Mercosur: Argentina, Brasil y Paraguay se le plantan a Uruguay

Uruguay volvió a insistir la idea de sumarse unilateralmente al Acuerdo Transpacífico. El fuerte rechazo de los otros integrantes del Mercosur y la próxima cumbre del Mercado Común del Sur.


Las representaciones diplomáticas de Argentina, Brasil y Paraguay elevaron este miércoles una nota conjunta ante el Mercosur en la que rechazan las negociaciones realizadas por la cancillería uruguaya para avanzar en Tratados de Libre Comercio (TLC) unilaterales. Lo hicieron a días del inicio de una nueva cumbre de presidentes del bloque regional y anunciaron que se reservan la posibilidad de «adoptar las medidas para defender sus intereses en los ámbitos jurídico y comercial». Ante el comunicado de los tres países, el presidente de Uruguay respondió con una chicana al decir que la cumbre que se celebrará la próxima semana «será entretenida». 

Luego de los anuncios que en el pasado realizara Montevideo sobre negociaciones para alcanzar un TLC con China, el canciller uruguayo Francisco Bustillo manifestó en su reciente visita por Australia y Nueva Zelanda el deseo de la República Oriental de sumarse al Acuerdo Transpacífico, lo que motivó la respuesta coordinada de la diplomacia de los restantes socios del Mercosur.

«Ante las acciones del Gobierno uruguayo con miras a la negociación individual de acuerdos comerciales con dimensión arancelaria, y teniendo en cuenta la posible presentación, por parte de la República Oriental del Uruguay, de un periodo de adhesión al Tratado (…) Transpacífico, los coordinadores nacionales de Argentina, Brasil, y Paraguay (…) se reservan el derecho de adoptar las medidas para defender sus intereses en los ámbitos jurídico y comercial», señala la nota oficial.

 

 

El diferendo respecto a la política arancelaria del Mercosur y de sus integrantes volvió así a tomar relevancia a seis días de la cumbre de presidentes que se realizará el próximo martes en la sede que el organismo posee en Montevideo.

Las diferencias sobre el tema se vienen acrecentando desde la llegada de Luis Lacalle Pou a la presidencia uruguaya y quedaron expuestas en la cumbre virtual de marzo de 2021: «Obviamente que el Mercosur pesa, obviamente que su producción pesa en el concierto internacional, lo que no debe y no puede ser es que sea un lastre. No estamos dispuestos a que sea un corset del que nuestro país no pueda moverse», dijo entonces el uruguayo.

Fue Alberto Fernández quien, en esa ocasión, respondió con la advertencia de que «una carga es algo que hace que a uno lo tiren de un barco y lo más fácil es bajarse del barco si la carga pesa mucho». La idea uruguaya de avanzar en TLC nunca tuvo eco en los restantes países del bloque, pero este año se avanzó en una rebaja del Arancel Común.

Si bien Lacalle Pou y su canciller se han referido públicamente a la necesidad de «flexibilizar» y anunciaron la búsqueda de acuerdos bilaterales, esas iniciativas nunca fueron formalmente planteadas dentro de la institucionalidad del Mercosur.

De hecho, y ante las críticas recibidas, Bustillo llegó a decir -en la última cumbre realizada en Paraguay- que su país no acepta «que se ponga en duda» la voluntad de integración en el bloque regional pero redobló la apuesta diciendo que «negociará junto a sus socios o individualmente» con terceros países.

Fuentes diplomáticas recordaron que, de hecho, el artículo 1° del Tratado de Asunción -el que funda y constituye el Mercosur- es taxativo en la obligación de establecer un arancel externo común y la adopción de una política comercial común con relación a terceros Estados o agrupaciones de Estado.

En ocasiones pasadas en las que Uruguay mostró interés en negociar acuerdos comerciales con terceros, la respuesta de los demás socios del Mercosur fue contundente: «No se puede ser Estado Parte y tener conductas contrarias al Mercosur y sus miembros».