Rafael Klejzer: «El Estado tiene que recuperar la soberanía sobre la producción de alimentos»

El Director nacional de Políticas Integradoras del Ministerio de Desarrollo Social aborda la propuesta de la Empresa Nacional de Alimentos, la composición del mercado de alimentos en Argentina y la responsabilidad de diez empresas y seis supermercados en la formación de los precios.

El sábado, en el Centro Popular Gaucho Rivero se desarrolló una charla abierta sobre la Empresa Nacional de Alimentos (ENA). El director nacional de Políticas Integradoras del Ministerio de Desarrollo Social, Rafael Klejzer, dialogó con militantes y vecinos sobre los formadores de precios y una propuesta de intervención estatal.

La propuesta de una Empresa Nacional de Alimentos aspira a definir una política pública para asegurar la soberanía alimentaria y al acceso a los alimentos a un precio justo y razonable en relación con los ingresos y la rentabilidad de ciudadanos.

Durante la charla, el funcionario nacional anticipó que trabajan sobre una empresa láctea en Luján que produzca leche. Klejzer confirmó que la propuesta está avanzada y que será anunciada en los próximos días.

En esta entrevista, Rafael Klejzer comenta la propuesta de la Empresa Nacional de Alimentos (ENA), la composición del mercado de alimentos en Argentina y la matriz productiva del rubro alimenticio.

—¿Qué es la Empresa Nacional de Alimentos? 

—La empresa nacional de alimentos es una idea fuerza que tiende a recuperar para el Estado nacional la soberanía para planificar la producción de alimentos, la distribución y la logística. Hoy el Estado está desregulado, no participa activamente en la producción de alimentos.

—¿El precio de los alimentos es uno de los problemas más urgentes de la Argentina? 

—Argentina no tiene un problema de producción sino de precios. Si nosotros orientamos la producción de alimentos en función de los intereses nacionales, podemos resolver el problema de los precios y logística. Para eso hay que recuperar la soberanía, darle al Estado herramientas como la Empresa Nacional de Alimentos, que pueda producir, distribuir y comercializar alimentos.

—¿Cuál es la situación del mercado de alimentos? 

—El mercado está hiperconcentrado y trasnacionalizado. Hoy el negocio está en manos de diez empresas trasnacionales productoras de alimentos en alianza con seis cadenas de supermercado y con tarjetas financieras. Ese sector plantea que el alimento no es un derecho sino que es una mercancía y es tratada con la lógica de acumulación del capital.

—Los precios se dispararon en todo el mundo por la guerra de Ucrania y Rusia, ¿por qué se da esta situación? 

—Hoy la matriz productiva está pensada para la exportación como generador de divisas. La lógica está invertida. Se piensa en exportar primero y lo que sobra tirarlo al mercado interno. Por eso estamos inmersos en la especulación de los precios internacionales. Tenemos que pensar primero en el mercado interno para garantizar el derecho a la alimentación.

—¿Cuál es el rol que van a tener las cooperativas y pequeños productores en la ENA? 

—Los pequeños productores y las cooperativas son aliados estratégicos de la Empresa Nacional de Alimentos. Cuando planificas los alimentos se necesita materia primera para producir los alimentos. Ahí tenés dos caminos, o cerrar con las grandes empresas o te abrazas con los pequeños productores. Hoy el pequeño productor termina vendiéndole a La Serenísima.

—¿Cómo se articula esta empresa de carácter nacional con las realidades locales y regionales? 

—Hoy tenemos que lograr poner en pie un mercado de cercanía, con productos de cercanía y donde los productores locales le vendan a la Empresa Nacional de Alimentos. Tenemos que hablar de precios justos y eso es eliminar la intermediación. El productor de alimentos y el consumidor tienen que ser los grandes beneficiaros y para eso tiene que haber intervención estatal.

—¿Existen otras experiencias de empresas nacionales de alimentos? 

—Este modelo está pensado en la experiencia boliviana de la Empresa Boliviana de Alimentos donde hay 32 empresas de empresas públicas. La lógica es el desarrollo local y fortalecer la economía local y además pensar que cada empresa piense su producto, que tenga su propia lógica. Es una experiencia que está funcionando muy bien. Nosotros queremos pensar en nuestra propia lógica, con las características de nuestras economías regionales.

—¿Es prioridad la ENA para el Gobierno Nacional? 

—Esta idea se está discutiendo desde Alberto para abajo. No hay vuelta atrás, ya se están potenciando empresas públicas provinciales, se están creando nuevas herramientas. La idea no es una empresa pública de diez mil trabajadores sino que van a suceder diversas experiencias locales estatales interviniendo en el mercado de la alimentación.

Julián Inzaugarat | Fotografía: Julieta Brancatto

Julián Inzaugarat | Fotografía: Julieta Brancatto

Licenciado en Ciencia Política UBA
LADRAN SANCHO