El jefe de gobierno dijo que el líder de La Cámpora pasó «un límite que ningún argentino puede aceptar».
«Estamos llevando el 24 de marzo a todas las calles de la Ciudad de Buenos Aires, que a veces vemos que es una ciudad que tiene tendencia a votar a aquellos que quieren ocultar lo que hizo la dictadura, que discuten el número de desaparecidos o directamente reivindican la dictadura», afirmó el líder de La Cámpora.
«Que la Ciudad de Buenos Aires vote como vote, pero que no pierda la humanidad y la sensibilidad. Hay cosas que no se pueden negar», agregó Máximo.
Desde Europa salió a responderle el jefe de Gobierno porteño, quien consideró Máximo pasó «un límite que ningún argentino puede aceptar. Y mucho menos un día como hoy, al cumplirse 46 años de una de las heridas más profundas y dolorosas de nuestra historia».
«Yo lo viví en carne propia: en 1977 se llevaron a mi viejo en un Falcon verde. Gracias a Dios, apareció con vida unos días más tarde, pero lo sucedido me marcó para siempre», recordó Rodríguez Larreta. «El Parque de la Memoria, que es un emblema de esta Ciudad, es visitado por cientos de estudiantes y miles de porteños cada semana para honrar a las víctimas y mantener viva la memoria», agregó.
«Los porteños, como la inmensa mayoría del pueblo argentino, queremos Justicia y no repetir nuestra trágica historia. La mejor forma de homenajear a las víctimas y honrar la memoria es trabajar todos los días para construir una sociedad de diálogo y de convivencia en la diversidad», precisó. «Tenemos que terminar con declaraciones que no solo ofenden injustamente a millones de porteños, sino que también deterioran el consenso democrático y enfrentan a unos argentinos con otros», completó.
Por su parte, el ministro de gobierno porteño, Jorge Macri, dijo que «la metodología de agredir, señalar y discriminar a quien piensa distinto y no te vota es más propia de un dictador fascista que de un demócrata». En tanto, el diputado Diego Santilli lamentó que «otra vez el discurso del odio y el resentimiento contra los argentinos, no dejan ningún límite sin cruzar. Es lamentable y repudiable».
