La extensión- casi indeterminada – del conflicto entre Rusia y Ucrania de consecuencias directas sobre el funcionamiento de la economía mundial ha implicado también en términos geopolíticos una redefinición de los distintos bloques de poder desde Occidente hasta Oriente donde la disputa por lo que se comprendía como unipolaridad ha traspasado a ser un vértice con varios polos algo que advierte la potencia hegemónica implícitamente pero que todavía ejerce una poderosa influencia en su propio continente.
La escalonada retracción de los EEUU y su posicionamiento al rededor de su estrategia de seguridad y de defensa resalta la prioritaria importancia – y en particular de sus recursos naturales – sobre el resto del continente y en particular del Cono Sur.
Desde un apoyo explicito de la Administración Biden hacia el triunfo de Lula en Brasil y su reafirmación ante los luctuosos sucesos fallidos de copamiento hasta las conocidas relaciones fluidas de la Argentina vía su Ministro de Economía Sergio Massa.
Los auspicios maliciosos indicaban que el pais le iba a ser dificultoso cumplir con sus compromisos externos pero la Administración Fernández ha salido airosa en su cumplimiento.
Pocos días atrás desde la mas alta jerarquía militar estadounidense se dijo con todas las letras cuales eran » sus » intereses estratégicos con respecto a la region pero que en realidad hace ya dos décadas atrás los documentos de inteligencia los indicaban.
Solo se ha puesto de sobre manera en el tapete.
La ubicación de la Argentina sobre el Hemisferio Occidental demarca cual debe ser su política exterior prioritaria sin dejar de considerar acuerdos auspiciosos sobre los demás ejes de poder mundial pero debe atenderse que la geografía ocupa un lugar en este sentido.
La proximidad limítrofe brasileña es el punto de inflexión exterior y por influencia del resto de los paises de la region.
Es desde allí que se extiende su proyección y de la coordinación prioritaria con Itamary.
La proyección regional permitirá un posicionamiento nacional y de su consecuente extensión.
Si bien el General Perón no pudo magnificar por completo el actual esplendor chino y de sus implicaciones geoeconómicas advirtió que el pais pertenecía a Occidente mas en particular en caso de un escenario de conflicto nuclear.
El actual contexto mundial presenta una elevada complejidad desde la disputa ruso-ucraniana donde se pone en jugo una posible derrota de la OTAN lo que puede poner en problemas la estructura de defensa europea hasta la emergencia de una invasión china hacia la isla de Taiwan que daría como implícito un re posicionamiento estadounidense al respecto.
Asimismo, el histórico conflicto arabe-israeli o palestino- israelí acerba un final lleno de complejidades e incertidumbres pues los actores allí presentes en Medio Oriente manifiestan posiciones tomadas que difícilmente pueden ser revertidas además de su » oferta » nuclear como instrumento de presión conflictiva.
Quizás y sea dicho de paso los pioneros judíos que tentaron la concreción del Estado hubieran querido hacer prevalecer otros ideales quizás cercanos a una revolucion que al proceso de apartheid que casi ineludiblemente se encamina dicho espacio.
La mística de los » Dos Estados » ha desaparecido hace tiempo ya y el triunfo de la ultra reacción en Israel quizás solo abre un tiempo mas de violencia.
Nos asemejamos a un mundo difícil a lo que se adhiere las ya consecuencias del Cambio Climático pues los recursos que los argentinos consideramos como dados o corrientes son y serán disputados por muchos otros terrícolas que ante su falencia hasta los mismos Estados obraran hacia su propio abastecimiento.
Hace veinte años el estudioso Michel T. Klare lanzaba un libro titulado » La Guerra de los Recursos «-
Ha llegado su tiempo.
Ezequiel Beer
Geógrafo UBA
Analista Político