IPS: el déficit crece todos los años. Por Juan Carlos Juárez

Hay que tomar soluciones en el mediano y largo plazo, y revisar cómo financiar el sistema previsional bonaerense para evitar más problemas a futuro

Es evidente que lo que hasta el 2015, que fue una virtud del Instituto de Previsión Social, es decir que tenía 3,7 aportantes frente a cada jubilado o pensionadoeso se fue disminuyendo de manera ostensible hasta llegar a la actualidad con 2,6 aportantes por cada beneficiario.

Esto ocurrió porque, ya desde la gestión de Daniel Scioli se venían jubilando trabajadores que habían cumplido los requisitos, pero que no se los reemplazaban por trabajadores que siguieran aportando. Es decir, trabajadores registrados en la Provincia, y se pasó a un sistema que era la contratación mediante facturación por monotributo. ¿Esto qué significaba? Que tanto la provincia como los municipios pagaban a sus trabajadores con fondos provinciales o municipales pero que en definitiva aportaban al sistema nacional. Es decir, al ANSES.

Esto fue generando un desfinanciamiento en el Instituto de Previsión Social de la provincia de Buenos Aires y que se agravó en la gestión de María Eugenia Vidal, entre 2015 y 2019, porque se profundizó más la contratación mediante monotributo. A tal punto que en la provincia de Buenos Aires llegó tener más de 13 mil personas contratadas bajo esa modalidad, y se estima que, sumando los 135 municipios bonaerenses, hay más de 40 mil empleados en esas condiciones.

Esto hizo que se redujera el nivel de aportantes lo que fue generando un déficit cada vez más grande año tras año. ¿Cómo resolver esta situación? Que todo ese personal que en realidad pertenece a la Provincia y a los municipios pase a planta y haga los aportes correspondientes al sistema previsional bonaerense y a la obra social correspondiente que es IOMA.

Esperanza de vida

Por otro lado, también hay algunas cuestiones que hay que revisar, que tienen que ver con las distintas modalidades jubilatorias que tiene la provincia de Buenos Aires. ¿Por qué? Nos encontramos en una provincia, en un sistema nacional y también a escala global, donde hay un proceso muy importante a tener en cuenta, que es que las personas estamos teniendo cada vez mayor esperanza de vida.

Es decir, hace treinta años atrás, a principio de los noventa, aproximadamente la expectativa de vida rondaba entre los 71 y 72 años. Hoy en la Argentina la expectativa de vida ronda promedio entre los 77 y 78 años. Vivimos más y por lo tanto hay que pagar beneficios durante un período más largo y eso hay que financiarlo.

Esto significa que deben sentarse los distintos actores, y los que son en definitiva parte del sistema los trabajadores, por un lado; quienes gobiernan, los municipios, y hacer una gran mesa que permita analizar la situación y buscar los caminos que resuelvan este problema del déficit, que además tiene que ver, obviamente, con una gestión que tiene que ser transparente, y que tiene que ser hiperactiva para no llegar a una situación de quebranto.

Sino a la provincia de Buenos Aires le puede suceder lo que ha sucedido en varias provincias, el caso de Córdoba, que realizó un ajuste sobre los montos que abona, modificaron la edad; o lo que les ocurrió a otras provincias, por ejemplo el caso de La Rioja, Mendoza o la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que terminaron transfiriendo el sistema jubilatorio al sistema nacional en la década del noventa. Se debe trabajar para sostener de manera firme y eficiente el sistema del IPS.

Capítulo especial

Un capítulo especial merece la necesidad de agilizar los tiempos para resolver los miles de expedientes de distintas características que están atrasados, que más allá del esfuerzo administrativo del personal de la casa, se hace imperioso que cuenten con todos los medios tecnológicos y mejores sueldos, que ayudarían a mejorar este estado de situación.

Los bonaerenses no queremos la transferencia, sino que queremos sanear el sistema jubilatorio de la provincia de Buenos Aires, y para eso hay que trabajar. Se debaten muchos temas, pero lamentablemente este tema no está en la agenda pública ni está entre los primeros temas a resolver en la provincia de Buenos Aires.

Hay que tomar soluciones en el mediano y largo plazo, esto no significa la pérdida de los derechos adquiridos, sino buscar mecanismos que aseguren un buen funcionamiento. Si no se toman estas medidas, si no se revisa como financiar el sistema previsional bonaerense en el mediano plazo, nos vamos a encontrar con déficit que cada vez se nos va a ser más dificultoso poder cubrirlo, y pagar las jubilaciones y pensiones en el tiempo que corresponde y el monto adecuado.

Juan Carlos Juárez