JUSTICIA POR JULIA!

Una niña wichi de 12 años fue víctima de femicidio en SaltaPor Beatriz Chisleanschi


Un nuevo año y un nuevo femicidio que hay que sumar a la triste y extensa lista de mujeres asesinadas por la brutal mano de un varón. En esta oportunidad se trata de Julia, o Pamela -como la conocía la comunidad wichi a la que pertenecía- una niña de apenas 12 años de edad que estuvo desaparecida durante tres días.

El pasado sábado 14 de enero por la mañana su cuerpo sin vida, y en estado de descomposición, fue hallado entre los yuyos a la vera de la ruta nacional 81, acceso a la localidad Pluma de Pato, en la provincia de Salta.

La noticia conmociona a la comunidad del Chaco salteño y nos debería conmocionar a todes.

El día domingo miembros de la Comunidad Misión Km 2 del pueblo wichi se convocaron sobre la Ruta Nacional 81 para exigir justicia por el femicidio.

Si bien a cargo del caso está la Brigada de Investigaciones sector 44 de Embarcación y Tartagal, el día lunes 16 la Brigada de Investigaciones de Orán detuvo, en la localidad de Coronel Juan Solá (Estación Morillo), al principal sospechoso, un joven de 17 años con quien había entablado una relación sentimental y a quien le secuestraron prendas con sangre y un arma blanca. El joven, de quien no se conoce el nombre por ser menor de 18 años, fue señalado por un tío de la víctima.

Los restos de la pre-adolescente fueron trasladados al Servicio de Tanatología Forense del CIF de Orán para realizar la autopsia y determinar data y causa de fallecimiento.

Los caciques de diversas comunidades de la zona se unieron, una vez más, para reclamar seguridad ya que hace mucho tiempo piden que se intervenga en el lugar donde fue hallado el cuerpo de Julia, una especie de parador donde se venden drogas y bebidas alcohólicas y en el que, según, denuncias realizadas por camioneros que paran allí, los viajeros se detienen para tener sexo con las niñas a cambio de dinero. A pesar de los diversos reclamos, las autoridades nunca tomaron medidas al respecto.

La organización “De la Mano por el Mundo” despidió a «Pamela» Julia Fernanda Flores con una emotiva carta abierta que publicaron en su cuenta de Facebook (https://www.facebook.com/DeLaManoPorElMundo/posts/5467693713246428).

«Pame, no podemos creer que te hayan arrancado así de este mundo.

Tantos sueños rotos, pendientes, que nunca podrán ser cumplidos.

Pero cuánto dolor, cuánta angustia y amargura que nos invade el cuerpo y el alma.

Una y otra vez repasamos tu vida, cuando te conocimos, las risas, nuestros chistes, nuestros juegos y no encontramos explicación a tanta saña, a tanta maldad.

Hacemos un esfuerzo enorme para sonreír, para no bajar los brazos, pero esta bronca, esta impotencia nos carcome. Una ira inexplicable que se expande por todo nuestro ser…

¿Cómo le explicamos a todos esos niños tanta maldad?, nosotros que siempre hablamos de amor.

Ya nada será igual para nosotros, ni para todos los que te conocieron.

Una parte de nuestro ser se muere con vos entre esos matorrales.

Nuestra alma queda herida y marcada para siempre.

Elegimos recordarte con una sonrisa-aunque sea forzada-, elegimos recordarte con juegos y alegría-aunque cueste mucho-.

Por favor danos un tiempito, unos segundos, para que el dolor se transforme en lucha, porque si de algo estamos convencidos es que esta no va a ser una muerte más.

Tu nombre será sinónimo de justicia, de revolución.

Porque los femicidios, los abusos, las violaciones tienen que terminar, con más acción y menos palabras.

Eras solo una niña y te merecías un mejor final que este, un final feliz que compensara todo lo que sufriste en vida también».

Julia había terminado sus estudios primarios y estaba por ingresar a la escuela secundaria.

Julia tenía sueños en medio de una vida de discriminación, carencias y sufrimiento como padece la comunidad wichi.

Julia ya no podrá jugar, ni enamorarse, ni crecer, ni reír, ni llorar, ni estudiar más. Terminaron con su vida tempranamente y abrió la lista de femicidios del 2022.

Julia merecía continuar con su vida de niña/adolescente.

Julia es víctima de una sociedad patriarcal que no termina de asumir que las mujeres no le pertenecen a nadie.

Julia es Julia y es Pamela y es Camila y es Lucía, es todas y cada una de las mujeres víctimas de femicidio.

Julia somos todas las mujeres que nos sentimos morir un poco cada vez que asesinan a una porque nos matan a todas.

Julia vuelve a despertar a ese grito que nos sale desde lo más profundo de las entrañas: #Basta! #ParendeMatarnos #VivasNosQueremos #NiUnaMenos.