Grindetti: «Si somos los mismos que en 2019, perdemos de nuevo»

En una entrevista con LPO, Néstor Grindetti pide ampliar Juntos para 2023 y analiza la interna del PRO: «No va a ser un camino de rosas, va a ser un camino de piedras, pero nos vamos a poner de acuerdo».


Néstor Grindetti dice que el candidato a gobernador del PRO debería ser un intendente y rechaza la pelea entre «halcones» y «palomas».

En una entrevista con LPO, el intendente de Lanús asegura que en ningún país del mundo existe un liberalismo llevado al extremo como el que propone Javier Milei y que ese espacio está cerca de llegar a un techo.

 Grindetti es uno de los principales armadores del PRO en la provincia de Buenos Aires y espera un «camino de piedras» para resolver la interna opositora, aunque cree que llegarán a un acuerdo.

En general yo trato de estar fuera de los extremos, que no llevan a ninguna situación. Yo creo que la política es diálogo, después podés estar de acuerdo en encontrar los caminos para el consenso o no. Pero me parece que ser extremadamente contestatarios de solamente hacer la contra por la contra o ponerte demasiado condescendiente no es una postura que yo comparta. Después vienen los alineamientos con las personas, que ya tiene que ver con afinidades personales, humanas. Pero del punto de vista de como yo concibo la política, no me van los extremos.

 

Pero la discusión está dada, más allá de las posturas individuales. ¿Cómo se hace para pensar un año electoral con una discusión así?

 

Primero hay que discutir ideas, estrategias y tácticas e ir despejando las diferencias que haya. Y si las diferencias siguen siendo profundas, que siempre va a ser a nivel táctico porque dentro de una alianza obviamente hay coincidencia de valores y coincidencia de objetivos, y si no nos podemos poner de acuerdo, están las PASO. Pero creo que tenemos que tener las capacidades y me parece que las tenemos, para poder llegar a un acuerdo. Ahora, en términos electorales, me parece que no es momento este de hablar de posicionamientos de personas físicas. Sí discutir ideas y sí discutir caminos por los que transitar.

 

Y si con esas ideas no puede haber un acuerdo dentro del PRO, ¿se puede llegar al extremo de que el PRO vaya dividido en una interna que podría beneficiar más al radicalismo?

 

Yo creo que no, que nos vamos a poner de acuerdo. Nos pusimos siempre de acuerdo y no creo que tengamos dificultad en ese sentido. No creo que sea un camino de rosas, es un camino de piedras, pero vamos a tener la capacidad de ponernos de acuerdo.

 

¿Lo ve a Macri diciendo «va Larreta»? ¿Eso es el acuerdo?

 

No, yo creo en un acuerdo en el que se converse y se vea cuál es la mejor alternativa para llegar al poder. Así de claro. Ahora Mauricio ha sido el fundador del PRO, socio fundador de Cambiemos, ha sido presidente, es un primus interpares entre los líderes que nosotros tenemos. Me parece que hay que dejarlo que transite el camino que está transitando y ver qué resuelve al final. Pero insisto mucho en no estar ahora hablando de personas y sí tal vez esa distinción no hay un primus interpares entre los liderazgos internos después viene una serie de líderes que han surgido con el tiempo que están todo en condiciones de ser. Pero me parece que ahora, yo diría que hasta por respeto a la gente no hay que estar rosqueando ahora para personas físicas.

 

Hablando de personas físicas, el otro día se armó un conflicto en Juntos por incluir a Milei en el comunicado que veta su ingreso al frente. ¿Hubiera hecho eso?

 

No, yo no opino sobre las personas, yo discuto ideas. Para no esquivarle el bulto, yo con Milei que hay unas cuantas cosas que uno podría estar de acuerdo, no estoy para nada de acuerdo con el no Estado. Todas las sociedades necesitan un Estado que haga las cosas que el Estado tiene que hacer y no las que no tiene que hacer. No se tiene que poner a hacer las cosas que hace el sector privado, pero un Estado que dirima, que ordene, que legisle y que haga cumplir las leyes me parece que es esencial para la convivencia en sociedad. Desde ahí digo si estoy de acuerdo o no, pero no desde Milei o Espert u otro. Es un error entrar en discusiones desde las personas.

 

Sin entrar en las personas, ¿ve cómo un riesgo que se fortalezca esa opción más extrema de derecha y que Juntos por el Cambio pierda ese electorado?

