Los 820 metros cuadrados de su superficie se reemplazarán por madera sustentable, utilizando más de 100 mil botellas
«Todo lo que separan los vecinos se transforma en algo nuevo. Estamos muy contentos de poder renovar de forma sustentable este ícono porteño que cumple 20 años y seguir profundizando la economía circular. Este es uno de los primeros pasos que estamos haciendo para seguir transformando la Ciudad, junto a la incorporación de bancos PET a paradas de colectivos y postes de luz hechos a base de fibra de vidrio» explicó la ministra de Espacio Público e Higiene Urbana, Clara Muzzio.
El Puente de la Mujer, ubicado en Puerto Madero, fue declarado Patrimonio Cultural de la Ciudad, su estructura tiene más de 1000 toneladas de acero y hormigón blanco. El diseño estuvo a cargo de Santiago Calatrava e instalado hace 20 años por Claudio Breuning.
Durante el desarrollo de los trabajos, se retiró la madera existente y se realizó una limpieza integral de la estructura a través del hidrolavado, para eliminar todo posible elemento contaminante. Luego, se protegerá la superficie con pintura anticorrosiva y se colocará el nuevo deck de madera sustentable.
La madera plástica es elaborada a partir de la recuperación y la transformación de plásticos de un solo uso que se insertan en distintos envases. Es un material más resistente a la corrosión, a la humedad, al cambio climático, a las plagas y más duradero que la madera tradicional. Además, no se astilla y no requiere mayor mantenimiento.
El trabajo de renovación integral también contempla la reutilización de la madera que se retira, la cual se envió, según su estado, a tres sitios distintos: aquellas maderas que estaban en excelentes condiciones serán utilizadas para hacer un piso de danza en el Centro Cultural Piedra Buena Arte, las maderas en buenas condiciones se enviaron al Centro de Compostaje del Parque Indoamericano para hacer composteras y las maderas rotas, astilladas, y en mal estado se enviaron a la planta de chipeo del Centro de Reciclaje de la Ciudad.
El proceso de elaboración de madera plástica se inicia en la recepción de las «botellas de amor» en distintos Puntos Verdes. Allí la Fundación «Regenerar», miembro de la Red de Economía Circular, las traslada a la empresa «4e madera plástica». Este material se utiliza para la construcción de bancos, mesas, composteras, juegos infantiles y cestos, entre otros.
La Ciudad explicó que para armar una botella de amor se puede usar cualquier envase plástico e introducir envoltorios de galletitas, pan, alfajores; paquetes de papel higiénico; blíster de remedios; sachets de leche; papel film; repuestos de productos de limpieza; etiquetas de botellas; bolsas de plástico; tapas plásticas, vasos, cubiertos y platos descartables; paquetes de fideos, arroz, legumbres; entre otros.
Para lograr una mayor compresión los materiales se pueden cortar y así llenar lo máximo posible cada botella con esos plásticos que no se pueden reutilizar pero que sí se pueden recuperar.
Asimismo, se recomienda no introducir papel, cartón, globos, metal, arena, vinilos, telgopor, guantes de látex, radiografías, esponjas, aluminio, paquete de yerba, tierra, tetra pack y telas.