La vicepresidenta Cristina Kirchner se tomó varios días en el sur para analizar cuál será su candidato por su sector y cómo hacer que la interna no sea salvaje ni utilizada por los grandes medios hegemónicos que solo buscar hacer daño.
Por Alfredo Silletta
Cristina no solo se molestó por la frase de Aníbal Fernández de ‘judicializar’ el tema de la interna cuando La Cámpora exigía un 40 por ciento para la minoría cuando históricamente fue el 25% sino que no quiere una interna violenta y eso analizará en su descanso de El Calafate.
En primer lugar, Cristina deberá resolver su candidato. Por un lado, Máximo Kirchner quiere que el candidato sea Axel Kicillof pero el gobernador quiere quedarse en la Provincia, de allí que Cristina ha dicho que no lo va a obligar. El segundo posible candidato en diciembre pasado para la vicepresidenta era Sergio Massa quien había prometido bajar la inflación a un tres por ciento. Lamentablemente no sucedió y la inflación superó el 8 por ciento durante todo el 2023. Hay que sumar que muchos sectores del kirchnerismo puro no lo quieren votar, incluso Juan Grabois amenazó que va por afuera. Lo más probable que el candidato del kirchnerismo sea Eduardo “Wado” de Pedro, parte de la generación diezmada que está en plena campaña electoral más allá que esperará la decisión de Cristina.
La segunda preocupación de Cristina es que ante la propuesta de Máximo Kirchner de obligar a los candidatos a usar la “i” latina donde cada candidato presidencial deberá completar todas las categorías: gobernador, legisladores nacionales, provinciales, intendentes, concejales y consejeros escolares. Un posición bastante extrema donde obliga a una interna arriba y abajo, con lo cual puede haber mucho ruido. La idea que tienen muchos intendentes que lo expresan en “off de récord” y se lo transmitieron a la vicepresidenta es que se debería acordar la estrategia de la Y griega, que permite a todos los jefes comunales y al gobernador llevar las dos listas presidenciales, lo que haría una interna menos agresiva.
Cristina sabe que los medios hegemónicos utilizaran las internas de Unión por la Patria para que haya fuertes cruces entre toda la militancia. De la misma manera que aborrecía la mínima posibilidad de pedirle a la justicia que intervenga sale que los medios hegemónicos “operaran” todos los días para producir enfrentamientos irreconciliables entre las dos listas. Por otro lado, la vicepresidenta sabe que puede producirse cómo eje de la campaña la diferencia entre el peronismo y La Cámpora, donde los medios se encargarán de estigmatizar aún más a la agrupación que conduce Máximo.
La vicepresidenta tiene claro el rol de los medios hegemónicos metiendo la cola en la interna de Unión por la Patria. Un ejemplo brutal se vive por estos día por el femicidio de Cecilia en el Chaco donde todos los medios periodísticos de derecha ponen al gobernador Capitanich cómo el “asesino” de la joven. Estas cosas analiza el fin de semana en soledad.
Cristina sabe que hoy es la única dirigente que podría buscar una síntesis de las PASO para que nadie salga herido. La idea sería una reunión con Scioli, ofrecerle dos o tres lugares en la lista de diputados nacionales, algo similar en las listas provinciales, que baje la candidatura a gobernador y que se utilice el mecanismo de la “Y” griega, todos juntos menos los candidatos presidenciales. Solo ella puede hacer esa negociación que le permitiría mantener Unión por la Patria unido, sin que haya enfrentamientos abajo y que los medios hegemónicos conducidos por Magnetto y Saguier puedan hacer daño.
Una interna presidencial entre Scioli y Wado no sería agresiva y encontraría al frente nacional y popular unido a partir del 13 de agosto, con muchas chances de ganar las elecciones.