«El desafío para Washington son los líderes con retórica antiimperialista» Benjamin Gedan

Benjamin Gedan, ex director en el Consejo de Seguridad de Obama dice que no hay temor a una ola de gobiernos de izquierda en la región.  Por Leandro Gabin

Benjamin Gedan es el subdirector del Programa para Latinoamérica del Centro Wilson y el director de Proyecto Argentina, además de ser profesor adjunto en Johns Hopkins. El ex director de América del Sur en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca durante la presidencia de Barack Obama dice, durante una entrevista con La Política Online, que la política exterior de Biden hacia América Latina mejoró mucho en tan sólo un año de mandato.

Además, y en medio de una ola de nuevos gobierno de izquierda en la región y con las elecciones clave de Brasil y Colombia este año, afirma que Estados Unidos no tiene temor por lo que suceda si los líderes que llegan son como Lula, que demostró ser moderado y no con un discurso antiimperialista.

 

¿Cómo evalúa la política exterior de Biden hacia América latina? Algunos creen que no ha cambiado demasiado en comparación con otras administraciones.

La política exterior de Estados Unidos cambió profundamente después de las elecciones de 2020. El Presidente Trump tenía poco interés en la región, que visitó solo una vez para la cumbre del G20 en Buenos Aires. Fue el primer mandatario estadounidense que no participó en la Cumbre de las Américas. Los únicos temas hemisféricos que le interesaban fueron la migración y la crisis en Venezuela.

Al contrario, el Presidente Biden tiene una amplia agenda para la región que incluye la protección ambiental y la defensa de la democracia.

 

¿Hay preocupación en Washington, más allá de que el gobierno demócrata es más permeable que los republicanos, por la ola de gobiernos de izquierda que se están dando en la región, con Perú y Chile a la cabeza?

Es importante distinguir entre los líderes de la izquierda latinoamericana. Estados Unidos puede perfectamente mantener relaciones estrechas con gobiernos de centroizquierda, como hemos visto cuando el Frente Amplio gobernaba en Uruguay y la Concertación gobernaba en Chile. En su primera visita a la región, el asesor de seguridad nacional de Biden visitó Argentina para fortalecer relaciones con una administración peronista.

Es importante distinguir entre los líderes de la izquierda latinoamericana. Estados Unidos puede perfectamente mantener relaciones estrechas con gobiernos de centro izquierda como hemos visto cuando el Frente Amplio gobernaba en Uruguay y la Concertación gobernaba en Chile.

Lo que sí es un desafío diplomático es cuando hay líderes que llegan al poder con una retórica antiimperialista o que no respetan las normas democráticas, ambos rasgos que se ve en el chavismo.

Este año hay elecciones presidenciales en Costa Rica, Brasil y Colombia. Estos dos últimos son clave para la Casa Blanca. ¿Cómo cree que se posicionarán los demócratas en la previa a los comicios? Lula en Brasil parece ser amplio favorito y ya es muy conocido por Washington. 

Las elecciones en Brasil son un buen ejemplo. Es muy posible que un candidato de la izquierda gane y que las relaciones con Estados Unidos mejoren como resultado. La relación compleja que tiene Estados Unidos y Brasil actualmente no tiene que ver con la amistad entre Bolsonaro y Trump, sino con las políticas ambientales de Bolsonaro y la amenaza que él representa para la democracia brasileña.

 

¿Y lo que pasará en Colombia con Gustavo Petro, un ex guerrillero del M19 que fue alcalde de Bogotá pero que es acusado de tener nexos con el populismo lationamericano en Venezuela y Nicaragua, como candidato con mayor intención de voto? Estados Unidos ya dijo a finales del año pasado que tiene sospechas de que países como China, Rusia, Venezuela y Cuba pretenden interferir en las elecciones colombianas. 

Hay mucha incertidumbre con respecto a las elecciones de Colombia. Hay un grupo grande de candidatos, y según las encuestas, ningún tiene el apoyo de mucho más que 20 por ciento de los votantes.

No tengo motivo para cuestionar la calidad de sus elecciones. De hecho, la capacidad de gestionar elecciones y transiciones de poder profesionales, transparentes y pacíficas en la región, a pesar de la pandemia y las fuertes divisiones sociales, ha sido muy impresionante en los últimos años.

En medio del rebrote de casos por la pandemia y las mismas elecciones de noviembre en Estados Unidos, la agenda de Biden no pareciera estar puesta en la región. ¿Pero se pueden esperar algunas políticas nuevas hacia América latina, al menos para congraciarse con el votante latino que vive dentro de los Estados Unidos?

En Estados Unidos, como en la mayoría de los países, la política exterior no es un tema de mucha relevancia en el contexto electoral. Una excepción tal vez es el estado de Florida, donde hay un gran interés en la política hacia Cuba y Venezuela. No obstante, anticipo mucha más atención a la región este año.

Hay mucha incertidumbre con respecto a las elecciones de Colombia. Hay un grupo grande de candidatos, y según las encuestas, ningún tiene el apoyo de mucho más que 20 por ciento de los votantes.

La Casa Blanca quiere aprovechar su rol como anfitrión de la Cumbre de las Américas para presentar una agenda ambiciosa que tocará muchos temas importantes, como la recuperación económica de la región, la defensa de la democracia y los derechos humanos, y la protección ambiental.

Pero repito, creo que la nueva administración ya ha mostrado su compromiso con Latinoamérica, aunque coincido que merece aún más atención y recursos. Por ejemplo, la región ha recibido más de la mitad de las dosis de vacunas donadas por Estados Unidos. La Casa Blanca relanzó diálogos de alto nivel con los gobiernos de Colombia y México. Y hay señales claras de que la nueva iniciativa para competir con la Iniciativa de la Franja y la Ruta llevará nuevas inversiones a Latinoamérica.