 

El espacio este que está emergiendo con esta idea libertaria y es una opinión personal, sin encuestas ni nada, yo creo que va a llegar a un techo o está llegando a un techo porque todo el mundo se va dando cuenta que la libertad se extrema a pedir la ausencia del Estado ya se convierte en libertinaje, la convivencia y el respeto del derecho de unos y de otros se pone en juego. Entonces me parece que desde ese punto de vista hoy tal vez estén emergiendo dirigentes de ese espacio porque la gente está un poco enojada con la política. Entonces es más como antisistema que como liberales. El liberalismo no existe en ninguna parte del mundo al extremo que lo quieren llevar. Creo que al contrario nosotros vamos a recuperar votos que se fueron entre el 2015 y el 2019 y para eso estamos trabajando.

 

¿Cómo los van a recuperar?

 

Primero reconociendo las cosas que no salieron. Haciendo un acto de contrición y decir la verdad esto no salió, lo hubiésemos querido de hacer de otra forma o hubiésemos esperado otros resultados. Y que ahora creemos que tenemos una alternativa para hacerlo mejor. Por eso se nos tienen que caer ideas, tenemos que estar trabajando en eso, nosotros tenemos que llegarle a la gente con un mensaje de que hay una esperanza y de que nos creemos capaces de ser el vehículo para salir de esto y que reconocemos nuestros errores. Si nosotros nos mantenemos, nos cerramos y decimos que tenemos la verdad revelada, ahí no nos van a acompañar. Pero me parece que en ese camino de sinceridad tenemos una alternativa sobre todo fundamentada en nuestros valores democráticos y republicanos que son los que les faltan al oficialismo.

Creo que en el PRO nos vamos a poner de acuerdo. Nos pusimos siempre de acuerdo y no creo que tengamos dificultad en ese sentido. No creo que sea un camino de rosas, será un camino de piedras, pero vamos a tener la capacidad de ponernos de acuerdo

En la provincia de Buenos Aires, ¿cómo analiza el armado del PRO y los posibles candidatos? ¿Cree que tiene que ser un intendente el candidato a gobernador?

 

De nuevo, creo que no está bueno hablar de personas pero sí de criterios y me parece que un criterio que aplicaría un gobernador que tenga un conocimiento del territorio, del sentir bonaerense, de las necesidades bonaerenses, que lo haya vivido. Y un intendente lo vivió, por lo menos en su territorio. No vas a encontrar un candidato que sea del campo y de la ciudad, de Vicente López y de Lanús, no existe. Pero sí haber pasado por una intendencia, sobre todo en el caso del equipo nuestro que trabajamos mucho la autonomía municipal. Entonces teniendo un punto de vista desde el territorio, desde la experiencia y estando convencidos todos que lo mejor es lograr una mayor autonomía municipal creo que un candidato ex intendente sería bueno.

 

Ninguno de los dos candidatos de los que se habla, Diego Santilli y Cristian Ritondo, fueron intendentes. ¿También habrá que ir a las PASO?

 

Por ahí nos ponemos de acuerdo o también nos damos cuenta de que Cristian, que ha tenido un paso por el Ejecutivo provincial, y Diego con su experiencia en la Ciudad también puede llevarla a la provincia sobre todo en el área de seguridad. Entonces me parece que nos tenemos sentar y de nuevo digo que no es un camino de rosas, pero no es tan difícil. Hay que dejar la chiquita de lado y mirar el conjunto. Y el conjunto lo que quiere es ganar y para ganar nos tiene que acompañar más gente. Y para que nos acompañe más gente nos tiene que ver como un vehículo de salida de donde estamos. Como definición de estrategia no es tan difícil.

 

¿Cómo califica la gestión de Kicillof?

 

Yo tengo que necesariamente dividirla en dos momentos. Los primeros dos años, no podría decir, porque faltaría a la verdad, que no había diálogo. Cada vez que llamé me atendió. Ahora no resolvió un solo problema, todo fue lento y fue mucho más apoyo a los distritos limítrofes a Lanús que a Lanús, esta es la verdad. Es un hecho insoslayable que se muestra con los números. Ahora desde que cambió su staff de ministros, desde que vino Martín Insaurralde, desde que está Juampi de Jesús, desde que está Nardini, siendo justamente intendentes y sabiendo que cuando uno pide algo y le aprieta el zapato se dan cuenta, ahí el diálogo no sólo se hizo mucho más fluido sino que empezaron a aparecer soluciones a las cuestiones que planteamos desde la intendencia.

