El candidato a gobernador de Juntos, Néstor Grindetti, encabezó un encuentro en La Plata que reunió a todas las fuerzas aliadas.
La otra estrategia es criticar al gobierno de Kicillof en temas sensibles como la seguridad. «Hoy en la calle mandan los chorros, los piqueteros, los patoteros. Y ahí es donde tenemos el gran desafío», marcó el candidato a gobernador mientras en la pantalla gigante de atrás se leía el eslogan «Una Provincia ordenada».
El lanusense también intenta apelar a su experiencia como intendente de Lanús para seducir a los jefes comunales de Juntos por el Cambio (tiene 59 en la Provincia). En este contexto prometió trabajar «mucho» por la autonomía municipal, un histórico reclamo del radicalismo. «Vamos a descentralizar, vamos a empoderar a los intendentes, la ejecución de las políticas públicas tiene que ser en las intendencias», prometió.
La calculadora de Grindetti
Las elecciones PASO de la provincia de Buenos Aires terminaron con Axel Kicillof en primer lugar. El actual mandatario obtuvo más de 3 millones de votos (el 36 por ciento del total). Juntos por el Cambio quedó segunda como coalición con 2,7 millones de votos sumando las adhesiones que cosecharon las fórmulas de Grindetti y Diego Santilli.
Como fuerza política, Juntos por el Cambio está a solo 340.269 votos de Unión por la Patria. Sin embargo, si se miran los resultados por candidato las diferencias se agrandan.
Grindetti obtuvo 1.594.733 votos, es decir, la mitad de los que obtuvo Kicillof, y quedó por detrás de la candidata de La Libertad Avanza (Piparo logró casi 1,9 millones de sufragios).
Ante este panorama, el dirigente de Juntos por el Cambio no solo debe contener al votante de Santilli sino que también necesita crecer. Para esto, su equipo de campaña apuesta a mostrarlo como un dirigente con «experiencia de gestión, seriedad y conocimiento» que «no es un salto al vacío».