirle, a esa gente que durante el mundial cantaba por los pibes de Malvinas, que no voten a un candidato que quiere olvidarlos”.
Recuperar la autoestima del pueblo laburantes apareció como otra clave para “dar vuelta la taba. Recuperar la autoestima significa tener plena conciencia de que merecen más porque laburan para eso y para sacar adelante el país”.
Así, Kirchner planteó que el 22 de octubre se dará un primer paso apenas. “Tienen que saber que a partir del 10 de diciembre el próximo gobierno tendrá que dar cuenta de la palabra empeñada, para que después no haya confusiones”.
“Acá tienen, con errores y aciertos, a este que según los medios jugaba a la play. Como los ensartaron, mientras yo jugaba a la play Macri se endeudó por 50 millones. Nunca más podemos caer en esas distracciones. Nos puede caer peor o mejor tal o cual dirigente, pero tenemos que entender que antes que nada es un compañero y el que tengo al lado es un Argentino” encaró sobre el cierre.
A sus 46 años, Máximo aseguró que por más enojo que haya, nada bueno puede venir de Patricia Bullrich y Javier Milei y pidió, por último, “dejar de resistir para empezar a avanzar. Es la hora de hacerlo. Si pueden hablar con un familiar o con un vecino, podemos generar una oportunidad”.