 

Vino bien la intervención de los intendentes…

 

Vino bien que armara un staff con mucha más experiencia en el Conurbano, por lo menos desde Lanús lo vemos así.

 

Usted era uno de los intendentes que dialogaba con Alberto al principio de la pandemia, que rompía la «grieta» junto a Jorge Macri. Y después eso se terminó.

 

Sí, se enfrió, lamentablemente.

 

¿Fue culpa del presidente?

 

No, no sé si la palabra es culpa. De parte nuestra, nosotros siempre estuvimos abiertos al diálogo, siempre que nos llamaron estuvimos y siempre que tuvimos que aportar algo aportamos, pero la relación se enfrió por la política.

 

Estrictamente desde la gestión, ¿cómo afecta la interna del Gobierno que parece que está paralizado?

 

Yo creo que es uno de los problemas más serios que tenemos en este momento, porque los veo a los gobernantes tan preocupados por su interna que no están gobernando. Ojalá hubiera un plan económico para discutir en el cual nosotros no estuviéramos de acuerdo así por lo menos discutiríamos algo y aportábamos idea. Pero no hay nada. La mejor imagen es muy remanida pero es la de un barco a la deriva. Va para donde va el viento y hoy decimos una cosa y a la tarde otra y depende de quién es el interlocutor y vamos tapando parches. Y el país está cada vez más abajo. Yo creo que es un problema muy serio, la falta de plan que yo atribuyo a que están distraídos en la política interna que es fraticida. Porque una cosa son las discusiones internas que tenemos nosotros el PRO o en Cambiemos que son tácticas y otra cosa es que vuelen misiles de un lado para el otro.

 

¿Qué rol tiene la ex gobernadora Vidal en el PRO bonaerense?

 

María Eugenia tomó una decisión de definir otra carrera que está basada en la Ciudad de Buenos Aires así que hoy por hoy la provincia desde el punto de vista político está conducida por una mesa de Cambiemos y una mesa del PRO que está bastante ordenada, que se reúne rutinariamente y trata los problemas que hay que definir. Obviamente María Eugenia para mí es una referente de consulta, pero en términos de decisión hoy la decisión para por la mesa de Cambiemos.

 

¿Y la relación con Macri?

 

Yo con Mauricio siempre aclaro que mi relación es muy particular, hace 40 años que estoy con él entonces tengo charlas más desde el punto de vista humano que político. Yo creo que Mauricio está en un muy buen momento, me atrevería a decir que desde que perdimos la elección, es su mejor momento. Está muy reflexivo. Para mí es un punto de consulta y de referencia y de consulta continuo. Está muy tranquilo, ayudándonos a interpretar situaciones de la política interna y de la política internacional, para mí está impecable.

 

¿Lo ve con ganas de volver a ser candidato a presidente?

 

Eso él no lo manifiesta por lo mismo que digo yo: no es el momento de hablar de las personas. Yo no lo descarto, para mí es el referente en términos de primus interpares de los liderazgos. Pero me parece que lo que tenemos que hacer es no presionar, no ponernos ansiosos, y sí aprovechar todo lo que él nos puede dar en términos de visión desde un lugar que ninguno de nosotros tiene porque ninguno fue presidente.

Hoy la discusión que deberíamos dar en lo interno y a lo que deberíamos estar todos abocados es a hablar con mucha gente y tratar de ampliar. Porque si no es matemática: si somos los mismos que en 2019, perdemos de nuevo. Hoy tenemos que ser más. Y para ser más tenemos que ir y buscar a la gente

¿A Larreta cree que le falta un armador nacional?

 

Está armando un equipo, está Álvaro González, está Santilli ayudando, está Machiavelli, hay un equipito. No sé como lo están construyendo porque sinceramente no estoy para nada en eso. Ahora, Horacio es un gran armador de equipos, su fuerte es el armado de equipos y la acción coordinada y atrás de una planificación. Así que creo que lo tiene o en todo caso lo está armando.

 

¿Lo sumaría a Emilio Monzó a ese equipo?

 

La verdad que no sé. Yo con Emilio hace mucho que no hablo. Desde ya que es un muy buen armador, pero hace mucho que no lo veo y no sé si está hablando con Horacio. Pero no se puede negar que es un armador de raza.

 

¿Cómo ve la convivencia con el radicalismo? ¿Lo ve como un rival serio en una interna?

