La literatura puede ser una solución para este verano para cultivar la mente de los más chicos. Además, la consagración de la Selección en el Mundial puede ser un disparador para los apasionados por el fútbol.
Foto Archivo NA
Leer es construir sentido, encontrar significados, ampliar la imaginación, descubrir palabras, generar vínculos, desarrollar capacidad de comprensión e interpretación, entre muchas otras cosas.
La lectura es un hábito creado día a día y en épocas donde los dispositivos electrónicos forman parte cotidiana de la vida de los niños, es importante y beneficioso estimular activamente el contacto con los libros, como una puerta que invita a descubrir un mundo nuevo.
Uno de los sectores con gran dinamismo dentro del mundo editorial se registra en lo que refiere al público infanto-juvenil: la mayor cantidad de ediciones (un 24%) se hace hoy en la Argentina para este universo de lectores, según los datos que había presentado la Cámara Argentina del Libro en la última Feria del Libro.
Por eso, las librerías apuestan a atraer a parte de los que buscan regalos para hacerle a los más pequeños en estas Fiestas. Con precios que van a partir de los 1.000 pesos (o incluso hay algunos de menor valor) puede hacerse un bonito presente que cultivará la imaginación de los niños.
¿Qué títulos ofrecen las editoriales?
Algunas de las opciones que surgen del catálogo de Penguin Random House son «Anselmo Tobillolargo», de Cristina Macjus; «Amadeo y otra gente extraordinaria», de Graciela Montes; «El reino del revés», de María Elena Walsh, para conocer poemas y canciones que trascendieron fronteras, tiempos y edades; y una nueva edición de un clásico «¿Dónde está Wally? Resolviendo el misterio», de Martin Handford y que permitirá que padres e hijos puedan pasar un rato juntos en busca del mítico personaje.
En tanto, Planeta ofrece títulos interesantes como «¿Y vos qué pensás? Un viaje filosófico por las ideas», un libro de Florencia Sichel que introduce a los chicos en el arte de descubrir cosas a través de las preguntas; y «Mi camita», de J. S. Pinillos, autor de una historia que ha servido de ejemplo a miles de niños que no querían dormir solos en sus habitaciones.
Por su parte, Limonero, un sello editorial independiente dedicado a la publicación y difusión del libro ilustrado, seleccionó de su catálogo tres obras: «Mi pequeño», de la multipremiada pareja de autores suizos Albertine y Germano Zullo, que retrata la relación madre-hijo a través un fugaz pero entrañable recorrido gráfico cuadro por cuadro y de un monólogo circular que tiene al amor maternal como eje; «Me han dicho que la luna», de Martin Jarrie y Conce Codina, un sutil contrapunto acerca de lo que se dice y se ha dicho sobre este satélite de la Tierra; y «Clara y el hombre en la ventana», de la consagrada autora argentina María Teresa Andruetto y con ilustraciones de Martina Trach, que cuenta una entrañable historia entre una niña y una persona que vive encerrada en su casa y casi que desconoce el mundo exterior.
El Mundial como disparador de la lectura
La consagración de la Selección argentina en el Mundial de Qatar 2022 generó un furor popular sin límites, tal como se vio en las calles de todo el país para festejar la obtención de la Copa del Mundo.
Ese logro deportivo puede ser una buena puerta para introducir a los más chicos en el mundo de la lectura, para poder canalizar hacia los libros su pasión por el fútbol.
Un libro apropiado para lograr ese objetivo es «Dibu Martínez. Pasión por el fútbol», un libro ilustrado que cuenta la historia del arquero marplatense que se convirtió en figura clave de la Scaloneta.
Otra opción en ese sentido es «De taquito. Antología de cuentos futboleros», una selección de Diego Fernando Barros para que los lectores más jóvenes puedan conocer una amplia gama de historias de ficción del mundo de la pelota.
En librerías o sitios de internet pueden hallarse títulos para todos los gustos, que pueden ser leídos una y otra vez y no pierden su magia con el paso del tiempo.
Escrito por Noticias Argentinas
