- Fue un encuentro en San Telmo con 70 dirigentes de la provincia de Buenos Aires. Lo organizó Casamiquela. La estrategia para sumar “dirigentes con votos”.
Mientras la política estaba en vilo por terminar de conocer los cambios en el gabinete, que desembocaron en el empoderamiento del Sergio Massa, el exgobernador de Salta Juan Manuel Urtubey participó de un encuentro organizado por la pata peronista del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, el diputado nacional y precandidato a gobernador de Buenos Aires Diego Santilli. El lugar de la peña fue un local en el barrio de San Telmo donde confluyeron 70 dirigentes bonaerenses convocados por la excandidata Florencia Casamiquela.
Frente a los dirigentes bonaerenses, Urtubey remarcó la necesidad de construir “acuerdos de gobernabilidad en el marco de la dispersión de la representación que vive el país” y se mostró crítico de la grieta y “con quienes alentaron enfrentamientos estériles entre dos polos que exacerbaron sus diferencias en perjuicio del país en su conjunto”.
“Hay un proceso que agoniza y que está terminado”, dijo Casamiquela y agregó: “El país necesitará fuertes acuerdos para reconstruir una representación que está rota y dispersa”. Se espera que para el próximo encuentro se repita una figura del peronismo federal. “La idea es que sea el propio Pichetto”, adelantaron.
Las fuentes indicaron que la diferencia con lo que hace Pichetto “es netamente generacional”; buscar dirigentes del peronismo que tienen votos, cuyos nombres no son tan rimbombantes y que “no están quemados” por tantos años paseando por diferentes lugares.
Junto a los mencionados cuatro dirigentes también estuvieron Guillermo Viñuales, Juan D’Amico, Pablo Paladino, Mariano San Pedro, Darío Kubar, Martiniano Molina, Lucas Delfino y Pablo Alaniz.
La estrategia de Santilli en la provincia de Buenos Aires, en el marco de la interna con su compañero de bloque en Diputados Cristian Ritondo, se basa no sólo en recorrer el territorio sino en cosechar todo el respaldo político dentro y fuera de JxC con la excepción del kirchnerismo.
Como si se tratase de un abrazo de oso, Santilli quiere que no haya prácticamente nada en el medio entre JxC y el Frente de Todos. Esa forma de redituar el bipartidismo que había entre el peronismo y el radicalismo es lo que Larreta quiere llevar a nivel nacional, pero en forma de bicoalicionismo.