 

Yo creo que después de las PASO, que debo confesar que no me gustaban mucho, salimos fortalecidos como alianza más allá de que competimos. Yo tengo diálogo con Facundo Manes y en la provincia trabajo codo a codo con Maxi Abad, así que tenemos una muy buena relación con el radicalismo. Entiendo que hay una muy alta probabilidad de que vayamos a una interna, pero no está nada definido. Pero la relación realmente es buena.

 

Más allá de las críticas y los cruces que hay entre Macri, Morales…

 

Sí, yo creo que eso son fuegos artificiales de la política. Pero yo que lo vivo desde adentro, en la provincia de Buenos Aires, la verdad es que estamos trabajando muy bien, las negociaciones con el gobierno se llevan a una mesa donde también está la Coalición Cívica. Siempre hay discusiones en política, pero es armonioso.

 

Usted deja Lanús en 2023, ¿qué tiene pensado hacer y qué espera para Lanús?

 

Yo Lanús la dejo porque pretendo ser coherente con mi forma de pensar. Dije antes de que habilitaran la re-reelección y lo sostengo ahora que me parece que ocho años es suficiente para haber armado un equipo que puede seguir con la misma forma de gobernar. Creo que si hay un activo que le vamos a dejar a Lanús es eso, que no depende de una persona. Hay un equipo que está funcionando y Diego Kravetz tiene un liderazgo importante sobre el equipo, eso nos da tranquilidad de que esta forma de gobernar llegó para quedarse. ¿Qué voy a hacer yo en el futuro? Hay algo que me da tranquilidad: no muero por ser nada, pero tampoco me quiero jubilar. Entonces veremos cómo viene la mano, voy a tener 69 años y quiero hacer realmente algo que me haga bien, me satisfaga. Esto que digo de que no muero por ser nada, me evita andar a los codazos por la vida. Lo que venga, será. En política el que diga que se retira estando bien o que no quiere crecer, está diciendo un bolazo.

 

¿Qué opina del desdoblamiento de las elecciones en la provincia de Buenos Aires?

 

Creo que es muy bueno el proyecto de Joaquín de la Torre fundamentalmente porque mira al 2025 para alejarlo de cualquier especulación. Yo creo que las elecciones deberían ser desdobladas porque permite discutir cosas de la provincia, si no terminamos siempre hablando de temas nacionales. Fijate que el sentir bonaerense no existe, preguntale a alguien de mi barrio qué es y te va a decir lanusense o argentino, nunca te va decir bonaerense, no existe. Hay que volver a eso y para volver hay que empezar desde la base, desde el origen que es discutir los problemas de la provincia cuando hay una elección. Ahora, me parece bien plantearlo para el 2025 y no para el 2023 para no sonar especulativo. La verdad es que si me preguntás qué le conviene a nosotros o al oficialismo, no sé. Dependerá mucho del armado, de los candidatos.

 

¿Y la boleta única?

 

La boleta única trae un vientito fresco de transparencia. La política quiere más transparencia y yo iría en ese sentido, más como un mensaje que como un instrumento final. Yo creo que como instrumento final hay que ir al voto electrónico, pero eso es parte de otro momento. Me parece que la gente vería muy bien la boleta única.

 

¿Sintió que los dirigentes de La Territorial se han metido de más en la toma de decisiones?

 

No, no. Yo no soy agrupacionista, no me gustan las agrupaciones internas. Creo que el diálogo y la discusión se puede tener sin tener agrupaciones. Pero no veo un problema en ese sentido. A mí me parece que tenemos que construir, ser amplios y para eso tenemos que ser la mayor cantidad de gente. Hay un horizonte donde queremos llegar y una serie de valores. Si más o menos piensan como eso, bueno que entren. Por eso nosotros impulsamos, a pesar de formar parte de su dirigencia, a Hacemos. Porque me parece que está sumando a un montón de gente que no se pinta ni de amarillo ni de rojo, pero que vengan si pensamos más o menos igual. Y acá está el vehículo.

Yo creo que hoy la discusión que deberíamos dar en lo interno y a lo que deberíamos estar todos abocados es a eso, a llevar un mensaje a la base de que hay ideas, que hay reconocimiento de las cosas que no se hicieron, hablar con mucha gente y tratar de ampliar. Porque si no es matemática: si somos los mismos que en 2019, perdemos de nuevo. Hoy tenemos que ser más. Y para ser más tenemos que ir y buscar a la gente con el vehículo que sea, pero siempre con los valores.