La intención oficial es que sea un plan temporario, de 30 días para la soja (abril) y 90 días para las economías regionales (abril, mayo y junio). “Es un programa de incremento exportador, que pretende de alguna manera facilitar en el año de sequía la capacidad y el cumplimiento de los contratos de nuestros exportadores, entendiendo las dificultades que sufrieron nuestros productores”, declaró Massa ante los corresponsales argentinos en Washington.

Todavía no está definido si el maíz y el trigo también tendrán un tipo de cambio diferencial. Ese es uno de los puntos que se terminarán de definir el fin de semana. El temor del gobierno es que en estos casos impacte de lleno en los precios internos ya que el maiz es un insumo clave para otros sectores del campo y el trigo tiene incidencia en la evolución de los precios de la canasta alimentaria básica, ya que muchos componentes básicos, como el pan, se producen en base al trigo.