El gobernador Lo llenó de elogios en un acto. Perfil federal y mirada estratégica con afinidad personal y política. Se sabe desde hace meses que el ministro del Interior se viene moviendo sigilosamente en una campaña para su instalcion como candidato a presidencial.
El ministro del Interior, Wado de Pedro, recibió este lunes un fuerte respaldo en medio de su carrera presidencial, siempre que ese lugar no lo tome, como pide el clamor K, Cristina Fernández de Kirchner. El gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, lo llenó de elogios y lo perfiló, aunque implícitamente, como candidato presidencial. No fue el único del universo K en aplaudirlo en las últimas 48 horas.
Wado, el hombre federal que planifica la Argentina
Entre una larga lista de elogios, desde Lomas de Zamora, donde se montó una foto de unidad para camuflar la grieta interna, Kicillof perfiló a De Pedro como un dirigente que “no ha parado un día de caminar todo el país”, que tiene una mirada “federal”, pero que es de los pocos que trabaja por la “planificación a mediano y largo plazo de la Argentina”. Todos atributos ideales para un presidenciable.
Wado, amigo y compañero de ruta
La sintonía ideológica entre ambos es innegable, también la relación personal. No hay otro candidato presidencial en espiral frentetodista con quién Kicillof pueda tener más coincidencias.
Wado, un resguardo para Kicillof
Además de ser un dirigente que recorrió todo el país, cercano personal e ideológicamente al gobernador, especialmente, Wado le viene como anillo al dedo a Kicillof para terminar por esquivar definitivamente una candidatura presidencial que lo saque de donde pretende seguir estando: la provincia de Buenos Aires.
Aunque el gobernador está cada vez más firme en su camino hacia la reelección con decenas de dirigentes que hacen fila para ungirlo como único candidato bonaerense, si finalmente Cristina Kirchner no es candidata, un De Pedro firme y fortalecido en su candidatura podría ser la muralla de contención que evite que lo hagan saltar la General Paz para representar al kirchnerismo en un incierto escenario electoral nacional, como el mayor exponente del cristinismo con la Jefa fuera de juego.
En las usinas de pensamiento kirchnerista, aún sobrevuela la teoría de que, ante una posible falta de candidatos, con Alberto Fernández descartado, Sergio Massa agobiado por la inflación, y un Daniel Scioli rechazado por los sectores ultra K, la única opción viable es Kicillof, ya que es quién mejor fideliza el voto de la vicepresidenta y quién también desde la nación puede traccionar para retener Buenos Aires. En ese escenario hipotético, para Kicillof, es, también, Wado, un resguardo.
Wado, una instalación a coro
Kicillof no fue el único en poner al ministro en la marquesina en las últimas horas. Sin ir más lejos, la propia Cristina Kirchner replicó un tuit de De Pedro en el que criticó a Mauricio Macri por volver a hablar del «curro de los Derechos Humanos». En el reparto de elogios del lunes, la presencia de Máximo Kirchner también fue leída como un apoyo al ministro, después de que su foto en Expoagro con Jorge Rendo, directivo del Grupo Clarín, había generado quejas internas que saltaron el habitual hermetismo de La Cámpora.
Finalmente, el propio Wado se está autoinstalando. Luego de haber bajado los decibeles en su última pelea con el albertismo, desayuno con el Presidente en la Quitna de Olivos mediante, este martes el ministro cruzó fuerte a Fernández por el off the record en el que auguró el fin del kirchnerismo al cumplir dos décadas. “Si 20 años es un tiempo donde para algunos culmina un ciclo, deberían empezar a pensar los que vinieron con Néstor Kirchner en el 2003 que ellos también cumplen 20 años”, opinó. No tuvo que recordar que Fernández fue el jefe de Gabinete del patagónico.